A pesar de que aparentemente cada vez tiene más detractores, o al menos estos hacen más ruido que nunca, la saga Call of Duty no parece flaquear en cuanto a éxito, y así lo avalan los más de 24 millones de copias vendidas de Black Ops II, la última entrega de la serie, una cifra impresionante para una saga que lleva tantos años en lo más alto. Coincidiendo con la transición a la nueva generación de consolas, muchos podíamos esperar que este momento crucial se aprovechara para introducir novedades importantes en la fórmula con la que tantos éxitos ha cosechado Activision, pero por lo que hemos podido ver y jugar hasta el momento de Call of Duty: Ghosts, nada más lejos de la realidad.
La nueva entrega de la serie sigue siendo fiel a lo que hemos visto en los últimos años, y a pesar de desarrollarse en un nuevo universo, con una nueva historia, personajes y un motor gráfico renovado, jugablemente parece que va a ser más de lo mismo, para alegría de sus aficionados, y quizás, para regocijo de sus detractores. Hace unos días viajamos a Londres para ver un nuevo nivel de la campaña para un jugador, que como nos tiene acostumbrados, intenta el más difícil todavía, esta vez con una misión en una estación espacial.
Call of Duty: Ghosts transcurre en un futuro próximo, en el que tras un ataque desde el espacio el equilibrio global de poderes en el mundo ha cambiado. Muchas de las grandes potencias fueron devastadas y los Estados Unidos han quedado reducidos casi a cenizas, con su industria e infraestructuras destruidas, quedando la nación totalmente vulnerable y a merced de sus enemigos. Diez años después de esto, una nueva superpotencia llamada la Federación – varios países de América del Sur unificados- invade la nación, ocupando varios estados aprovechándose de su debilidad. De los restos de las fuerzas de operaciones especiales de EE.UU. se crea una unidad especializada denominada los Ghosts, un grupo paramilitar de elite de soldados que son capaces de hacer la guerra de guerrillas, las operaciones clandestinas y las incursiones tras las líneas enemigas, para erradicar todas las amenazas con el fin de proteger lo que queda de los Estados Unidos.
Nosotros interpretaremos a uno de estos soldados, quien junto a su hermano, y su perro Riley, luchará entre las sombras para liberar al país. A diferencia de anteriores Call of Duty, con espectaculares batallas masivas con decenas de soldados, ahora estaremos siempre en inferioridad de condiciones, por lo que muchas de las misiones transcurrirán mediante la infiltración y el sigilo, teniendo que diezmar poco a poco a la todopoderosa Federación. Para escribir esta historia se ha contado con el director y guionista Stephen Gaghan, escritor de películas como Traffic o Syriana, y que en este Call of Duty quiere que creemos una conexión más profunda con nuestro personaje y el equipo de soldados que le acompaña, a diferencia de anteriores entregas en las que incluso era complicado saber en la piel de qué personaje estábamos en cada momento.
Más allá de la historia y los personajes, por lo que hemos podido ver hasta el momento, no parece que Call of Duty: Ghosts vaya a incluir novedades jugables destacables en la campaña, es más, Black Ops II nos pareció incluso más arriesgado y original a la hora de introducir nuevas posibilidades en la experiencia para un jugador. La nueva misión que nos mostraron transcurría en el espacio, en el Odin (Orbital Defense Initiative), una estación espacial de bombardeo cinético orbital perteneciente a los Estados Unidos que es asaltada cayendo en manos de los enemigos. En este espectacular nivel vivimos este suceso en primera persona, una fase que transcurre en los comienzos de la aventura.
Visualmente impactante, lo mejor que hemos visto hasta ahora del juego (se trataba de la versión de PC, que se supone será prácticamente igual a la de Xbox One y PlayStation 4), por la calidad de las texturas, la iluminación, las físicas en gravedad cero, en lo jugable era la clásica misión de la saga a base de scripts en la que más que jugadores nos sentimos unos espectadores, moviéndonos hacia adelante, pulsando el botón de interactuar cuando nos lo indican, y disparando a unos pocos y esporádicos enemigos sin demasiados problemas. De hecho como pudisteis ver en el último tráiler, en esta misión ocurre un interesante tiroteo en el espacio, una sección de la misión que precisamente no nos enseñaron.
