Para alegría de muchos de nosotros, Dragon Quest, una de las sagas más míticas y veteranas de los juegos de rol japoneses, parece que está volviendo a revivir en Occidente tras haber pasado por una temporada en la que los sufridos aficionados de esta parte del charco hemos visto cómo muchos de sus títulos se quedaban dentro de las fronteras japonesas.
Por suerte, esto está comenzando a cambiar poco a poco y no hay más que fijarse en el enorme interés que ha generado el reciente anuncio de Dragon Quest XI para darse cuenta rápidamente de que la serie sigue levantando una enorme expectación fuera de Japón, incluso cuando ni siquiera sabemos si nos acabarán llegando algún día.
Conocedora de esta situación, Square Enix ya ha dado el primer paso con el anuncio de que Dragon Quest Heroes, un juego de acción desarrollado por Omega Force, los creadores de Dynasty Warriors (y prácticamente del género de los musous), llegará a Occidente este mismo año. Un título con el que intentarán medir cuánto interés hay realmente en la saga, a pesar de que en realidad se trata de un spin-off muy diferente de las entregas principales numeradas.
Probablemente, al leer Omega Force hayáis pensado casi de forma automática de que volvemos a encontrarnos con uno de sus habituales musous, pero revestido por la ambientación de Dragon Quest, tal y como hicieron con Hyrule Warriors el año pasado. Pero nada más lejos de la realidad, tal y como nos ha confirmado la demo que pudimos probar en la gamescom de este año.
Si tuviéramos que definirlo de alguna forma os diríamos que se trata de un juego de acción con combates constantes contra numerosos enemigos en el que tenemos que superar una serie de pequeños niveles en los que nos ordenarán que cumplamos unos objetivos concretos. En esta versión de prueba tuvimos la oportunidad de superar dos fases, ambas con unos mapas muy pequeños y reducidos que poco o nada tienen que ver con los de un Dynasty Warriors.
Además, la cantidad de enemigos que vemos en pantalla nunca nos ha parecido demasiado "masiva", por lo que los combates que librábamos eran contra grupos de monstruos más o menos numerosos, pero sin llenar la pantalla. Esto es algo que entendimos rápidamente al darnos cuenta de que aquí hay muchos tipos de enemigos distintos, cada uno con sus propias peculiaridades y formas de atacar, consiguiendo que las luchas no sean algo que resolvamos simplemente a base de aporrear botones.
Los controles son muy sencillos, ya que la mayoría de combos los realizaremos alternando entre cuadrado y triángulo, aunque también tendremos la oportunidad de realizar ciertos hechizos cuando queramos pulsando el botón R2 y el botón que hayamos seleccionado para dicha magia.
Otra peculiaridad del juego (y que nos ha gustado bastante) es el hecho de que siempre controlamos a un grupo de cuatro personajes, es decir, como en los Dragon Quest clásicos de toda la vida (vale, el primero no cuenta). Esto nos dará la oportunidad de cambiar de uno a otro en cualquier momento y mantener un grupo equilibrado y que pueda enfrentarse a cualquier situación parece ser que será bastante importante.
Todos ellos están genialmente diferenciados, tanto a la hora de moverse como de atacar y cumplir un rol determinado en el combate, por lo que tendremos que aprender a controlar correctamente a cada uno para saber sacarles partido, así como los hechizos de los que dispone cada uno.
Finalmente, cuando acumulamos la tensión suficiente podremos entrar en un modo especial que nos hará mucho más poderosos e incluso nos dará un aspecto diferente en algunos casos (por ejemplo, la heroína que se ha creado para la ocasión suele llevar una coleta, pero cuando entra en Alta Tensión esta se rompe y queda todo su pelo suelto). Con esta forma no solo haremos mucho más daño, sino que también podremos desatar el ataque definitivo de nuestro héroe, que tal y como podréis imaginar suele dar como resultado una bonita devastación. Destacar que los niveles de tensión no se comparten entre personajes, de modo que no perderéis lo que hayáis acumulado con uno de ellos si lo activáis con otro, algo que también se puede utilizar de forma muy estratégica, tal y como comprobamos en una de las fases que jugamos.
