Tras los excelentes Tomb Raider (2013) y Rise of the Tomb Raider (2015), el 14 de septiembre llega Shadow of the Tomb Raider, el capítulo final de una trilogía centrada en contarnos los orígenes de Lara Croft, que ha hecho las delicias de los amantes de las aventuras de acción, y que ha devuelto a la saga a los niveles de popularidad y satisfacción con los que comenzó hace más de 20 años, aunque con unos ingredientes ligeramente diferentes.
En esta ocasión Eidos Montreal (Thief,
Ya hemos podido jugar a una demostración de Shadow of the Tomb Raider, de menos de una hora de duración, y tenemos bastante claro cuáles van a ser sus principales virtudes y pocos defectos, a falta evidentemente de disfrutar de la aventura al completo y conocer algunas de las sorpresas que, imaginamos, Square Enix tiene reservadas en la recta final hacia su lanzamiento, para el que quedan menos de cinco meses.
El Apocalipsis va a llegar
Como podéis imaginar el juego comienza justo donde lo dejó Rise of the Tomb Raider, así que no vamos a entrar en demasiados detalles argumentales, por si todavía no os habéis puesto al día con la saga.
La aventura comienza en un pequeño poblado mexicano, con Lara siguiendo la pista de un artefacto, que también persigue la Orden de la Trinidad, los grandes villanos de esta trilogía.
Estamos en una alegre y colorida fiesta en la plaza del pueblo, en la que están celebrando el Día de Muertos, y aquí podemos explorar de manera limitada el entorno, pudiendo hablar e interactuar con algunos personajes, en un momento narrativo que inevitablemente recuerda a la saga Uncharted, con la que nunca se han dejado de comparar a estas nuevas aventuras de Lara Croft. Es evidente la fuente de inspiración de esta secuencia, como lo es el hecho de que Tomb Raider prácticamente inventó este tipo de aventuras, y tiene derecho a tomar prestadas las ideas que han aportado los juegos que en estos últimos años han nacido gracias a ella.
Tras esta breve secuencia en la que además nos demuestran el poderío gráfico del juego, comienza la acción, en unos primeros minutos en los que nos recuerdan las nociones básicas de los movimientos y el sigilo, muy importante en estas últimas aventuras, y más si cabe en Shadow of the Tomb Raider, donde Lara se convertirá en una auténtica depredadora en la jungla, el lugar donde transcurrirá la mayor parte del juego.
Ahora tendremos nuevos movimientos y ejecuciones para acabar con los enemigos con sigilo, y hay una nueva mecánica que nos ha gustado mucho, con la que Lara se puede pegar a muros cubiertos de vegetación, mimetizándose con el entorno. Por lo demás la acción y los tiroteos parecen muy similares a los de los dos últimos juegos, haciendo mucho hincapié en que sepas moverte con destreza por el escenario y utilices los objetos del entorno para acabar más fácilmente con los enemigos.
Es en la exploración y el plataformeo donde sí vimos dos novedades bastante importantes. Ahora en las paredes que escalamos con los piolets podemos hacer rápel y descolgarnos con una cuerda, lo que nos puede servir tanto para llegar a lugares a muchos metros por debajo como para balancearnos o correr por paredes. Y sí, recuerda mucho a la cuerda de Uncharted, aunque aquí menos "guionizado" o "scriptado", con total libertad para usar la cuerda cuando queramos, lo que proporciona un plataformeo más orgánico y convincente, en el que es posible fallar y morir con bastante facilidad.
Otra novedad que va a alegrar muchos a los mayores fans de la saga es que por fin podemos bucear con total libertad, volviendo las escenas acuáticas tan características y tensas desde los primeros Tomb Raider. Para demostrarnos esta nueva característica, vivimos una escena de submarinismo realmente angustiosa, con Lara quedándose sin oxígeno entre unas estrechas paredes de roca, en un momento que no va a hacer mucha gracia a los que padezcan claustrofobia.
