Nioh es uno de esos juegos que nunca creímos que llegarían a ver la luz del sol. No en vano, el título se anunció en el 2005 como uno de los primeros representantes del catálogo inicial de PlayStation 3, aunque los años pasaban y pasaban sin que el proyecto diera señales de vida. A pesar de ello, en Koei Tecmo siempre se mantuvieron firmes asegurando que no estaba cancelado.
Finalmente fue el año pasado, una década después de su anuncio, cuando Nioh se mostró ante el gran público durante el Tokyo Game Show 2015, confirmando que esta aventura sobrenatural había dado el salto a PlayStation 4 tras haber pasado por tres etapas de desarrollo diferentes antes de que Team Ninja diera con la clave para llevar el juego a buen puerto.
Ahora, por fin hemos podido probar esta esperada y prometedora propuesta gracias a la demo gratuita que la compañía ha estrenado en PlayStation Store, lo que nos ha permitido hacernos una buena idea de qué será lo que nos encontraremos cuando se ponga a la venta su versión final.
Resumiendo de forma rápida, podríamos describir Nioh como una especie de clon de los Souls de From Software, aunque con una ambientación japonesa medieval fantástica repleta de elementos propios del folclore del País del Sol Naciente que nos ha recordado muchísimo a los clásicos Onimusha por su enfoque serio, oscuro y adulto. A esta mezcla también tendríamos que sumarle un sistema de loot (botín) heredado de juegos como Diablo y un protagonista sospechosamente parecido a Geralt de Rivia, el personaje principal de The Witcher.
Desde luego, la combinación de todos estos elementos suena muy interesante, aunque vayamos por partes, ya que también sabe aportar sus propias ideas para diferenciarse de sus competidores. Al igual que en Dark Souls, tendremos que recorrer una serie de niveles repletos de enemigos y trampas de todo tipo mientras exploramos, encontramos tesoros, conseguimos mejores armas y piezas de equipo y abrimos atajos que nos permitan llegar rápidamente a sus diferentes zonas.
El progreso y el avance por ellos imita paso por paso las enseñanzas de los juegos de From Software, con unos santuarios que hacen las veces de hogueras, de modo que cada vez que toquemos uno recuperaremos nuestra salud, se rellenarán nuestros elixires y reaparecerán todos los enemigos que hubiésemos matado. Además, en ellos podremos subir de nivel con la amrita que hayamos reunido eliminando rivales (y sí, lo habéis adivinado, si morimos perderemos toda la que lleváramos encima a menos que volvamos al lugar de nuestra muerte para reclamarla), un proceso que se realiza mejorando atributos de forma individual.
En estos templos también tendremos la posibilidad de desbloquear servicios adicionales, como la de pagar una cantidad de dinero concreta (recurso independiente de la amrita) para obtener una bendición, vender equipo o poder invocar a otros jugadores para que nos ayuden (algo que no hemos podido probar, ya que el juego no nos ha encontrado a nadie cuando activábamos esta función).
En lo que respecta al sistema de combate, este es probablemente uno de los puntos en los que más se diferencia de su principal fuente de inspiración. Sí, mantiene la mecánica de una barra de energía para limitar nuestros movimientos, pero la velocidad a la que se desarrollan es mucho mayor y las posibilidades de combos y técnicas que ofrece lo acercan más a un hack and slash (aunque todo se realiza con unas combinaciones de botones muy simples y sencillas).
Lo más interesante es el hecho de que nuestro personaje puede adoptar diversas posturas de combate y cada una de ella nos dará unos beneficios u otros, además de cambiar la forma en la que golpeamos, algo que también dependerá del arma que llevemos equipada. De este modo, con la postura alta realizaremos golpes lentos pero devastadores, mientras que con la media mantendremos un equilibrio y nuestros bloqueos serán mucho más efectivos. Por otra parte, con la baja nuestros tajos serán flojos, pero atacaremos a tanta velocidad que nuestros enemigos no tendrán tiempo para reaccionar, y finalmente tendremos una con el arma enfundada que nos permitirá realizar una serie de técnicas concretas.
A medida que juguemos iremos consiguiendo puntos de habilidad que nos permitirán potenciar lo que podemos hacer con cada una de estas posturas, ya sea desbloqueando movimientos nuevos, reduciendo el coste de energía o aumentando su poder de ataque.
Un detalle muy importante que hay que tener en cuenta es que cuando estemos sin energía nos quedaremos sin poder hacer nada durante unos segundos, por lo que la gestión de nuestro ki resulta vital para garantizar nuestro avance. Y no nos referimos solo a cuando nos drenan toda la barra mientras bloqueamos, sino también cuando esto ocurre con cualquier otra acción, como correr, esquivar o atacar, lo que evitará que vayamos golpeando y esquivando a lo loco mientras machacamos botones.
