En el E3 del pasado año la demostración de Watch Dogs dejó a todos boquiabiertos, y no fueron pocos los que dudaron de su veracidad, de si esa demo corría en tiempo real y de si las enormes posibilidades jugables que nos presentaba iban a ser tales en un incierto producto final, sin ni siquiera fecha de lanzamiento aproximada o plataformas confirmadas por entonces. La gran acogida que tuvo su presentación en aquella feria ha conseguido que Ubisoft apueste fuerte por el proyecto, que haya acelerado su producción, y que a estas alturas, con cuatro años de desarrollo a sus espaldas, sea algo tangible, real y muy prometedor.
El pasado miércoles viajamos a París para ver una nueva demostración en directo de Watch Dogs, aunque todavía no pudimos echarle el guante encima y probarlo directamente, para lo que habrá que esperar quizás al E3. Esta no fue la típica demo de 10-15 minutos en la que los desarrolladores te enseñan exactamente lo que quieren, en la que tienen todo controlado y en la que nada falla. Cogieron un código del juego en PC muy reciente, compilado el pasado sábado, y se pusieron a jugar sin más, mientras el director creativo, Jonathan Morin, nos iba explicando distintos aspectos.
Estamos ante un juego de acción y aventura en mundo abierto, un sandbox en toda regla, un género del que recibiremos potentes apuestas en los próximos meses, como Grand Theft Auto V, Saints Row IV, o el nuevo Assassin's Creed, al que perfectamente se podría ubicar dentro de este género. ¿Qué va a diferenciar a Watch Dogs de todos estos juegos? Pues principalmente la manera de relacionarnos con nuestro entorno, más vivo y activo que nunca, la ciudad, un personaje ciertamente impredecible y en constante movimiento. Un sandbox en el que simplemente paseando por la calle veremos cómo ocurren cosas, en las que podemos intervenir o no, pudiendo dejar el hilo argumental aparcado durante horas, siempre habrá algo que hacer, nunca sabemos que nos deparará la siguiente partida.
Watch Dogs se desarrolla en la ciudad norteamericana de Chicago, en un futuro cercano y sobre todo muy creíble, y de esta verosimilitud se empapa toda la obra y le hace diferenciarse de tantos otros juegos de mundo abierto, más alocados o fantásticos. Una ciudad donde todos y todo está conectado, algo de lo que se valdrá nuestro protagonista para controlarla a su antojo, Aiden Pearce, un brillante hacker cuyo pasado criminal ha terminado teniendo desgraciadas consecuencia para su propia familia, lo que le hace convertirse en un vigilante. Una especie de héroe de las calles que combatirá el crimen a la vez que huye de la policía, en un rol que nos recuerda un poco al mítico personaje de cómic Spider-Man.
La historia explorará el impacto de la tecnología en la sociedad, de cómo por cada nueva pequeña comodidad o avance que conseguimos vamos perdiendo un poco de privacidad, dejando un rastro digital que registra todos nuestros movimientos, quiénes somos, lo que hicimos en nuestro pasado, lo que nos gusta o nos disgusta, hasta llegar un momento en el que nuestra privacidad estará en las manos de las grandes empresas y los que nos gobiernan, pudiendo hacer con esa información absolutamente lo que quieran. No solo las personas estamos conectadas, también las ciudades, con sus infraestructuras urbanas monitorizadas y controladas por sistemas operativos complejos; la red de transportes, el suministro eléctrico y de agua, el tráfico, las cámaras de seguridad y un larguísimo etcétera.
En Watch Dogs a este sistema se le llama el sistema operativo central (ctOS), y controla casi todas las piezas de la tecnología de la ciudad, contando además con la información clave sobre todos los habitantes. Nuestro protagonista es capaz de acceder a este sistema y controlar y hackear todo lo que le rodea, simplemente con el uso de un teléfono inteligente, lo que abre un abanico de infinitas posibilidades, sobre las que giran gran parte de las mecánicas jugables, sobre todo las más originales y frescas.
Ya sea a pie, montados en un vehículo, durante una trepidante persecución o tiroteo, o en una fase de infiltración y sigilo, siempre podemos usar el entorno a nuestro favor, la ciudad es nuestra principal arma. Veremos iconos en distintos lugares del escenario que nos indican que podemos interactuar con ellos mediante nuestro teléfono inteligente o smartphone, por ejemplo los semáforos que podemos cambiar de color, creando brutales accidentes, puertas de garajes que podemos abrir o cerrar, puentes levadizos que podemos subir o bajar, parar trenes en marcha, sacar pivotes de acero del asfalto para cortar una calle, piratear cajeros para sacar dinero, controlar las cámaras de vídeo para que no nos vean cometer alguna fechoría, o bien ser nosotros los que observamos a otros... Un sinfín de posibilidades, que muchas veces podremos usar con calma y detenimiento, pero otras, en mitad de una alocada persecución, habrá que improvisar sobre la marcha.
