Análisis de Tropico 3 (PC, Xbox 360)
Alza el puño y preparate para la revolución, camarada, en esta gran secuela de la saga Tropico.
Alberto González ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
8
SONIDO
8.5
NOTA
8.5
DIVERSIÓN
8
JUGABILIDAD
8
Análisis de versiones PC y Xbox 360.
No es una noticia importante o de relevancia, que el mercado de los compatibles (y dentro de poco el de consolas) está saturado por completo (con el permiso de los shooters o juegos de primera persona ambientados en la Segunda Guerra Mundial) por juegos de gestión y simulación. Los hay para todos los gustos: juegos de gestión de hoteles, de granjas, de aparcamientos, de servicios de emergencia y de dictaduras en repúblicas bananeras. Sí, como habéis leído. De vez en cuando, se cuela entre un catálogo bastante convencional y un poco repetitivo, alguna que otra propuesta original.
Hace unos años, tuvimos la suerte de probar el juego original que dio nombre y fama al juego que vamos a comentar a continuación. Tropico era un juego complicado que basaba sus credenciales en dejarnos las riendas de una república comunista en medio del océano tropical. Con un sistema de gestión bastante complejo, podríamos controlar y administrar casi todo. Podíamos controlar las producciones de tabaco, ron o comida, desechar propuestas ciudadanas con absoluto desprecio, construir edificios de mala calidad o manipular al populacho con un imponente discurso ante decenas de habitantes en medio de la plaza construida a nuestro periplo como mandatario. Como mandan los cánones dictatoriales.
Tropico ofrecía muchísimas opciones y situaciones que fueron heredaras en su segunda parte, Tropico 2. Con un sistema algo más complejo, la siguiente entrega se centraba en las vivencias de un peligroso pirata que buscaba hacer de la isla un refugio para contrabandistas y peligrosos mercenarios. Si bien quitaba algo de ironía y hierro al asunto político de su anterior parte, Tropico 2 se convirtió en un clásico instantáneo y demostró que la saga había evolucionado y madurado. Ahora tras casi siete años después de la secuela, Tropico 3 llega a nuestros ordenadores dando guerra. Haeminont Games ha conseguido condensar las buenas ideas de la entrega original y aumentarlas en buena medida. Podríamos decir que Tropico 3 es un remake de la primera parte de la saga, si bien hay grandes diferencias que comentaremos a continuación.
¡Es la revolución, camarada!
"Señor Presidente, hay que demostrar que todo va como Dios manda en la isla." Con frases así (en perfecto castellano), arranca Tropico 3. Nuestro consejero y aliado, nos ayudará en un completo tutorial (completo y extremadamente divertido, justo como debe de ser la primera toma de contacto con un juego) a dominar las riendas del título. Empezaremos por lo principal: somos el presidente de facto de una república bananera en medio del Caribe. Llevamos más de cincuenta años en el poder, y las cosas pueden (y deben) ir a mejor. Hemos pasado malas décadas con los opositores y las naciones capitalistas, y las cosas no van del todo bien. Sin ir más lejos, la excelente y humorística introducción del juego, nos servirá para saber de qué palo va el juego. Tras tantos años de historia, la cosa está bastante parada, y eso no puede ser. Por ello, al empezar el tutorial, se nos darán ciertas nociones básicas para controlar nuestro pequeño paraíso comunista. Lo primordial, será habituarnos al control del título. Para empezar, tenemos que destacar la sencilla (pero a la vez tremendamente completa) interfaz.
Durante nuestro periplo por el juego, nos moveremos por menús y pantallas con forma de carpetas y archivadores. La información será en todo momento clara y directa, con una tipografía fácil de leer. En la pantalla principal, como en casi cualquier título de gestión, tendremos la mayor parte de la imagen ocupada por el escenario en sí. Luego, en una de las esquinas, tendremos el menú principal. En dicho menú, podremos acceder a las informaciones más importantes para el desarrollo de la partida, como nuestro medidor o consultor.
El medidor nos dará información en todo momento de la situación de nuestra popularidad, la felicidad de nuestros habitantes o la tranquilidad/intranquilidad de los mismos en referente a nuestro mandato. Una de las mejoras introducidas en Tropico 3 es que podemos ir cambiando nuestra forma de gobierno según nos convenga. Es decir, si vemos que el pueblo no está contento con nuestra "revolución ideológica", podemos cambiar de de ideología y de forma de gobierno. Así, como lo estáis leyendo. Podemos adaptarnos a lo que pide el pueblo, y hacernos más capitalista y liberal que la mismísima Ayn Rand, convirtiendo a nuestra isla en un paraíso para las multinacionales y los turistas de medio globo.
