Seamos sinceros: Stranger of Paradise Final Fantasy Origin no ha empezado su andadura precisamente con buen pie. Ni su apartado audiovisual ni su tráiler de presentación terminaron de convencer a los jugadores, algo que sumado a los problemas que sufrió su demo tras su estreno han acabado por convertir a la nueva obra de Square Enix y Team Ninja en el objeto de montones de burlas y memes en redes sociales. Pero, ¿es realmente tan malo como se estaba diciendo antes de que pudiésemos tener siquiera la oportunidad de darle un tiento?
Gameplay comentado
La lucha contra Caos
Lo primero es lo primero: Sí, ahora mismo el juego es feo como pocos hayamos visto en los últimos años. Sabemos que se trata de un título que está todavía en una fase muy temprana de su desarrollo, pero nos resulta increíble el rechazo visual que llega a provocarnos su dirección de arte y su mediocre apartado técnico, más propio de lo que vimos hace dos generaciones que de esta que acaba de empezar.
Los escenarios son muy austeros, todo es extremadamente oscuro, gris y marrón, el diseño de personajes no nos podría haber dejado más indiferentes y todavía tiene muchísimo trabajo de optimización por delante para que se llegue a mover de una forma fluida y con una resolución aceptable, por no hablar de lo toscas que resultan sus animaciones. En honor a la verdad, nos preocupa más lo visto en lo artístico que en lo puramente técnico, ya que esto último puede mejorar muchísimo a medida que avance su desarrollo, mientras que lo primero necesitará un vuelco considerable en todos los sentidos. De hecho, por mucho que sea un spin-off con claras referencias a la primera entrega de la saga, nos resulta imposible identificarlo como un Final Fantasy. Evidentemente, hay criaturas clásicas de la serie y otros elementos que intentan recordarnos que esto es un título de la licencia, pero el resultado final dista de ser el ideal, por decirlo de forma suave.
Sin embargo, si algo nos enseña esta vida es que las apariencias engañan y no hay que juzgar un libro por su portada, y una vez nos ponemos a los mandos las cosas mejoran rápidamente y descubrimos que, efectivamente, esto es un juego de Team Ninja con una base jugable muy buena, sólida y con muchísimo potencial a poco que se pula y perfeccione.
En líneas generales nos encontramos con un soulslike en el que debemos avanzar por una serie de escenarios mientras eliminamos enemigos, abrimos atajos para llegar antes a los sitios, conseguimos equipo y subimos de nivel para hacernos cada vez más fuertes. La fase que hemos podido jugar en la demo es tremendamente lineal y apenas esconde unos pocos secretos o desvíos, algo que esperamos que se mejore en la versión final con un diseño de niveles más interesante.
Pero si hay algo que nos ha gustado, eso es su sistema de combate, sorprendentemente completo, profundo y con muchas opciones de personalización. Por una parte, tenemos un botón para realizar ataques básicos y enlazar combos, aunque nuestros movimientos variarán dependiendo de la dirección que pulsemos y de si cargamos los golpes o no. Adicionalmente, con R2 podemos ejecutar poderosas técnicas especiales que consumen parte de nuestra barra de magia y que pueden variar dependiendo del combo al que las asignemos.
Para hacer las cosas un poco más interesantes, también hay que destacar que tanto los enemigos como nosotros mismos contamos con una barra de postura que, si bien puede recargarse cuando no estamos atacando o defendiendo, disminuye con cada golpe que recibimos o bloqueamos. Si este medidor baja a cero, quedaremos aturdidos y seremos completamente vulnerables durante unos segundos, mientras que si hacemos lo propio con nuestros rivales se nos abrirá la posibilidad de rematarlos con una espectacular ejecución que, además, recargará nuestros puntos de magia.
Aquí es cuando entra en juego la Corazánima, un movimiento que a efectos prácticos funciona como una parada. Sí, consume parte de nuestra barra de postura, pero cada bloqueo perfecto que hagamos de esta manera aumentará considerablemente nuestras reservas mágicas, pudiendo llegar a copiar incluso determinados ataques del enemigo. Con todo esto se crea un interesantísimo sistema de combate con un ritmo muy bien medido en el que debemos gestionar varios tipos de recursos y valorar constantemente los riesgos y recompensas de nuestras acciones.
Lo mejor es que la cosa no termina aquí, pues también debemos hablar de su sistema de trabajos, una mecánica que nos permitirá equiparnos con dos clases distintas entre las que podremos alternar con tan solo pulsar el botón triángulo, algo que puede llegar a hacerse incluso dentro de un mismo combo, cambiando así todo nuestro conjunto de habilidades, nuestras estadísticas y nuestro equipo. En esta versión de prueba solo hay tres con sus correspondientes versiones avanzadas, pero ya nos ha servido para comprobar lo genialmente diferenciadas que están y las muchas posibilidades que nos abren a la hora de configurar a nuestro héroe.
Mentiríamos si os dijésemos que no nos ha enganchado bastante su propuesta gracias a lo bien diseñadas que están sus mecánicas y a lo adictivo que resulta conseguir piezas de equipo cada vez mejores al mismo tiempo que subimos de nivel nuestros trabajamos y desbloqueamos más técnicas y pasivas en sus árboles de talentos, aunque tampoco es oro todo lo que reluce y hay cosas que deben mejorarse, como el incómodo sistema de hechizos de las clases mágicas, las bruscas transiciones de las animaciones, la inútil IA aliada de nuestros compañeros de armas o algunos errores en la detección de colisiones, aspectos que con algo de mimo y pulido estamos convencidos que se acabarán solventando antes de que llegue a las tiendas.
No queremos terminar este artículo sin destacar lo fantástica y durísima que es la batalla contra Caos Latente, el jefe final de la demo, una lucha que nos ha obligado a aprender a jugar de verdad y cuya segunda fase nos ha hecho sudar sangre para salir victoriosos, por lo que si esto es representativo de lo que nos espera en el resto del juego, parece claro que dichos enfrentamientos van a ser uno de sus platos fuertes. Por último, comentar que lo poco que hemos escuchado de la banda sonora nos ha gustado, especialmente la partitura que suena durante la última pelea: épica, intensa y con algunas notas extraídas directamente del tema de batalla del primer Final Fantasy.
Una base prometedora
Stranger of Paradise Final Fantasy Origin tiene ahora a mucha gente en su contra, pero si algo nos ha demostrado esta demo es que más allá de su cuestionable dirección artística y su mediocre apartado técnico se esconde una base jugable divertida y con mucho potencial. Team Ninja sabe cómo hacer buenos juegos de acción y este nuevo proyecto parece ir bien encaminado. Sí, tiene algunos problemas graves, está todavía en una fase de desarrollo muy temprana y hay cosas que necesitan una revisión urgente, pero a poco que se terminen de pulir estos defectos, el resultado final podría acabar por sorprender a más de uno y de dos.
Hemos realizado estas impresiones tras descargar la demo del juego desde PlayStation Store.
