Stranger of Paradise Final Fantasy Origin es uno de los proyectos de Square Enix que más intrigados nos tienen. Bajo unos gráficos que todavía deben mejorar muchísimo y una cuestionable dirección artística, parece esconderse una base jugable muy sólida y con mucho potencial que podría acabar por sorprender a más de uno y de dos si se acaba puliendo antes de su lanzamiento final. Esas fueron las conclusiones que extrajimos de su primera demo, las cuales hemos podido confirmar nuevamente gracias a una segunda versión de prueba a la que ya hemos tenido acceso y de la que hoy queremos hablaros.
Nota de voz
Además del siguiente texto también podéis escuchar nuestra nota de voz, un breve audio en el que os contamos qué nos ha parecido este nuevo contacto con Stranger of Paradise Final Fantasy Origin:
Nuevas clases, una nueva compañera y una nueva misión
Para quienes no sepáis nada sobre este peculiar spin-off de Final Fantasy, comentar que se trata de un juego de rol y acción al más puro estilo soulslike que recuerda muchísimo a Nioh tanto por las sensaciones que transmite a los mandos como por su gusto por las builds y el botín en forma de equipo. De esta manera deberemos avanzar por una serie de escenarios intentando sobrevivir a todos los enemigos que nos salgan al paso mientras nos abrimos camino hasta el jefe final de la misión en la que nos encontremos.
Una de las características más interesantes del título radica en su sistema de trabajos, pudiendo "equiparnos" con hasta dos clases distintas entre las que podemos alternar en todo momento con tan solo pulsar un botón, lo que cambiará por completo nuestro equipo, nuestros combos, nuestras técnicas y las habilidades que podemos utilizar, algo que abre multitud de posibilidades estratégicas a la hora de configurar y personalizar a nuestro héroe.
En esta nueva demo hemos tenido la oportunidad de probar las clases iniciales del Ladrón y el Monje. El primero va con dos dagas y, a pesar de su velocidad y agilidad, no nos ha terminado de convencer por el poco daño que hacíamos y lo mucho que nos costaba hacer que los enemigos se tambaleasen. Estamos convencidos de que irá mejorando a medida que lo subamos de nivel y aprendamos nuevas técnicas, pero la primera toma de contacto no ha sido especialmente satisfactoria.
Por su parte, el Monje sí que lo hemos disfrutado bastante. Como podréis intuir, este trabajo lucha con los puños y su estilo de combate es brutalmente agresivo, premiando la realización de combos y la ofensiva constante para aumentar tanto nuestro daño como la velocidad a la que golpeamos, dando como resultado un trabajo muy frenético y divertido que no parece precisamente fácil de dominar.
Evidentemente, la importancia de la defensa, las esquivas y las paradas perfectas (fundamentales para regenerar nuestra barra de maná, la cual necesitaremos para lanzar hechizos y usar técnicas especiales) sigue siendo altísima con todas las clases. Nos gustaría comentaros si se ha mejorado el timing de estas acciones para hacerlas más fiables, aunque el ligero input lag que hemos sufrido al haber jugado en streaming nos ha impedido apreciar cómo de preciso es el sistema de combate en comparación a la primera versión de prueba.
Lo que sí que os podemos confirmar es que combatir sigue siendo una experiencia con muchas capas de profundidad y bastante exigente que nos obligará a jugar con cabeza y a tener los reflejos afiladísimos a poco que juguemos en Normal o Difícil, donde el título es de todo menos un paseo. De hecho, nos ha gustado mucho el detalle de que subir la dificultad no solo implique enfrentarse a enemigos más fuertes y con más vida, sino también a jefes con nuevos patrones de ataque.
Entre otras novedades, la demo también añade una nueva misión y una nueva aliada que se sumará a nuestro grupo para ayudarnos durante las batallas. Esta nueva fase se desarrolla en un bosque mágico con una dirección artística mucho más colorida que lo que habíamos visto hasta ahora, aunque a nivel gráfico sigue pareciéndonos un título muy pobre y con unos escenarios poco detallados y sin personalidad de ningún tipo.
El diseño de niveles tampoco nos ha convencido demasiado, ya que el camino a seguir es extremadamente lineal y apenas existen unos pocos desvíos y secretos que nos animen a explorar. De hecho, aquí se introduce una mecánica que nos permite cambiar las condiciones atmosféricas para hacer que llueva o salga el sol, lo que abre y cierra rutas. Este añadido tan simple que tanto juego podría haber dado a la hora de crear un nivel interesante e incluso con buenos puzles al final se acaba convirtiendo en un mero trámite para avanzar que no se explota lo más mínimo.
De esta manera, todo el interés de la misión acaba recayendo en el combate, donde sí que nos ha convencido gracias a las nuevas criaturas clásicas de Final Fantasy que se introducen y la importancia que tiene el entorno a la hora de luchar, pudiendo aprovechar, por ejemplo, los charcos, para lanzar Electro y electrocutar a nuestros enemigos. Eso sí, nosotros también tendremos que tener cuidado con estas cosas, ya que luchar sobre el agua en mitad de una tormenta eléctrica puede acabar muy mal para nosotros.
Algo hace muy bien este título es precisamente la forma en la que coloca a los rivales en cada lugar del escenario y las combinaciones de enemigos que nos plantea a cada paso, consiguiendo que luchar siempre sea una experiencia satisfactoria y variada. De todos modos, lo mejor lo tenemos, sin duda, en sus jefes.
Si Caos puso a prueba nuestro temple y nuestros reflejos en la anterior beta, en esta nueva misión hemos tenido que hacer frente a un generador capaz de invocar elementales de agua y de fuego, cada uno con sus propias técnicas y peculiaridades, obligándonos a derrotarlos para exponer el punto débil del cuerpo principal, momento en el que debíamos aprovechar para hacerle todo el daño posible. Sin embargo, una vez bajábamos su vida a la mitad los dos elementales se fusionan en una aterradora masa informe que ocupa gran parte de la pantalla, con ataques muy dañinos y poderosos hechizos que, por si no fuese suficiente, disfruta llenando el suelo trampas para dificultar nuestra movilidad.
Se trata de una batalla muy intensa que acabamos superando destrozando a los elementales de la primera fase con una clase especializada en el combate cuerpo a cuerpo, mientras que para la segunda preferimos mantener las distancias con un mago y lanzar hechizos a distancia aprovechando lo mucho que se reduce su movilidad, lo que nos sirvió para comprobar lo útil que puede llegar a resultar su versátil sistema de trabajos.
Por último, comentar que la música no decepciona y nos deja con unos temas que nos han gustado mucho que saben aportar la épica necesaria para los enfrentamientos más intensos, algo que también se puede aplicar a los efectos y a un doblaje en inglés que cuenta con actores muy conocidos dentro de la industria. Huelga decir que los textos llegarán debidamente traducidos al español.
Potencial latente
Esta nueva demo de Stranger of Paradise Final Fantasy Origin ha vuelto a reafirmar las impresiones que nos dejó su anterior versión de prueba: estamos ante un juego con unos cimientos sólidos tanto en su sistema de combate como de progresión, pero que todavía necesita mucho pulido para terminar de convencer, especialmente en lo que se refiere a su apartado audiovisual y en su planísimo e insustancial diseño de niveles, su dos grandes talones de Aquiles. Ahora mismo solo nos queda esperar y cruzar los dedos para que Team Ninja sepa sacarle el máximo partido a sus puntos fuertes y limar esas asperezas de cara a su lanzamiento, el 18 de marzo en Xbox One, PS4, PC, Xbox Series X/S y PS5.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar una nueva beta en streaming a través de Parsec.