Decir que Donkey Kong Country: Tropical Freeze es uno de los mejores juegos de plataformas de la historia podría parecer exagerado, pero nada más lejos de la realidad. Parece que Retro Studios solo sepa convertir en oro todo lo que toca y con su última obra hasta el momento lo bordaron hasta el extremo, ofreciéndonos uno de los títulos más redondos y completos que hemos visto jamás (y sin contenidos descargables, ni micropagos, ni cajas de botín, ni ninguna "modernez" de la industria). Toda una lección de buen hacer y un referente en lo que a diseño de niveles se refiere que debería ser estudiado en profundidad por cualquiera que esté interesado en desarrollar un juego de este veterano género.
Pero, al igual que sucedió con otros exclusivos de Wii U, no consiguió vender todo lo que se merecía y pasó más desapercibido de la cuenta, por lo que no fueron pocos los que se perdieron esta gran obra maestra.
Por suerte, gracias al éxito de Nintendo Switch estamos viendo cómo la Gran N les está dando una merecida segunda oportunidad a muchos de estos juegazos y, tal y como era de esperar, Tropical Freeze no se va a quedar sin su correspondiente edición para la consola híbrida de moda.
Aunque su estreno no tendrá lugar hasta el 4 de mayo, en Vandal ya tenemos una copia de su versión final, por lo que aquí os traemos nuestras primeras impresiones con ella para que podáis haceros una buena idea de qué esperar cuando llegue a las tiendas.
En esencia se trata de exactamente el mismo juego, por lo que no esperéis ningún tipo de contenido nuevo o exclusivo en forma de más mundos, niveles o coleccionables, lo que es una auténtica pena, ya que se podría haber aprovechado la ocasión para añadir un buen puñado de fases extras, tal y como ocurrió con la versión para Nintendo 3DS de Returns en su momento.
Lo mejor de todo es que, a pesar de los cuatro años que han pasado desde su lanzamiento original, el juego sigue sorprendiéndonos y maravillándonos con su calidad, algo que deja muy claro que el tiempo no ha hecho nada de mella en él y que sus mecánicas jugables y diseño de niveles siguen siendo insuperables, por no hablar del enfermizo nivel de detalle del que hace gala en todo momento. No en vano y para que os hagáis una idea de lo que estamos diciendo, esta es la cuarta vez que el que suscribe estas líneas rejuega el título y puede dar fe de lo difícil que le ha resultado soltar el mando para escribir este texto.
Donkey Kong Country: Tropical Freeze es diversión pura y directa, de esos pocos títulos que nada más coger el mando ya te lo están haciendo pasar bien ofreciéndote una sorpresa tras otra gracias al inteligentísimo, ingenioso y desafiante diseño de sus fases, siempre distintas y con ideas únicas que son capaces de explotar de formas inimaginables para que nunca haya dos situaciones iguales o parecidas en sus más de 60 niveles. ¡Hasta las pantallas acuáticas son una pasada!
Podríamos escribir un reportaje entero solo para hablar sobre las bondades del diseño de niveles de este juego (lo que tiene todavía más mérito en un título que se juega con apenas tres botones: salto, rodar y agarrar), pero eso es algo en lo que ya nos explayaremos en el análisis (también podéis revisar el que hicimos para Wii U si tenéis mucha curiosidad, a fin de cuentas las fases son las mismas) cuando llegue el momento, por lo que aquí vamos a centrarnos en las poquísimas novedades que introduce esta versión para Switch.
La primera y más evidente es, por supuesto, la posibilidad de jugar en modo portátil, algo que nos parece todo un lujo, ya que jugar a esta aventura en cualquier parte es casi como un sueño hecho realidad, especialmente si tenemos en cuenta lo bien que se ve en esta modalidad. Las especificaciones son las mismas que en Wii U, es decir, 720p de resolución y 60 imágenes por segundo, y no hemos apreciado ningún tipo de bajada en la calidad gráfica general, por lo que se ve de maravilla, con una imagen nítida y limpia.
Además, se trata de una obra que se amolda a la perfección al juego portátil, con pantallas de una duración comprendida entre los cinco y los diez minutos, y al no tener que estar pendientes de una historia, la diversión es inmediata.
En cambio, si optamos por jugar en el televisor, os alegrará saber que se ha aumentado la resolución hasta los 1080p, manteniendo en todo momento los 60 fps. Esto es algo que tendréis que verlo en directo para apreciarlo realmente, ya que con la compresión de vídeos de YouTube apenas se nota el salto, aunque os podemos asegurar que la diferencia es "notable", pues la imagen ha ganado muchísima nitidez y se ve más clara que nunca, lo que favorece mucho a un título con unos escenarios con tantísimos detalles.
