Análisis Freedom Wars Remastered, el divertido juego de acción de PS Vita vuelve con fuerzas renovadas (PS5, PC, PS4, Switch)

PS Vita no recibió entregas de Monster Hunter, así que varias editoras -entre ellas la propia Sony- lanzaron varios candidatos a cubrir ese hambre por la acción multijugador orientada al cooperativo. Los resultados fueron dispares y ciertamente ninguno hizo olvidar a la saga de Capcom, pero eso permitió tener variedad de temáticas, historias, gameplay y alternativas como nunca ha tenido el subgénero. No era lo mismo un Toukiden que Soul Sacrifice o God Eater 2: Rage Burst.
Freedom Wars (2014) de Dimps para Sony fue uno de esos proyectos con repercusión en la portátil gracias unas críticas positivas y el segundo mejor debut en ventas en Japón del sistema. Su futuro se congeló, como el de tantas otras sagas, al quedar atado al destino de la consola, y no habríamos imaginado hablar del juego una década más tarde de no ser por Freedom Wars Remastered, anunciado el pasado septiembre y con Bandai Namco como nueva editora.
Tu pecado: el nacimiento
No profundizaremos mucho en Freedom Wars Remastered ya que se trata, efectivamente, de una remasterización del juego que fue analizado en su momento. A diferencia de otros juegos de características similares -cooperativo, misiones breves, obtención de recursos- Freedom Wars opta por una trama futurista y postapocalíptica, donde hay armas físicas, sí, pero también de fuego, lo que para muchos lo asemejaba más con la jugabilidad y planteamiento del multijugador de un Lost Planet que con un Monster Hunter clásico.

La humanidad vive refugiada en las panopticón, ciudades-naciones que ofrecen seguridad a su población a cambio de una serie de obligaciones con una legislación aplicada con dureza, a rajatabla. Y es que la subsistencia de esta estructura social depende de unos escasos recursos, lo que da origen a una distopía con vigilancia total y un sistema para reformar a los criminales con trabajos "voluntarios" que poco a poco van reduciendo su sentencia.
Y claro, cada nacimiento es una boca más para alimentar, así que automáticamente recibes una pena de millón de años que debes empezar a recortar superando peligrosas misiones contra unos monstruos que capturan civiles.
El concepto de Freedom Wars es uno de los aspectos más interesantes del juego -pese a que la historia podría dar más de sí- porque de él derivan muchas de sus mecánicas, desde la competición entre diferentes panopticón a la posibilidad de mantener los recursos obtenidos tras una misión o cederlos a la sociedad para rebajar más la pena. Hay materiales "prohibidos" que, en caso de no ceder, aumentan tu castigo. También podremos gastar puntos de derecho para reclamar ciertos permisos que amplían las opciones dentro y fuera del combate.

Como principal característica en la jugabilidad, a nuestro armamento se añade la espina, una especie de garfio o látigo que permite aferrarte a paredes -una verticalidad que no siempre tenemos en estos juegos- o atacar a los grandes enemigos. El control en tierra es de shooter genérico en tercera persona con opción de coberturas, pero la espina da ese punto extra en la movilidad para lanzar acometidas a extremidades de criaturas gigantes, ataques con carga o amarres que incapacita a los abductores. No sólo eso, hay varios tipos de espina personalizables, longitudes y capacidades que son la salsa de Freedom Wars a la hora de dañar o seccionar a los enemigos.
Las misiones abarcan encargos típicos como el rescate de personajes, obtención de objetos y tipo "captura de bandera", e incluso la posibilidad de luchar contra otros jugadores. Dicho esto, y aunque obviamente se disfruta más en compañía, no es un juego que te presione para jugar online -en parte gracias a que la narrativa importa más que en la competencia-. La única pega es que eso hará más visible la repetitividad de algunas misiones, que siempre fue una de las pegas del título. Es un grindeo que, si comulgas con el gameplay que propone, disfrutarás sin problemas, pero ten en cuenta que la duración mínima ronda las 30 horas y hay contenido suficiente para duplicarla.

La versión Remastered
Freedom Wars Remastered lleva las virtudes y algunos defectos del original a la versión remasterizada. El control y animaciones se sentían un poco toscas ya entonces, más achacable a su ambición o presupuesto que a la plataforma, y se mantienen las decisiones de diseño propias de un juego de PS Vita -dimensiones reducidas de los mapas, el bucle jugable de partidas de 10 a 30 minutos-. Lógicamente esto no algo que no cambie con la revisión.
No obstante, hay alguna mejora en gameplay relativa a la velocidad, añade posibilidad de cancelar acciones con la espina, configuración personalizada de los botones, recupera el contenido postlanzamiento de personalización, más voces para los "accesorio" -la IA aliada-, y se mejora el sistema de creación y mejora de armas -pero los menús siguen siendo engorrosos-. Las funciones online incluyen partidas con reglas personalizadas -puedes seleccionar el tipo de misión- e informales, y se añade un nuevo modo de dificultad más alta con castigos más severos y la necesidad de adquirir más derechos básicos. Estupendo para quienes están dando una segunda vuelta a Freedom Wars.

Remastered mejora la calidad de imagen y rendimiento -60 fps, excepto en Switch que queda en 30 fps-, así que Freedom Wars luce mejor que nunca. De la resolución original de 544p pasamos a 4K en PS5 y PC o 1080p en PS4 y Switch, y también se han utilizado texturas de más calidad para que las superficies no se vean demasiado borrosas en los primeros planos. Lo que mejor aguanta el paso del tiempo son sin duda los personajes -siempre y cuando no pidamos un alarde de expresividad- por la estética anime, pero artísticamente los entornos ya son otra cosa: ruinas poco inspiradas, de aprobado raspado que no ganan en geometría -o al menos, no nos lo parece-. Tampoco podemos ser muy exigentes en este apartado: el trabajo de remasterización es el esperado.
Señalar un fallo que nos ha sorprendido y no para bien: las cargas son habituales para tareas tan simples como salir de tu celda -esperable porque no se ha rehecho el juego- y son pausas de una duración impropia para un título tan "ligero" en el aspecto gráfico.

Conclusiones
Freedom Wars Remastered no pretende ser un remake o una secuela, sino dar una segunda oportunidad a un juego que mereció algo más de atención y que había cerrado los servidores de PS Vita en 2021. Teniendo en cuenta el objetivo de Remastered, esta versión cumple con los puntos exigibles de estos relanzamientos: apartado visual pulido y algunos retoques aquí y allá en comodidad.
Hay apartados que han envejecido regular, también en gameplay, y se sigue haciendo un poco duro con el mando, sobre todo para tratarse de un juego de acción que a veces puede ser frenético, pero Freedom Wars no era otro juego de caza más, tenía personalidad, y sólo por eso su regreso está más que justificado. Eso sí, quizás ha sido una temeridad estrenarlo un mes de Monster Hunter Wilds...
Hemos realizado este análisis en PS5 Pro gracias a un código proporcionado por Bandai Namco.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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