Probablemente el nombre de Thunder Lotus no os suene demasiado, pero este pequeño estudio canadiense nos ha sorprendido con proyectos como Jotun, Sundered y sobre todo el más reciente Spiritfarer. Han pasado casi 5 años desde su último videojuego, un tiempo que la desarrolladora independiente no ha desaprovechado, dando lugar a un concepto de juego de lo más llamativo. ¿Cómo sería un multijugador de acción roguelike para hasta 33 participantes? Nosotros ya lo hemos probado con ocasión de su acceso anticipado y os podemos decir que es de lo más divertido y adictivo.
Con perspectiva cenital, 33 Immortals es un juego de mecánicas combativas hack ‘n slash en que prima la rapidez y los reflejos. Combatimos contra oleadas de enemigos en misiones estilo raid para disfrutar de partidas rápidas, en que cada intento es una oportunidad para llegar un poco más lejos.
La progresión es permanente, pero todo lo demás cambia, con una disposición aleatoria de enemigos, recompensas y por supuesto las diversas cámaras en que entramos, con un desafío variable dependiendo del número de jugadores que nos acompañen.

Cooperar como única opción para salir del infierno
Cuando entras a Inferno por primera vez te sientes perdido, pero a medida que ves a otros usuarios, te acercas a ellos y de una forma muy natural sigues sus pasos hasta formar un grupo de varios luchadores que van juntos a todos lados. No puede ser de otra manera, porque más pronto que tarde te das cuenta de que entrar a una cámara de tortura sin compañía es un auténtico suicidio. La cantidad de enemigos que aparecen resulta inasumible para un solo jugador, pero en el momento en el que seáis 4, 5 ó 6 la cosa cambiará.
Este es uno de los mayores aciertos de 33 Immortals, el conseguir que la cooperación se convierta en la única vía para sobrevivir y avanzar en un mundo repleto de criaturas demoníacas. El éxito del juego está en enseñarte este principio muy pronto, nada más comienzas a recorrer un mapeado cambiante con cada partida, y que nos propone completar 12 cámaras repletas de peligros. A nosotros nos ocurrió, y una vez nos encontramos con otros jugadores, decidimos ir con ellos a todas partes durante la partida. No hizo falta crear ningún grupo privado (se pueden formar escuadrones), porque la alianza surgió de forma natural.

Esto tiene su explicación en que el juego está pensado para generar, de principio a fin, una experiencia de juego en compañía (tienes hasta una serie de gestos para comunicarte por si no quieres hacerlo a viva voz). Además, y dado el potente componente de personalización, es difícil que tu personaje sea igual al de otro jugador. Puede que tengáis el mismo arco, o la misma espada, o que lancéis hechizos… pero vuestros perks es improbable que sean iguales, así como las mejoras aplicadas. A este respecto, los desarrolladores prometen cientos de combinaciones, y a través de nuestras partidas en esta demostración podemos confirmar que efectivamente existe una gran variedad.
El sistema de combate cambia también mucho dependiendo del arma que escojas. Las flechas funcionan como un bumerán, atacando a la ida, pero también a la vuelta… algo que motiva varias estrategias de posicionamiento bastante satisfactorias. Hay espadas muy pesadas y potentes, bastante difíciles de controlar, pero también dagas ligeras para los que les guste el frenetismo. De igual manera, se puede optar por el bastón mágico a media distancia, letal si se aprende a utilizar bien. Aparte, cada arma dispone de una acción especial cuando se rellena el medidor, con distintos efectos.

También cada arma dispone de su propia acción especial cooperativa. Está bien pensada. Una vez la activas, varios jugadores deben acudir a los lugares señalados para que se ejecute. Podría ser una oleada de flechas, o una nube tóxica que aniquila todo lo que haya en su interior. Luego está el tema de que, una vez mueres, tu alma tendrá la oportunidad de deambular por unos segundos en busca de alguien que te salve. Y por supuesto tú también puedes resucitar a tus aliados, colocándote justo a su lado y manteniendo apretado el botón. Hay un riesgo-recompensa en estas acciones coop, suponiendo otro de los aspectos más interesantes del videojuego.
Y si no te queda claro, existe la posibilidad de atacar al unísono a los enemigos junto a otros compañeros, algo que incrementa notoriamente la probabilidad de realizar ataques críticos. Aparte existe una curiosa estadística conocida como empatía y que potencia las habilidades cooperativas de las que antes hablábamos.

Complejidad camuflada en pura acción roguelike
Pero no te preocupes por su aparente complejidad. El esquema funciona y es más sencillo de utilizar de lo que parece. El juego nace de la esencia MMO y sus raids, pero se fusiona con la acción de juegos como Hades. Es muy importante saber cuándo atacar y cuándo buscar una nueva posición desde la que flanquear a enemigos que siempre suelen superarnos en número. Ese equilibrio ataque-defensa explica una de las grandes particularidades de 33 Immortals en el plano jugable, que requiere de cierta habilidad a los mandos, especialmente cuando llegan los bosses.
Esto ocurre en el momento en que superamos todos los desafíos que se nos presentan. Una vez completadas las 12 cámaras, el fuego sagrado inunda este mundo infernal para llevarnos a las conocidas como batallas de ascensión. Se trata de eventos para 11 jugadores que nos plantean derrotar a todos los enemigos mientras el fuego limita el espacio de movimiento. Si salimos victoriosos, se nos premia no solamente con una reliquia legendaria para equipar, sino con un enfrentamiento contra el mismísimo Lucifer. Se trata de un jefe temible que si conseguimos derrotar da lugar al fin de la run, otorgándonos una llave para acceder al purgatorio (que plantea un desafío mayor para 22 jugadores). El paraíso, por su parte, es para 11 jugadores.

No obstante, antes de llegar hasta esto, hay bastante que hacer. El juego dispone de una especie de campamento donde comienzas la partida cada vez que pierdes la vida. Allí puedes cambiar de arma y potenciar tus habilidades. Puedes incrementar el daño crítico, la vitalidad, la resistencia a los daños… También puedes consultar la cantidad de movimientos y técnicas existentes, así como ver tu colección de reliquias para darte cuenta de lo lejos que estás llegando.
Y es importante que consideres que en 33 Immortals no solamente es importante luchar, sino explorar bien el mapeado para destrozar urnas y conseguir huesos con los que comprar mejoras (de ataque o vitalidad), o encontrar grandes cofres que ocultan las llaves necesarias para desbloquear suculentas recompensas dentro de las cámaras de tortura. Puedes jugar yendo a lo esencial, pero cuando realmente ves tu progresión volar es cuando te implicas y comienzas a explotar todas las oportunidades existentes (que no son pocas).

La experiencia de juego no ha estado nada mal en definitiva, y nuestras partidas no han tenido contratiempos de ningún tipo. Visualmente es un título bastante único, con un estilo de dibujo a mano, caricaturesco, que en este caso manifiesta un universo infernal con referencias a La Divina Comedia de Dante. De hecho, este juego es una adaptación de la obra literaria, que nos lleva a través de un viaje del alma más allá de la muerte.
Desde ese punto de vista, 33 Immortals es un lanzamiento muy singular, pero que todavía tiene mucho que demostrar. Llega en early access para Xbox Series y PC (ya está incluido en Game Pass), pero la batalla continuará durante meses, demostrando si el juego tiene la suficiente escala y ambición como para sustentar una base de usuarios y mantenerla entretenida con la propuesta. Será interesante ver cómo el proyecto evoluciona y si escucha lo suficiente a sus jugadores.
Hemos realizado estas impresiones con un código para PC que nos ha facilitado Microsoft.