Además de la acción de golpear y agarrar, la otra que se demuestra imprescindible es el contraataque, igualito que en Batman: Arkham City, hasta se usa el mismo botón del mando, un sistema de combate que está empezando a inspirar a unos cuantos título. Cuando los enemigos nos van a atacar, justo un momento antes su cuerpo se pone de color rojo, y tenemos que pulsar este botón para parar el golpe y hacer un feroz y doloroso contraataque. Al principio, en los primeros compases, el sistema de combate parece demasiado simple, pero poco a poco iremos consiguiendo nuevos golpes, llaves y técnicas, y va ganando en profundidad y complejidad. Hay una evolución del personaje, que nos permite mejorar las características de Wei Shen, pero en lo que se refiere a nuevos movimientos de artes marciales nos lo tendrá que enseñar un maestro en un dojo.
Hemos querido dejar para el final y poder explicar más en profundidad el fantástico botón de agarre. Aunque a veces nos pueden rechazar esta acción, sobre todo los enemigos más duros, la mayoría de las veces cogeremos a la persona de la pechera y estará a nuestra merced y libre disposición, pudiéndolo mover por el escenario, ya sea andando o corriendo (esto último es muy gracioso, imaginaros llevar a un tipo a arrastras corriendo por en medio de un tumultuoso mercadillo tirando todo por los suelos). Si nos fijamos en el entorno, habrá algunos elementos del escenario que se iluminarán en rojo, lo que significa que podemos interactuar con ellos.
Bastará con pulsar otra vez el botón de agarrar para realizar una ejecución del enemigo –o ciudadano- y disfrutar con la espectacular y brutal animación. Las hemos visto ya de todos los tamaños y colores, algunas exageradamente salvajes, y molan tanto que no te cansas de verlas. Meter a un enemigo en un contenedor de basura, estamparle la cabeza contra una pecera, liarte a golpes con el auricular de una cabina de teléfono para después incrustarle la cabeza en ella, bajar una persiana metálica aplastándolo, insertar su cuerpo en un gancho para carne, meterle la cabeza en un ventilador de un conducto de respiración, empalar a un rival con las cabezas de varios peces espada… en fin, cualquier burrada que os podáis imaginar. De tan exagerado y loco que es no creemos que nadie se vaya a sentir ofendido y vaya a causar polémica, pero tampoco nos extrañaría.
Las persecuciones a pie son muy entretenidas, consisten en ir detrás de un objetivo, o huir de la policía, recorriendo callejones, tejados e incluso el interior de muchos edificios, y además de llevar al personaje por el camino correcto tenemos que esquivar a multitud de personas que se interponen, además de saltar obstáculos en el momento oportuno, saltar vacíos o escalar muros, gracias a un protagonista ágil y felino. Unas secuencias bien resueltas y divertidas.

Cómo no, cualquier sandbox que se precie tiene que contar con sus secuencias de conducción, y aquí podemos conducir todo tipo de vehículos, desde camionetas a deportivos, o veloces y escurridizas motocicletas. Según salimos de nuestro piso franco tenemos un garaje donde podemos guardar los distintos vehículos que adquirimos, y la jugabilidad de la conducción es bastante correcta, no es muy realista y es más bien tirando a arcade, ya que los coches giran rápidamente, el freno de mano es siempre muy útil, y eso sí hay diferencias apreciables entre conducir unos coches u otros.