Por muy brillantes que seamos como hackers, la red de seguridad de la ciudad se defenderá ante nuestros ataques, y tendremos que ir progresando como personaje, habrá un pequeño toque rolero, mejoraremos y obtendremos nuevas habilidades con el paso de las horas. El importante sistema operativo central, el ctOS, tiene una serie de unidades centrales repartidas por la ciudad, que tendremos que hackear para obtener un mayor dominio de la respectiva zona. Estas unidades centrales se encuentran en una especie de bases muy bien protegidas que nos recordaron y mucho a los campamentos de Far Cry 3 o las fortalezas de Assassin's Creed. Unos lugares en los que podremos entrar por la fuerza bruta o bien utilizando el sigilo, eliminado guardias por la espalda sin que nos vean, controlando las cámaras de seguridad, así hasta llegar al dispositivo central, que una vez pirateado nos dará un mayor control de los alrededores.
Una vez hecho esto podremos hackear los teléfonos móviles de la zona, controlar los semáforos, escuchar conversaciones ajenas, robar dinero de las cuentas de los ciudadanos, etcétera, pero ojo, porque nuestras acciones tendrán consecuencias, y habrá un sistema de reputación, recibiendo puntos positivos si hacemos el bien, por ejemplo deteniendo criminales. Si nos ven hackear o hacer el bestia aumentaremos nuestra notoriedad, y al estar en una ciudad poblada de cámaras de vigilancia, la policía no dudará en venir en nuestra busca, ya sea porque nos vean o porque un civil les haya llamado por teléfono. Presenciamos una escena relacionada con esto bastante curiosa.
Entramos en una tienda que vendía armas y munición -habrá más de 30 tipos de armas disponibles-, y mientras ojeábamos los productos, en un televisor detrás del mostrador, apareció el rostro de Aiden Pearce, que estaba siendo buscado por la policía. El dependiente, mientras nosotros estábamos absortos contemplando los precios, avisó de la manera más discreta posible a la policía, que se plantó en unos pocos segundos en las inmediaciones del local, desatándose una prolongada y vertiginosa persecución. En otro momento, probaron a disparar al suelo entre un grupo de civiles, viendo las distintas reacciones, desde unos que echaron a correr despavoridos, hasta un tipo que se apartó unos metros y se puso a llamar con su teléfono a la policía. Por suerte pudimos arrebatarle el móvil de las manos y destrozarlo contra el suelo, aunque habrá otro métodos más sutiles y menos drásticos de estropear o interceptar las comunicaciones de una zona.
La conducción de vehículos es uno de los elementos más importantes y cuidados en Watch Dogs, algo que siempre se agradece en un sandbox en el que tendremos que pasar bastante tiempo montados en coches y motos, ya sea para llegar a un lugar concreto o para perseguir a alguien o simplemente huir. Habrá más de 65 tipos de vehículos , incluso muchos de ellos reales, y se ha realizado un gran trabajo en cuanto a las físicas y los desperfectos que sufren estos. La policía no solo nos persigue en coche, también lo hace en helicóptero, y tendremos que sacar a relucir toda nuestra astucia para darles esquinazo.
Ya os hemos hablado de cambiar el color de los semáforos, de levantar barreras, abrir puertas, algo que puede parecer demasiado complejo hacer a toda velocidad mientras conducimos un coche. Para esto, y para otras muchas cosas, tenemos una acción muy importante, ralentizar el tiempo durante unos segundos, un tiempo bala a lo Max Payne. Podemos hacerlo en cualquier momento siempre y cuando nos quede algún fragmento de una barra que mide este poder, y lo podemos utilizar tanto en las persecuciones en coche, como en los tiroteos a pie, para disparar a un enemigo de manera más precisa, o por ejemplo a las ruedas de un coche en marcha. Esta barra se agota, por lo que habrá que administrarla con cabeza.
Las escenas de acción con armas de fuego cuentan con un sistema de coberturas clásico, el que me hemos visto tantas veces a lo largo de esta generación que funciona pulsando un botón cerca de una superficie. También hay combate cuerpo a cuerpo, aunque este no lo hemos podido contemplar en detalle, solo hemos visto como el protagonista usa una porra con la que golpea o asfixia a sus enemigos. El protagonista es muy ágil, se mueve rápido, da grandes saltos, escala distintas superficies, y gracias a esto parece que explorar la ciudad será un placer, nunca nada tedioso, además de permitir persecuciones a pie muy emocionantes, a lo Assassin´s Creed.