La primera pantalla estaba ambientada en las afueras de una ciudad. Se trataba de un campo con verdes praderas y unos caminos por los que nos dejan movernos. Nuestro objetivo era realmente simple: acabar con todos los monstruos de la zona. Al tener un tamaño tan reducido el escenario y al contar con la ayuda del minimapa para orientarnos, no tardamos demasiado en despacharlos a todos, ya que eran criaturas muy débiles y fáciles de derrotar en su mayoría (sí, había bastantes limos), por lo que utilizamos este nivel para familiarizarnos con los controles y probar combos.
Por otra parte, la segunda fase fue mucho más intensa, obligándonos a rechazar el ataque de un gigantesco cíclope que ha conseguido introducirse dentro de los muros de una ciudad. Esta fase tiene tiempo límite y para ayudarnos a derrotarle podremos utilizar unos cañones que hay situados en unas posiciones elevadas del mapa. Estos solo tienen tres disparos y tardan un rato en recargarse, y dependiendo de la zona del cuerpo en la que consigamos impactar al gigante, haremos más o menos daño. Tal y como habréis podido suponer, el ojo era su punto débil, por lo que conviene reservar los disparos para cuando estemos seguros de que podemos acertarle de pleno ahí para realizarle golpes críticos.
Con los cañones fuimos muy consciente de lo útil que es el poder controlar a cuatro personajes, ya que a veces acabábamos de usar un cañón con un personaje y otro se activaba en una posición muy lejana, pero si uno de los miembros de nuestro grupo está más cerca de él, nos bastaba con cambiar el control para llegar hasta él en un tiempo muy inferior.
Eso sí, si solo nos dedicamos a utilizar estas armas lo más probable es que se nos acabe el tiempo y fracasemos, por lo que tendremos que estar constantemente atacando y golpeando. Además, si le dañamos lo suficiente conseguiremos derribarle, dejándole débil y expuesto a nuestros ataques, aunque claro, para ello tendremos que pegar mucho y, sobre todo, esquivar bastante, sin olvidarnos de deshacernos de los continuos grupos de enemigos que nos asaltarán para defender a su líder.
Aquí descubrimos que al realizar el ataque definitivo de un personaje le aturdíamos directamente, algo que aprovechamos para acumular tensión con todos nuestros héroes y comenzar a liberarla de forma secuencial con cada uno de ellos cada vez que se levantaba, lo que nos permitió destrozarle con relativa facilidad (no deja de tener muchísima vida por más que lo expongamos y sus ataques duelen bastante).
Jugando esta fase nos lo pasamos bastante bien, ya que es muy intensa y no deja un solo segundo de respiro, y viendo lo diferente que es de la anterior, tenemos muchas ganas por comprobar cómo será el desarrollo del juego y la variedad de objetivos de la que hará gala a la hora de presentar sus misiones y situaciones. Por desgracias, todos sus toques de rol y personalización de personajes no los hemos podido probar todavía.
En lo que respecta a sus gráficos, tenemos que admitir que nos ha sorprendido enormemente, siendo probablemente el juego más potente a nivel visual y de rendimiento que ha hecho jamás Omega Force. El mimo y cuidado por los diseños de Akira Toriyama es exquisito, los modelados de los personajes y de los enemigos son puro amor por Dragon Quest y todo se mueve con una fluidez fantástica y sin tirones de ningún tipo. Además, es un juego precioso gracias a su potente apartado artístico.
Dragon Quest Heroes promete ser un juego muy divertido y que si bien puede no ser la clase de título que los fans llevamos esperando desde hace años, mantiene intacto todo el carisma de la saga y sabe trasladar perfectamente su espíritu al mundo de los títulos de acción. Nos quedan muchísimas cosas por ver para poder hacernos una mejor idea de cómo será su calidad final, pero estas primeras partidas nos han hecho pasar un muy buen rato, por lo que ya estamos esperando con ganas a que llegue el 16 de octubre para poder volver a reencontrarnos con esta mítica saga.