Si por el contrario preferimos seguir haciendo de Ché Guevara, podemos ordenar a la policía o al ejército que detenga a cualquiera que se oponga a nosotros y basar nuestra economía en la exportación de ron y tabaco. Aparte, también podemos instigar y promover diferentes políticas para según que aspectos, como practicar un decreto en contra de los anticonceptivos o favorecer un estado policial otorgándole un mayor poder a la policía. Si nada de eso funciona, siempre podemos soltar un discurso sobre cualquier tema (Medio Ambiente, Sociedad y Vivienda, Religión…) Real como la vida misma. Tropico 3 permite una variedad de opciones a la hora de gobernar nuestro país, verdaderamente abrumadora. Y todo, como hemos comentado con anterioridad, con un notable e irónico sentido del humor.
En Tropico 3 podemos controlar casi cualquier aspecto de la sociedad que hemos mantenido durante tanto tiempo. Política, Educación, Sanidad, Seguridad, Industria, Entretenimiento y Ocio…Mediantes los ficheros y menús, podemos acceder a diferentes construcciones y edificaciones. A la hora de emplazarlos sobre el terreno, la cosa será bien parecida a casi cualquier juego del género. Escogeremos el tipo de construcción que queremos edificar, buscaremos el sitio adecuado, y lo emplazaremos.
Si creemos que la velocidad de construcción es lenta y nuestros trabajadores no rinden lo suficiente, podemos acelerar el tiempo de partida (que también acelerará otros aspectos del juego) o dedicarle más prioridad al edificio en cuestión. Construir un edificio u otro, puede abrirnos diferentes caminos a la hora de enfrentarnos a nuestro futuro como presidente. Cada uno tiene varios y diferentes requisitos para ser construidos, así como, si hablamos de edificios y construcciones públicas, trabajadores necesarios para hacerlos funcionar correctamente.
Así pues, un colegio o instituto necesitará profesores y una Iglesia, un párroco o cura que dé el sermón cada mañana. La industria también será importante, y debemos saber enfocar nuestros ingresos económicos según veamos y consideremos oportuno. Por ejemplo, si nuestra industria económica se basa principalmente en el tabaco, nuestros habitantes no tendrán nada que comer. Hay que buscar un equilibrio sano. También podemos establecer las áreas de influencia de nuestras plantaciones para saber si podemos satisfacer a toda la población de nuestra isla.
Otro aspecto a destacar, es la individualidad del pueblo. Cada personaje que tengamos viviendo en Tropico, es completamente diferente de otro. Cada uno tiene sus preferencias, habilidades o características, permitiendo cierto grado de especialización si nuestra educación funciona bien, lo cual podría repercutir en la calidad de los servicios que podríamos prestar en un futuro. Es decir, si tenemos una buena educación, los efectos beneficiosos serán reales en nuestra sociedad. O también podría darse el efecto contrario, y empezar a ser críticos con nuestro régimen… Por eso, Tropico 3 ofrece otra posibilidad muy importante. El Avatar. Nuestro Avatar, es la representación física de "El Presidente" de la nación. Como si fuésemos un personaje más, podemos bajar al paraíso terrenal de nuestra república y pasearnos a pie o a coche (oficial y en limusina, por y para el pueblo) por nuestras calles y terrenos o dar un discurso desde la balconada de nuestro palacio.
Dichos actos, pueden ayudar muchísimo a la hora de recuperar confianza en nuestro gobierno, así como aumentar la producción de determinados productos. También será de vital importancia en las relaciones internacionales. Si bien al cambiar nuestra forma de gobierno, podemos tener más o menos fama en nuestro país, también repercute en el exterior. Con nuestro Avatar podemos viajar al extranjero para estrechar lazos ideológicos. Como Tropico 3 está ambientado en plena "Guerra Fría", la ideología estará radicalizada en torno a los dos países enfrentados, La Unión Soviética y Estados Unidos. Al posicionarnos a un lado u otro, la cosa cambiará. En referencia a nuestro papel como presidente, decir que están representados todos los dictadores y presidentes latinoamericanos habidos y por haber. Hay representaciones de Fidel Castro o el Che Guevara, así como referencias a otros regímenes presidencialistas y dictatoriales latinoamericanos. Si por el contrario preferimos crearnos el nuestro desde cero (para así aumentar nuestro ego) podremos hacerlos con el editor de personajes. Posibilidades, una vez más, casi infinitas.