En un detalle bastante importante, que le da coherencia jugable y argumental a esta trilogía, Lara no ha olvidado las habilidades o destrezas de su última aventura, las tiene disponibles desde el comienzo del juego, y eso ayuda a creernos una encarnación del personaje más experimentada y madura, que culmina el crecimiento del personaje en esta trilogía de orígenes.
Lara Croft es más letal e implacable que nunca, algo que se refleja en sus acciones, y la ambientación en la jungla con abundante ambientación, agua y barro -es genial cómo el personaje se mancha completamente y obtiene un improvisado camuflaje natural-, nos recordó a películas como Depredador o Rambo, con el exótico a la par que inquietante toque que aporta el Apocalipsis maya, que nos recuerda a la genial Apocalypto de Mel Gibson.
Aunque Lara ya esté a punto de convertirse en la heroína definitiva, evidentemente seguiremos aprendiendo nuevos movimientos y habilidades en esta entrega, como vimos por una zona a la que no podíamos acceder en este momento por no tener desbloqueada la acción o el objeto adecuado, dejándonos claro que la exploración y el volver a zonas que ya habíamos superado -backtracking- volverá a ser importante.
Tras superar una zona de acantilados visualmente espectacular en la que poníamos en práctica las nuevas habilidades de escalada con el sistema de rápel, llegábamos a una tumba, las zonas de exploración, puzles y plataformeos que mucho consideramos fueron lo mejor de Rise of the Tomb Raider, y que parece que aquí se seguirá apostando muy fuerte por ellas. Al ser el inicio del juego ni lo saltos ni los puzles eran muy complicados, pero sí muy satisfactorios, al igual que el entorno en el que se desarrollaba esta escena, con una ambientación genial.
Sí nos llamó la atención la gran presencia de trampas que teníamos que descubrir a tiempo para no caer en ellas, y parece que serán más importantes en esta entrega, tanto en cantidad como en variedad. No sabemos todavía si habrá más tumbas que en la anterior entrega, y si estas serán más elaboradas y complicadas, pero esperamos que hayan tomado esa dirección, al menos en las opcionales.
La demo culminaba con una escena jugable que no podía ser más espectacular: un tsunami en el pueblo mexicano del principio de la demo, demostrando el equipo de Eidos Montreal que no solo Naughty Dog sabe hacer este tipo de secuencias capaces de desencajar mandíbulas. Además de la exploración, el plataformeo, los tiroteos y los puzles habituales, esperamos que también nos brinden más escenas como esta, que en pequeñas dosis siempre se agradecen.
Probamos el juego en su versión de Xbox One X, y podemos decir que visualmente es espectacular, tanto por la cuidada dirección de arte como por puro músculo técnico, como ya lo era la anterior entrega. No esperéis un gran salto visual respecto al anterior juego, pero tampoco creemos que haga falta, ya se veía sensacional, y sí sentimos por curiosidad por saber la escala de este, cómo va a ser de grande.
También queremos saber si su ambientación, la jungla peruana, que en un principio nos resulta muy atractiva, será capaz de ofrecer la suficiente variedad de localizaciones, y es posible que todavía se guarden algunas sorpresas en cuanto a los lugares que visitaremos en esta aventura.
Lara Croft vuelve en plena forma
Todavía no hemos jugado lo suficiente para saber si Eidos Montreal será capaz de igualar o superar la calidad de los anteriores juegos desarrollados por Crystal Dynamics, pero sí lo suficiente para saber que no hay motivos para temer, y promete ser, de nuevo, una gran aventura de acción. Sí es cierto que tres Tomb Raider en cinco años son muchos, y eso se nota en la falta de novedades importantes, en un juego que va a ser acusado de continuista, algo que no es necesariamente malo cuando recoge y respeta el legado de dos juegos tan buenos.
Shadow of the Tomb Raider se pondrá a la venta el 14 de septiembre en Xbox One, PS4 y PC.
Hemos podido probar el juego en su versión de Xbox One X en un evento celebrado en Londres al que fuimos invitados por Square Enix.