Por desgracia, y más allá de una rinoplastia que le han hecho al bueno de Donkey en su modelado, no hay más novedades en este sentido, por lo que no esperéis nuevos efectos, mejores texturas o una iluminación mejorada. Eso sí, Tropical Freeze es un juego que ya se veía muy bien en su momento y que sigue siendo bonito como pocos a día de hoy, algo en lo que tiene muchísimo que decir su dirección de arte, así que no os preocupéis, ya que vuestra vista se va a recrear constantemente con sus escenarios y personajes.
En lo que respecta a contenidos, la única novedad la tenemos en la inclusión del llamado Modo Funky, una modalidad mucho más fácil que la original en la que podremos controlar a Funky Kong. Eso sí, este modo tiene un archivo de guardado independiente del normal, por lo que las tablas de clasificaciones en las contrarrelojes también están separadas.
Cada vez que carguemos partida tendremos que decidir si queremos jugar con Funky o con Donkey. Si bien este último funciona exactamente igual que en su versión estándar, aquí disfrutará de un corazón extra, al igual que sus compañeros, por lo que tendremos tres "toques" por personaje.
En cambio, Funky Kong nos facilitará muchísimo las cosas gracias a todas sus habilidades y ventajas: tiene doble salto, puede planear, puede rodar de forma infinita, cuenta con cinco corazones (eso sí, no puede recoger ni a Diddy, ni a Dixie ni a Cranky), es capaz de respirar bajo el agua y, por si fuese poco con todo lo dicho, es inmune a los pinchos, ya que hace uso de su tabla de surf para no pisarlos.
Como veis, jugar con este simio le quita casi todo el reto a la aventura, aunque ojo, ya que hay fases y situaciones en las que todas estas ayudas no nos servirán de casi nada, y si no que se lo pregunten al templo del segundo mundo. A fin de cuentas, los abismos te siguen matando igual.
Pero las facilidades no acaban aquí, ya que en este modo los objetos nos saldrán más baratos, tienen efectos potenciados, podremos usar hasta cinco a la vez por nivel e incluso utilizarlos dentro de una misma fase. Un abuso que no se queda ahí, ya que las letras Kong que recojamos se quedarán guardadas una vez las obtengamos por primera vez, independientemente de que muramos (es decir, que funcionan exactamente igual que las piezas de puzle). Esto también significa que si finalizáis una pantalla y os falta alguna letra, al rejugarla solo tendréis que haceros con las que no tengáis.
No creemos que la aventura original sea tan difícil (las contrarrelojes y el Modo Difícil ya son otro cantar) como para que necesitéis todas estas ayudas y facilidades, por lo que la inclusión de este moda se nos antoja como algo muy testimonial y que le quita gran parte del encanto al juego, ya que la curva de dificultad está muy bien medida y estudiada para no frustrar ni desesperar fácilmente.
Probablemente, el mayor uso que le daréis será para jugar en cooperativo con algún amigo o familiar que no sea muy ducho con este tipo de juegos, o para que los más pequeños de la casa se lo pasen bien con él sin mayores complicaciones. No en vano, seguro que Funky les llama mucho la atención con su actitud chulesca, surfera y cool.
Por último, no podemos finalizar estas impresiones sin señalar que la excepcional banda sonora que creó David Wise se ha mantenido intacta, algo que se nos antoja imprescindible, ya que Tropical Freeze no sería lo mismo sin sus espectaculares temazos: variadísimos, evocadores, épicos en algunos casos e increíblemente pegadizos. Un apartado de 11 sobre 10 que nos os podréis sacar de la cabeza.
Si os somos sinceros, si ya jugasteis el juego en su momento no vemos muchos motivos como para que queráis volver a pasar por caja a menos que os apetezca tener una versión portátil, pues las novedades son prácticamente inexistentes, especialmente si os habituasteis a su nivel de dificultad estándar. Eso sí, si nunca tuvisteis la ocasión de catarlo y os gustan los plataformas bidimensionales, aquí tenéis una compra imprescindible y una razón de peso para esperar con ganas el 4 de mayo. Creednos, no querréis dejar pasar esta oportunidad por segunda vez.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de descarga de la versión final que nos ha facilitado Nintendo.