No sabemos si la campaña finalmente incluirá secciones más abiertas, momentos menos lineales, y tiroteos más elaborados e interesantes, pero de momento Activision e Infinity Ward no nos han enseñado nada de esto, orgullosos de mostrarnos la misma fórmula jugable con la que cada año tantos éxitos cosechan, pero que cada vez es más criticada. Si casi todos estamos de acuerdo en que su tremendo éxito se debe a su adictivo, divertido y completo multijugador, quizás sería hora de arriesgar un poco más en la campaña, como hizo el año pasado Treyarch. De momento no hemos visto nada de esto, y esperamos que sean capaces de sorprendernos de alguna manera en el producto final, algo que no descartamos.
Después de presenciar esta breve demostración, tan espectacular y peliculera como poco interactiva para el jugador, tuvimos ocasión de volver a probar el multijugador, con los mismos modos de juegos y mapas que en la Gamescom, algo de lo que ya os hablamos en su momento, lo que nos recordó, por si se nos había olvidado, cuál es el punto fuerte del juego. En este evento, además de mostrarnos la nueva fase de la campaña, también se anunció un mapa para el multijugador, Stonehaven, que no pudimos probar, pero sí ver en un vídeo.
Este nuevo escenario basado en la preciosa ciudad escocesa, un castillo medieval ubicado en un pareja natural, se nos mostró como un ejemplo de que habrá mapas más amplios de lo habitual, y que el rol de francotirador volverá a ser una opción tan válida como cualquier otra en el multijugador. Un mapa sorprendentemente grande para tratarse de un Call of Duty, y que parece demostrarnos que a diferencia de la campaña, en el multijugador sí se están incluyendo más novedades, tanto en lo que se refiere a modos de juego, mapas, personalización y posibilidades jugables, como hemos podido comprobar.
Además de la campaña para un jugador y el multijugador competitivo, tendremos un tercer pilar, el modo Squads, en el que crearemos un escuadrón formado por diez personajes creados y personalizados en el modo multijugador, que serán controlados por la inteligencia artificial del juego. En cuatro modos distintos, que se podrán jugar tanto por internet como sin estar conectados, nos enfrentaremos tanto a oleadas de bots controlados por la inteligencia artificial como a los escuadrones de otros jugadores, un modo que en resumidas cuentas viene a sustituir al tradicional Operaciones especiales de Modern Warfare 2 y 3, y que tenemos ganas de probar.
Por tierra, mar y aire… y en el espacio
Que en cuanto a la historia y relación de los personajes vaya ser un Call of Duty más intimista no quiere decir que vaya a ser por ello menos espectacular, y la nueva demo que hemos visto nos lo deja bien claro. También nos deja claro que no se piensan desviar un ápice de la tradicional y discutida fórmula jugable de las últimas entregas, así que estamos ante toda una declaración de intenciones, escenas scriptadas para dar y tomar, que buscan más impresionar y hacernos sentir que estamos inmersos en una espectacular película de Hollywood, que en un verdadero videojuego en el que el jugador puede participar y tomar decisiones.
Una propuesta muy honesta por parte de Infinity Ward con la que no pretenden engañar a nadie, ofreciendo más y mejor de lo mismo, con una campaña que pedirá ser jugada con un buen bol de palomitas al lado, y un modo multijugador que volverá a enganchar a millones de jugadores con su adictiva fórmula. Estará disponible el 5 de noviembre en Xbox 360, PlayStation 3, Wii U y PC, y un par de semanas después en Xbox One y PlayStation 4, y sus fans y detractores ya se pueden ir frotando las manos, parece que va a ser exactamente lo que esperan.