Apenas 14 kilómetros separan España y Marruecos en su punto más cercano, pero las aguas del estrecho de Gibraltar actúan como una barrera natural que impide una conexión directa. Tan próximos y, al mismo tiempo, tan lejanos. Durante los últimos años, ha tomado fuerza un proyecto monumental: un túnel submarino, al estilo de lo visto en otras regiones del mundo, que uniría ambos países y, por extensión, Europa y África. Ahora, ese sueño parece más cercano que nunca, después de que los estudios más recientes confirmaran que su construcción es técnicamente viable.
Megaconstrucción en el estrecho de Gibraltar: 65 km de túnel, 475 metros de profundidad y 8500 millones de inversión
Así lo revela un informe encargado por la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (Secegsa) a la empresa alemana Herrenknecht, líder mundial en tuneladoras. Según el documento, levantar este túnel es posible con la tecnología actual. La primera fase del proyecto podría ejecutarse en un periodo de seis a nueve años, mientras que los hitos más significativos del proyecto podrían alcanzarse entre 2035 y 2040.
El desafío no es menor: se estima que la obra tendrá un coste cercano a los 8500 millones de euros, cifra que incluye la construcción de galerías de reconocimiento, los túneles definitivos, terminales y toda la infraestructura complementaria necesaria. El tramo más crítico, situado bajo el Umbral de Camarinal, presenta condiciones geológicas extremadamente exigentes, lo que hace del túnel un reto de ingeniería sin precedentes en la región.
El informe representa un impulso decisivo para la reactivación del proyecto, retomado por el Gobierno en 2023 tras años de estudios preliminares. Con la viabilidad técnica confirmada, Secegsa ha encargado a la empresa pública Ingeniería y Economía del Transporte (Ineco) la actualización del anteproyecto, iniciado en 2021. El documento final, que deberá completarse antes de agosto de 2026, detallará el diseño de la galería de reconocimiento, revisará los análisis anteriores y actualizará el trazado, la geología y la geotecnia del túnel.
En términos de ingeniería, el proyecto contempla un túnel submarino de 65 kilómetros de longitud, de los cuales 40 recorrerán territorio español hasta Vejer de la Frontera, donde se ubicaría la terminal. La conexión ferroviaria se integrará con la línea Cádiz-Sevilla mediante un ramal de doble vía y un ramal de vía única hacia Algeciras, mientras que la conexión por carretera incluirá la N-340 y la A-48.
El túnel contará con un doble tubo de vía única para pasajeros y mercancías, además de una galería de servicio y seguridad, y alcanzará una profundidad máxima de 475 metros bajo el mar. Una vez completado, permitirá cubrir los 14 kilómetros que separan España y Marruecos en apenas 30 minutos, marcando un antes y un después en la ingeniería y la conexión entre ambos continentes.