Tropico 3 tiene varios modos de juego. Desde el tutorial, al modo campaña o el modo desafíos. El modo campaña tiene 15 misiones diferentes, cada una con un trasfondo dedicado basado en acontecimientos históricos reales, como la visita del Papa a Cuba, la Crisis de los Misiles o el origen del embargo económico. Las misiones son de duración variable (casi siempre en función de la pericia del jugador), y no suponen un verdadero desafío para todo aquél que esté mínimamente famirializado con el concepto que supone un juego de gestión y simulación de ésta índole.
Los modos de desafío, como su propio nombre indican, nos propondrán tareas a realizar en un tiempo límite, objetivos que parecen difíciles en un primer momento o alcanzar una determinada cuota o nivel en algún aspecto. Son misiones rápidas una vez se domina el juego en sí, pero suponen un entretenimiento extra para aquél jugador que necesite algo más tras exprimir el modo campaña. El modo online servirá para poder visitar las islas de otros jugadores (así como ellos visitar la nuestra) y comparar las estadísticas totales de nuestra república bananera con la de otros usuarios.
¡Ay que linda eres!
Tropico 3 luce un apartado gráfico verdaderamente impactante, sobretodo para un título de su género. Si bien al principio nuestra isla tendrá el aspecto paradisiaco (llena de árboles, playas de ensueño, palmeras, bananos y cocoteros), conforme vayamos avanzando en nuestra gestión, podemos disfrutar de enormes calles pavimentadas, casuchas y chabolas de vivos colores, lujosos y modernos hoteles y algún que otro edificio enorme de cemento de mala calidad. El contraste será brutal, y como hemos comentado, no será extraño ver una barriada entera de casas matas al lado de un importante complejo hotelero. La variedad de edificios es enorme: colegios, fábricas, viviendas, restaurantes, puertos, parkings, edificios oficiales…Y todos y cada uno, recreados hasta el detalle. Los edificios políticos, por ejemplo, tendrán un marcado carácter colonialista, con diseños arquitectónicos conforme a ellos. Los coches y vehículos no se quedan atrás. Estableciendo otro paralelismo más con la dictadura castrista cubana, podemos ver verdaderas joyas y antigüedades de los años cincuenta y sesenta en lo referente a los coches y camiones.
También hay que destacar el modelado de cada uno de los habitantes y turistas que veremos en el juego. Desde el típico trabajador con ropa humilde, al afable y seboso turista de camisa hawaiana y cámara de fotos en mano. La mezcla de culturas y habitantes que se dará una vez tengamos nuestro estado en funcionamiento, es digna de estudio. El apartado gráfico de Tropico 3 es casi tan bueno como su base jugable. Pero si tenemos que destacar algo, al menos en su versión para compatibles, es su excelente configuración técnica. Los requisitos son realmente bajos, y la pantalla de configuración gráfica es amigable y sencilla. Podemos desactivar o activar efectos de tratamiento y procesado gráfico, como sombras, calidad de agua y texturas, modelados, etc.
La banda sonora del título, es absolutamente maravillosa. Con canciones de marcado carácter cubano e hispanoamericano, nuestro devenir por el juego se verá acompañado por el DJ Juanito, que nos irá hablando de cómo van las cosas en el país (con bastante mala leche y mucho humor). Aparte, nos seleccionará una lista de éxitos notables de música, que hará todo más ameno y divertido.
Conclusiones finales
Tropico 3 es un gran juego. .De buena presencia y base jugable, divertido y muy humorístico, Tropico 3 tiene casi cualquier ingrediente para ser considerado un clásico dentro de su género, y cumple todo aquello que se le reclama por pertenecer a la saga a la que pertenece. Quizás podría pecar de ser poco innovador con respecto a sus entregas anteriores (recordamos que es un remake actualizado de su primera parte) o de ser ligeramente corto si se es un experto en el estilo de juego. Pero son aspectos que para nada empeñan un excelente resultado global por parte de HAEMIMONT Games. Si queréis una experiencia nueva dentro del género de gestión, y queréis pasar un buen rato, la opción está bastante clara. Cojed vuestros mejores puros y cigarros habanos y ataviaros con cualquier ropa militar. Hay trabajo que hacer. Tropico 3 está disponible para Xbox 360 y PC.
Redactor
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