Lo curioso de esta demostración fue que no mostraron ninguna misión de la trama principal ni detalles argumentales, solo se limitaron a explorar la ciudad y "juguetear" con ella, viendo cómo surgen eventos dinámicos. En el mapa a veces aparecen zonas con una especie de interferencia, que nos indica que allí se va a cometer un crimen. Una vez llegamos a la zona, no sabemos quién será el criminal o la víctima, empezando una labor detectivesca en la que debemos observar a los ciudadanos. Al apuntarles con nuestro smartphone, nos aparece su nombre, profesión, el dinero que tiene en la cuenta bancaria, y algún detalle muy concreto y por lo general curioso. Que es un ex militar que estuvo en la guerra de Irak, que tiene cáncer de estómago, que es un adicto a las drogas, que pertenece a un lobby pro-vida, o hasta una mujer de la que como información nos apareció que había hecho una película porno en la escuela...
Cuando estamos en un área del delito, al apuntar a los ciudadanos con el teléfono, además de todos estos datos, aparece un barra de porcentaje que se va llenando en tiempo real, y que nos indica la probabilidad de cometer o ser víctima de un crimen. Hay que mantenerse al margen y escondidos ya que nuestra presencia puede alertar al criminal, y para observar el entorno nos podemos valer de las numerosas y muy valiosas cámaras de vigilancia. Una vez que tengamos bastante seguro por el elevado porcentaje la persona que va a cometer el crimen, tendremos que decidir en qué momento intervenir. Pararle los pies justo a tiempo para que no cometa el crimen -un asesinato, un robo, una paliza-, o bien esperar a que cometa la fechoría y después intentar pararle los pies, unas escenas que parece casi siempre derivarán en una trepidante persecución
La ciudad como ya hemos mencionado no es un simple escenario o un elemento pasivo, sino un elemento clave dentro de las mecánicas jugables, con vida propia. Preguntamos al director creativo, Jonathan Morin, sobre el tamaño de esta, y nos dijo que será bastante grande, pero que la clave no está en su tamaño, sino en su profundidad y densidad, pudiendo explorar multitud de calles y callejones, tejados e interiores, existiendo su lado palpable, el físico, pero también la "capa" digital, igual de importante.
Vimos cómo se podrá hackear hasta la red entera de un edificio, y conectarnos a cámaras como webcams, portátiles o tablets que nos muestren el interior de las viviendas. En el ejemplo que nos mostraron pincharon una cámara de un hogar un tanto peculiar, con un tipo en un sofá tomándose una cerveza mientras hablaba con un maniquí femenino, una escena bastante simpática y que nos sirvió para comprobar que también habrá espacio para el humor dentro de Watch Dogs.
La recreación de la ciudad de Chicago, a todos los niveles, es de las más cuidadas que hemos visto nunca en un videojuego, con mil y un detalles. Las condiciones atmosféricas cambian en tiempo real, vimos cómo se ponía a llover de manera muy natural, pero lo mejor de todo es cómo los ciudadanos reaccionan a esto, así como a la hora del día o lo que nosotros hacemos. Si es un día soleado, habrá más gente por las calles, y estarán más contentos y ociosos, si llueve, todo el mundo va con mucha prisa con su paraguas, y hacen un mayor uso de los taxis. De noche hay evidentemente menos gente deambulando por las calles, y aumenta la probabilidad de que se cometan crímenes.
Se ha desarrollado un complejo sistema de corrientes de aire en tiempo real, que afecta a todas las físicas del entorno, y puedes ver cómo se mecen las ramas de los árboles, la hierba, cómo se mueven las hojas en el suelo o la basura como latas y plásticos, afectando también al movimiento de la ropa en los personajes, o la propagación del fuego en el caso de las explosiones, una pasada. Todo está muy cuidado, y a veces cuesta no perderse alguno de los muchos detalles. Por ejemplo nos pareció curioso cómo los otros conductores reaccionan a un accidente, ya que no siguen como si tal cosa, sino que detienen el vehículo y se bajan doloridos, llevándose la mano al cuello de manera muy realista.
Ya os hemos hablado del importante papel del teléfono inteligente o smartphone que lleva el protagonista en todo momento, pero todavía nos mostraron más cosas que podremos hacer con él aparte de hackear. El uso de este nos recuerda un poco a lo que vimos hace años en GTA IV, pero potenciado hasta límites insospechados. En el teléfono puedes ver la hora, el dinero que tienes, acceder a una red social, mandar y recibir mensajes, hay una tienda online al estilo App Store, una guía de supervivencia, un reproductor musical donde puedes crear tus listas personalizadas de temas, y mediante el hackeo hasta podremos guardar la música que suena en los lugares públicos, o incluso cambiarla. Imagínate llegar a la elegante terraza de una cafetería donde suena música clásica, y poner a todo trapo un tema de rock duro para sorpresa de los clientes.
