Ya cansa un poco decirlo cada vez que hablamos de Call of Duty, pero su fama, gloria y ventas no dejan de crecer año tras año, sobre todo desde el "pelotazo" que supuso el primer Modern Warfare. Si los creadores de la saga, Infinity Ward, siempre habían llevado las riendas de la serie, siendo Treyarch el actor secundario, ahora parece que han cambiado las tornas.
Las causas son varias, desde "el escándalo Infinity Ward", hasta que Treyarch ha madurado, y la responsabilidad de echarse la saga a su espalda parece que les ha sentado muy bien, por lo que hemos podido ver hasta ahora de Black Ops II. Más espectacular que nunca, pero permitiéndose incluir ligeras novedades o innovaciones dentro de la saga, que la verdad lo necesita si no quiere estancarse y empezar a cansar –en caso de que no os haya cansado ya-.
La demo que hemos podido ver en el E3 es la que se mostró en la conferencia de Microsoft pero en formato extendido, con nuevas escenas y secciones jugables. Además de esto, pudimos ver un nuevo modo de juego, Strike Force, que bien merece que lo expliquemos en detalle más adelante. Una misión que transcurre en Los Ángeles, la ciudad que está albergando durante estos días el E3, en un futuro no demasiado lejano, con una terrible guerra entre sus calles y rascacielos.
La demo transcurre más concretamente en el Downtown de la ciudad, intentando evacuar al Presidente de los Estados Unidos en un devastador ataque de una fuerza enemiga. Al comenzar vamos en un vehículo con varios personajes, y ahora que hemos podido ver el juego más de cerca corriendo en una Xbox 360, se aprecia una gran mejora en el detalle y la expresividad de los rostros de los personajes, tanto respecto a Black Ops como a Modern Warfare 3.
Tras volcar el vehículo en el que nos transportamos comienza la acción, y uno de los detalles que llama la atención es la aparición de palabras sobre el escenario que describen la acción que vamos a realizar si vamos hasta ese punto. Por ejemplo utilizar una torreta lanzamisiles, y lo que es más interesante, un poco más adelante vemos en un lado la palabra "snipe" y a su derecha a un par de metros "rappel".
Esto parece indicar que habrá que tomar pequeñas decisiones durante las misiones, rutas alternativas para que no sea siempre lo mismo. Es un cambio pequeño, y ni siquiera sabemos cuántos de estos momentos se producirán, en los que nos dejen tomar uno u otro camino o elegir qué rol tomar en determinada situación, pero al menos se agradece que permitan al jugador sentirse "decisivo" en el transcurrir de los acontecimientos, y no un mero espectador que se limita a disparar.
Otra de las novedades de esta entrega la aporta el propio contexto del juego, su marco argumental. Un futuro no muy lejano en el que las máquinas se han vuelto decisivas en los conflictos militares, y los avances tecnológicos han provocado la creación de sofisticadas armas de guerra. Un futuro que parece probable, ya que no se han pasado de fantásticos, y es bastante verosímil todo lo que presenta. Por ejemplo el UAV con metralleta, el dron volador que fue de lo primero que se vio del juego, aunque no sea use todavía como algo habitual, ya existe como prototipo, por lo que no es raro que dentro de quince o veinte años sea habitual su uso militar.
Estas armas futuristas consiguen que sin sacarnos demasiado de la experiencia habitual de Call of Duty a la que estamos acostumbrados, por ser demasiado inverosímiles, ofrezcan novedades a la jugabilidad. Por ejemplo un rifle francotirador con el que vemos a los enemigos a través de las paredes y cuyo disparo las atraviesa, o los UAV a los que podemos dar órdenes para que se dirijan hasta ciertos objetivos, muy útil por ejemplo para abordar a un enemigo peliagudo que se esconde tras una cobertura.
Los enemigos claro también son futuristas, desde los humanos que usan nuevas armas, hasta robots a los que tendremos que enfrentarnos, como uno que camina con cuatro patas, y que hay que reventar a base de cohetes. Los escenarios parece que tienen más elementos destruibles con los que podemos interactuar, aunque por lo que hemos visto en esta demo parece que será algo solamente visual y que no tendrá trascendencia en la jugabilidad.
También es sorprendente, tras una escena tan espectacular como ver caer un rascacielos delante de tus ojos, el hecho de que haya una fase aérea tan elaborada. No es la primera vez que pilotamos algún vehículo aéreo en la saga como un avión o un helicóptero, pero generalmente por un sitio estrecho y sin libertad para movernos a nuestro antojo. En ese segmento de la misión en Los Ángeles volamos por el cielo de toda la ciudad, en un mapa enorme, una batalla larga entre los rascacielos de la ciudad.
Una demo muy espectacular, como se puede esperar de un nuevo Call of Duty, y que parece decirnos que las mayores novedades jugables vendrán por la tecnología que tendremos a nuestra disposición, que ofrecerá momentos de acción diferentes. Tras esto nos enseñaron un nivel Strike Force, un concepto que no habían explicado todavía demasiado, y que habrá que ver al jugar la campaña cómo queda integrado.
Parece ser que durante la campaña para un jugador, entre medias, habrá misiones especiales que podremos hacer o no, opcionales y diferentes, pudiendo elegir hacer una, lo que nos obligará a dejar otra de lado. ¿En qué consisten estas misiones? Pues son bastante curiosas y novedosas dentro de un Call of Duty. La que vimos transcurría en Singapur, en una zona portuaria llena de contenedores, en un mapa bastante grande, nada lineal.
Una misión llamada operación Kraken, en la que controlas a todo un equipo de soldados que tiene que asegurar varias zonas. Empiezas siendo un soldado, que puede dar sencillas órdenes a un pelotón para que por ejemplo avancen o mantengan la posición. Y después puedes pasar en cualquier momento a controlar un UAV en primera persona, y ver el mapa desde el privilegio que otorga la altura, viendo venir a los enemigos, o controlar un robot por tierra, de los de cuatro patas con ametralladora.
Si te matan en alguna de estas "encarnaciones", ya sea soldado o máquina, no pasa nada, ya que pasarás a controlar otro miembro del pelotón. Con un tiempo límite de 20 minutos, había que conquistar sucesivamente varias zonas del escenario. Ahora un soldado, luego un robot volador, luego pasas a tierra con una máquina que lanza misiles, etcétera. Variado, entretenido, táctico, y sobre todo algo original dentro de la saga. No sabemos si estas misiones Strike Force serán siempre así, como una especie de modo horda, o irán cambiando, pero sin duda es un gran añadido y un soplo de aire fresco.
Y además de todo esto, no faltará el esperado modo Zombis, que los seguidores de los Call of Duty desarrollados por Treyarch siempre demandan. No se conocen todavía los detalles, pero ya han prometido que será el modo Zombis más elaborado que se ha visto nunca en la saga, así que habrá que esperar a ver con qué nos sorprenden. Sobre el multijugador tampoco conocemos detalles, pero puede ser muy novedoso dada la nueva tecnología que presenta el argumento.
Saldrá a la venta el 13 de noviembre, y a la espera de ver y probar más, promete ser uno de los Call of Duty con más novedades de los últimos años, tanto en la ambientación, el tipo de argumento, modos de juego y armamento disponible, ya que la jugabilidad, en su base, no parece que vaya a cambiar demasiado como es lógico, con unas ventas que le avalan comercialmente año tras año. Treyarch ya se siente importante, con la capacidad de definir el futuro de la saga, y veremos qué son capaces de hacer en Black Ops II.