Algo que nos ha gustado muchísimo es que nuestros enemigos también se rigen por las mismas reglas, lo que se traduce en unos enfrentamientos muy interesantes y tácticos en los que buscaremos mantener nuestra energía al máximo mientras cansamos a nuestros rivales (podemos ver tanto sus medidores de vida como de ki) y actuamos en consecuencia de las poses de combate que vayan adoptando.
Eso sí, ya os vamos avisando de que se trata de un juego dificilísimo. La muerte es una constante y aunque la demo no es especialmente larga, con la de veces que caeréis en combate os durará unas cuantas horas con casi total seguridad. Los enemigos hacen muchísimo daño, pudiendo eliminarnos en tan solo un combo o un par de golpes, aguantan bien y a la que se juntan un par de ellos nos las veremos y desearemos para que no nos despedacen.
Y todo esto es refiriéndonos a los humanos, ya que en el momento en el que entran en juego los yokais (demonios y monstruos japoneses) la dificultad se dispara al ser mucho más resistentes e incansables, además de fuertes. No sabemos si esto es algo que se mantendrá de este modo en la versión final o si se implementarán niveles de dificultad, pero ahora mismo se trata de una aventura capaz de desmoralizar a los jugadores más veteranos, requiriendo de mucha paciencia, práctica y habilidad.
Al principio de este texto comentamos que tenemos un sistema de botín muy parecido a lo visto en los juegos tipo Diablo, por lo que podremos conseguir todo tipo de armas y piezas de equipo de nuestros enemigos caídos, todas ellas con sus características y propiedades otorgadas de forma aleatoria, por lo que el cambio de unas a otras suele ser algo bastante frecuente. También cuentan con un código de colores para indicar su rareza y, al igual que en Dark Souls, su peso afectará a nuestra movilidad dependiendo de nuestra capacidad de carga.
Un detalle que nos ha llamado mucho la atención es su particular visión del juego asíncrono. Cuando alguien muere seguiremos viendo su "mancha de sangre" en nuestra partida, aunque al tocarla no presenciaremos sus últimos momentos de vida, sino que aparecerá su espectro para hacernos frente. Por suerte, podremos comprobar su nivel y equipo antes de decidir si queremos invocarlo o no para no llevarnos sorpresas desagradables.
En lo referente a su apartado gráfico, tenemos un título muy vistoso y con un buen diseño artístico que le confiere una ambientación muy llamativa e interesante. Los modelados están muy conseguidos, especialmente en el caso de nuestro protagonista y los yokais, cuenta con algunos efectos gráficos muy conseguidos para las técnicas especiales y las texturas no están nada mal. Además, nos dan la posibilidad de priorizar la resolución sobre la tasa de imágenes por segundo o viceversa, aunque en ambos casos nos ha parecido que no va del todo fino, algo normal considerando que se trata de una alfa (de todos modos es perfectamente jugable y las caídas que sufre no nos han parecido molestas).
El sonido es probablemente lo que menos nos ha llamado la atención, con una banda sonora un tanto discreta (eso sí, está lejos de ser mala) por los pocos temas que hemos podido escuchar, y unos efectos que cumplen su función correctamente y ayudan a ambientar, pero sin llegar a destacar. Algo parecido podríamos decir del doblaje inglés: simplemente correcto. Los textos de la alfa ya están traducidos al español, así que podréis enteraros fácilmente de todo.
Por lo jugado en esta demo, Nioh ha conseguido convencernos. La mezcla de elementos de la que hace gala funciona muy bien y las ideas propias que aporta le confieren la suficiente personalidad como para destacar y diferenciarse, a pesar de sus claras influencias. Todavía queda un largo camino hasta que alcance su versión final y tenemos mucha curiosidad por descubrir hasta dónde será capaz de llegar, si su dificultad estará bien medida y equilibrada y si su diseño de nivel estará a la altura de lo que se espera de un juego de estas características.
De momento, nos quedamos con que Team Ninja está en el buen camino para ofrecernos, como mínimo, un juego digno de ser disfrutado por cualquier amante de los grandes retos y la obra de From Software, pero como no hay nada mejor para sacar nuestras propias conclusiones que jugando nosotros mismos, os animamos a que descarguéis la demo y descubráis si esta aventura es para vosotros o no. Además, obtendréis un contenido descargable exclusivo en el caso de que seáis capaces de llegar hasta el final, un buen aliciente para darle una más que merecida oportunidad.
Hemos probado el juego descargándonos su demo alfa desde PlayStation Store.