Kingdom Hearts III ha centrado toda la promoción de Square Enix durante los últimos meses, y no es para menos: se trata de uno de los proyectos más largamente esperados por los fans de la saga. Pero la compañía tiene más aventuras en preparación para principios de 2019 y una de ellos es Left Alive, el juego de acción y sigilo ambientado en el universo de Front Mission.
De este proyecto ya os hablamos hace algo más de un año, poco después de su anuncio. En su paso por las últimas ferias, en directos y en entrevistas, el equipo ha revelado nueva información de un spin-off alejado del rol típico al que asociamos normalmente a Square Enix.
De manera resumida, la historia trata sobre tres protagonistas, todos inmersos por una razón u otra en un conflicto bélico: Mikhail, el joven sargento de Rutenia, Olga, la decidida capitana de la policía de Novoslava, y Leonid, el antiguo miembro del movimiento rebelde al que han incriminado por asesinato y condenado a muerte. Left Alive se distribuye en episodios, cada uno centrado en uno de ellos, y los inventarios serán independientes. En algunos distritos todavía hay guerra, mientras que otros están asegurados por el enemigo, y en cualquier caso, los recursos siempre serán muy escasos.
Recientemente se ha profundizado algo más en uno de los protagonistas: Mikhail el joven piloto de Wanzer –los mechas de Front Mission- en la ciudad de Novoslava. Muchos de sus compañeros han muerto a manos del ejército invasor, y por esa razón ha quedado aislado en pleno territorio controlado por el enemigo. En su intento por huir del lugar conocerá a otros supervivientes, incluyendo un periodista, y poco a poco descubrirá los secretos de la guerra, incluyendo el robo de un prototipo de Wanzer.
Left Alive dará mucha importancia a la narrativa y los personajes secundarios. Mikhail se cruzará con Ivan Nikolaevich Zaitsev, un soldado del ejército invasor del que se rumorea que podría ser un colaborador de Novoslava. Su misión es la de buscar el prototipo de Wanzer y a un hombre llamado Bonin. Este vehículo, el Zenith HW2, parece que será una de las claves de la trama, y es que la evolución promete convertirse en el nuevo estándar de los Wanzer gracias a su agilidad y poder destructivo.
Opcionalmente podrás salvar a otros civiles, cada uno con su historia, pero no todos serán buenos. De nosotros dependerá prestar ayuda o seguir con el camino y al final del juego sabremos el destino de cada personaje que hemos salvado, a veces gracias a nuestras decisiones en los diálogos y en otros casos por las acciones -por ejemplo, matar a soldados que están a punto de ejecutar civiles-. Uno de estos casos se pudo ver en uno de los directos de Square Enix. El jugador tenía la opción de convencer a un hombre y a su hija para ir a un lugar seguro, pero mediante los diálogos sólo pudo ayudar a la mujer.
Los nuevos detalles en jugabilidad
Uno de los aspectos más interesantes de Left Alive es la libertad para resolver cada situación. No se trata de un shooter, sino que los elementos de supervivencia siempre estarán presentes, por lo que estaremos en inferioridad de fuerza: nuestros enemigos van fuertemente armados, hay drones, tanques y por supuesto Wanzers.
Para sobrevivir a estas condiciones será necesario jugar con inteligencia. Además de buscar recursos para mejorar el equipo o munición, el recorrido es algo abierto y similar al de un juego de sigilo. En ocasiones será más fácil inclinarse por la acción, pero casi siempre será preferible improvisar con armas del entorno; cañerías y palas son objetos útiles para neutralizar a las patrullas. Otros utensilios, las como señales de humo y fuegos artificiales, serán la distracción necesaria para desviar la atención o preparar algún tipo de trampa.
Pero Left Alive no es un juego de sigilo, y los desarrolladores han dejado claro que no todas las situaciones se podrán superar de esta manera. Localizar materiales en el mapa y fabricar artículos con la artesanía –cables electrificados, torretas automáticas- es vital para alcanzar nuestro destino en un recorrido que no será lineal. Eso sí, decidir el camino es parte de la diversión: algunas rutas son más directas pero con más peligros, mientras que otras suponen un desvío a cambio de estar menos vigiladas.
En general, derrotar a un soldado de infantería no será muy complicado, pero cuando actúan en grupo llevaremos las de perder –e incluso salir vivo de estos combates supone un coste de recursos muy alto-. Los tanques y Wanzers protegen zonas importantes y será nuestro fin si optamos por un ataque directo.
Por otra parte los drones escudriñan el mapa desde el aire y son un objetivo fácil, pero alertarán a las patrullas cercanas en cuanto detecten nuestra posición. Lo interesante de Left Alive es que estas alertas aumentan las fuerzas enemigas a costa de reducir la vigilancia en las zonas cercanas. Esto podrá ser utilizado en nuestro favor para llamar la atención con tiros y explosiones en un lugar concreto y despejar la vigilancia en otra.
El equipo desarrollador ha comentado que la idea de unir diferentes estilos de juego se debe a que no todos los jugadores son hábiles con los títulos de acción, y además nos permitirá jugar como un personaje con moral o más pragmático, que no se preocupe por el resto de civiles que encuentre a su paso. Las mecánicas son las de un juego de acción –cámara, sistema de coberturas-, pero la jugabilidad se reparte por igual con el sigilo y la estrategia.
El 5 de marzo
¿Logrará Left Alive cumplir las expectativas? No todos los proyectos de Square Enix por lanzar un juego de gusto Occidental han funcionado en ventas y crítica –recordemos Mindjack en la pasada generación-, pero podría ser una oportunidad para que el estudio alcance a un público que no sea el habitual del rol.
Left Alive se lanza el 5 de marzo en PlayStation 4 y PC, en diferentes ediciones físicas y digitales, incluyendo Mech Edition con una figura de un Volk, libro de arte y caja metálica.