En el mundo de los juegos de estrategia hemos tenido ocasión de encarnar a líderes como un faraón, un César en plena época de esplendor del imperio romano; un gestor de ciudades en la Grecia clásica; alcalde de ciudades actuales, dueño de una isla de piratas y, por qué no, incluso un dictador muy estereotipado en el Caribe. SimCity, Caesar, Pharaon… muchos han sido los títulos o series clásicas de gestión de centros urbanos que han pasado por nuestras manos, y uno de las más divertidos e interesantes ha sido Tropico. En esta serie, en su primera entrega, teníamos ocasión de guiar hacia el éxito a una pequeña isla caribeña liderada por un dictador, muy estereotipado, que contaba con notables herramientas a su alcance para lograr ese objetivo. Su secuela, que renovó considerablemente las bases jugables manteniendo, eso sí, el espíritu del original, nos proponía lograr el mismo objetivo pero esta vez, encarnando a un pirata en pleno siglo XVII. Y ahora, con Tropico 3, tendremos ocasión de convertirnos en un líder político en plena Guerra Fría. Prepara tus edictos y discursos oficiales porque vas a tener que convencer a mucha gente para poder cumplir con tu sueño: ser el líder político de una espectacular isla en el Caribe.
Sé un buen orador
Desarrollado por Haemimont Games, creadores de Tzar e Imperivm entre otros, Tropico 3 nos sitúa en una isla caribeña durante la Guerra Fría. Nosotros encarnaremos al líder político que deberá gestionar la urbe situada sobre este entorno paradisíaco, no siendo ésta una labor sencilla.
Principalmente, porque tendremos que tener en cuenta aspectos como la oposición política, que no dudará en sacar punta de cualquier error que cometamos, así como de posibles grupos rebeldes, que establecerán sus centros de operaciones por toda la isla, e incluso dos superpotencias como Estados Unidos y la Unión Soviética, que harán todo lo posible para que nuestra isla se sitúa en sus órbitas de influencia política.
Las opciones de juego prometen ser realmente amplias, no ya solo a nivel de los edificios que podremos construir, y de los que hablaremos más adelante, sino sobre todo, en lo que tiene que ver con el estilo de gobierno que queremos establecer y el tipo de isla que esperamos alcanzar. ¿A qué hacemos referencia? Bien, los usuarios de Xbox 360 y PC van a tener la oportunidad de crear un estado policial si lo desean, oprimiendo a cualquier voz altisonante contraria a nuestro poder con dureza; dar vida a un entorno paradisíaco perfecto para que los turistas se dejen todos sus ahorros en la isla o, por qué no, crear un estado moderno basado en industrias como la del petróleo, agricultura, minería, etc.
Nuestra será la labor de decidir el tipo de estructuras que queremos edificar en la zona, encontrándonos con opciones como clubs nocturnos, restaurantes, salas de juego, centros deportivos, cines, cabarets y un largo etcétera. Del mismo modo, podremos crear edictos que establezcan las pautas y normas que se deben seguir en nuestra isla, tales como prohibir la religión, o dar plenas libertades para que los ciudadanos sean devotos del dios que deseen. Igualmente, podemos marcar tasas que deben pagar los ciudadanos, decidir si queremos que trabajadores del extranjero con estudios vengan a trabajar a nuestra ciudad (previo pago), e incluso permitir las trampas en el juego, lo que dará vía libre a la corrupción. Pero claro, este último hecho dará pie a que nuestros opositores políticos nos ataquen con virulencia, o logrará que grupos de resistencia traten de derrocarnos por la fuerza. ¿Qué hacer? Lo mismo que cualquier político: tratar de convencer a la población embelesándolos con promesas y más promesas en intensos discursos políticos.
En este punto, entra en juego una figura realmente interesante: el avatar. Ésta será nuestra representación visual en el juego, un personaje (masculino o femenino, según nuestra elección) que podremos personalizar con un gran nivel de libertad modificando su rostro, tipo de peinado, etc. Una vez creado, el avatar podrá moverse libremente por la ciudad a pie o en su lujosa limusina, inspeccionando las construcciones en las que trabajarán nuestros operarios (lo que hará que éstos actúen con mayor presteza), hablando a la ciudadanía desde balcones para subir su moral o frenar protestas, o realizar viajes diplomáticos. Pero todo cargo de responsabilidad implica un riesgo, y en la isla en la que nos encontramos con más razón todavía. Los rebeldes de los que hemos ido hablando anteriormente, o cualquier grupo de oposición, puede fijar a nuestro avatar como un objetivo a asesinar para hacerse con el control, por lo que tendremos que protegerle a toda costa, contando incluso con un palacio en el que refugiarse en caso de peligro.
Nuestras acciones en la isla tendrán también repercusión en el extranjero, como veíamos por encima anteriormente. Así, lograremos entrar bajo el influjo de potencias como Estados Unidos o la Unión Soviética, o tratar a toda costa de escapar de los problemas generados por la Guerra Fría. Pero este tipo de cambios también se notarán a menor escala. De este modo, crear tiendas de suvenires en nuestra isla no solo nos reportará beneficios económicos en forma de artículos comprados enfermizamente por los turistas. Que estos, posteriormente, regresen a sus países de origen con camisas de nuestra isla, y hablen bien de la misma, sólo puede traducirse en más y más visitantes. Pero si la impresión causada en nuestra región es mala… bueno, ya os podéis imaginar el resultado.
Tropico 3 contará además con diversos acontecimientos históricos reales como la crisis de los misiles en la década de los 60 o la visita del Papa a Cuba. Será a lo largo de 15 misiones distintas en el modo historia donde tendremos ocasión de vivir los progresos de la humanidad durante la Guerra Fría, disfrutando por supuesto de modos de juego libre en los que desarrollar nuestra urbe sin restricciones de ningún tipo. Por otro lado, el título contará con opciones de juego en línea, aunque éstas se limitarán a la posibilidad de visitar las islas de otros jugadores, o comprobar los resultados obtenidos por jugadores de todo el mundo en las distintas misiones del juego a través de varias tablas de resultados.
A nivel técnico, el juego promete ser muy espectacular, con una representación de la isla sobre la que crearemos nuestro imperio increíblemente detallada y muy colorista, evocando a los paraísos tropicales en los que miles de parejas de recién casados pasan su luna de miel. La variedad de estructuras que podremos crear, y el cómo se modificará el entorno según nuestras acciones, prometen también estar a la altura. Eso sí, de momento no se conocen detalles acerca de la interfaz que presentará el juego en su versión para Xbox 360, aunque es de esperar que se siga la senda iniciada por otras desarrolladoras en lo que respecta a trasladar la estrategia al mando de la consola.
Con una banda sonora de carácter latino, y una gran libertad para desarrollar la ciudad de nuestros sueños sin muchas cortapisas, el regreso de la serie Tropico tras un tiempo de ausencia promete ser más que satisfactorio, significando además el estreno de una de las sagas estratégicas más queridas por los aficionados en el mundo de las consolas. Esperemos que la espera haya merecido la pena.