Por tener hasta se han incluido juegos dentro del propio smartphone, unos minijuegos de realidad aumentada que se juegan en las calles de la ciudad. Nos mostraron uno en el que empezaban aparecer a nuestro alrededor alienígenas a los que teníamos que disparar -imaginariamente-, contando con un sistema de vidas, tiempo y puntuaciones, que podremos subir a marcadores en línea y comparar con otros jugadores. De estos minijuegos se está encargando Ubisoft Reflections, los creadores de Driver que colaboran en Watch Dogs, y que han prometido enseñarnos más de estos juegos en el E3, al parecer algunos serán sorprendentes.
En cuanto a contenido, tendremos más de 100 misiones disponibles, y atención, según el director creativo, para el jugador medio, que combine un poco el moverse libremente por la ciudad con pasarse la historia, tendrá unas 35 horas de duración. Si alguien quiere hacer absolutamente todo lo que ofrece Watch Dogs, podrá llevarle más de 100 horas, sin contar el tiempo que puedas dedicarle al multijugador.
Sobre el multijugador, este no era el evento para desvelar sus detalles, algo que harán más adelante, pero sí que nos dieron algunas pistas, que nos dejaron un poco más claro por dónde irán los tiros. Se ubicará en el mismo mundo del modo para un jugador, y podremos crear nuestro propio personaje. Con este, al parecer podremos entrar en las partidas de otros usuarios que estén jugando el modo para un jugador, y echarles una mano, incluso desde las sombras, sin que ni siquiera se lleguen a dar cuenta de que les hemos ayudado. No sabemos si también podremos fastidiar a otros jugadores, pero todo esto nos suena un poco a lo visto en Demon's Souls y Dark Souls, el apasionante juego de rol y acción de From Software. Parece que habrá también cabida para situaciones multijugador más clásicas, y vimos en un pequeño vídeo una persecución en coche entre unos 5 o 6 jugadores. Ya habrá tiempo de conocer sus detalles, pero sin duda estaremos ante un multijugador muy ambicioso y con ganas de proponer cosas nuevas, como el resto del juego.
Todo esto lo mueve el Disrupt, un nuevo motor gráfico creado para la ocasión, que cuenta con algunos elementos de otros motores de Ubi, y que propone cosas tan ambiciosas como el avanzado sistema de efectos de viento dinámico, o físicas avanzadas del agua nunca vistas. Están intentado que el entorno sea lo más interactuable posible, con multitud de objetos destruibles de manera realista, ya sea con los disparos de las armas o estrellando vehículos. Las animaciones del personaje son una pasada, muy fluidas y rápidas, y los escenarios están repletos de detalles.
La demo que vimos corría en PC, y como ya se habían percatado muchos, el juego no se ve tan imponente o perfecto como en su primera demostración en el pasado E3. Estábamos ante una beta y tenía algunos defectos visuales que se corregirán de cara al producto final, pero no tenemos dudas de que en el momento que salga, este mes de noviembre, será uno de los juegos técnicamente más punteros vistos nunca, sobre todo en PC y las nuevas consolas.
También es cierto que da un poco la sensación de estar a caballo entre dos generaciones, y que dentro de unos meses o un año, cuando aparezcan juegos desarrollados desde cero para la nueva generación, no nos parecerá para tanto. Veremos cómo se las apañan también para portarlo a Xbox 360, PlayStation 3 y Wii U, ya que es un juego técnicamente muy ambicioso, quizás no tanto en términos de texturas y modelos poligonales, pero sí en físicas avanzadas, cantidad de elementos en pantalla, y cosas tan chulas como los efectos dinámicos de viento y agua, o la sofisticada iluminación.
Uno de los títulos más prometedores de este año
Tenemos muchísimas ganas a Watch Dogs, primero por ser una marca o saga nueva, lo que siempre se agradece, y segundo porque enmarcándose dentro del popular género de los sandbox, propone cosas distintas y muy ambiciosas. Después de ver una larga demo funcionando en tiempo real, ha pasado de ser un concepto atractivo a toda una realidad que funciona a la perfección. Queda por conocer en qué consiste exactamente el enigmático multijugador, si el hilo argumental principal será lo suficientemente elaborado e interesante, y si sus mecánicas jugables son siempre variadas y se mantienen frescas durante toda la aventura, algo que no sabremos hasta que no tengamos el juego final en nuestras manos. Saldrá el 21 de noviembre en PlayStation 3, Xbox 360, Wii U y PC, y acompañará el lanzamiento de PlayStation 4 y la nueva Xbox, y creednos, la expectación que está levantando está más que justificada.