El siglo XIX fue especialmente convulso en Japón. El país se abrió a Occidente y con ello permitió la llegada de la revolución industrial. El choque fue tan grande y los cambios tan rápidos que el país se fracturó entre los partidarios del emperador y los que defendían el poder del shogunato. De las armaduras tradicionales, espadas y picas el ejército tuvo que pasar a los modernos trajes y armas como el fusil, los cañones o la aterradora gatling. Al Bickham, Communications Manager de Creative Assembly lo explica para justificar que el estudio haya centrado en esta complicada época esta nueva expansión de Total War: Shogun 2- La Caída de los Samurái.
En realidad, es algo más que una expansión, ya que no es necesario tener el título original para jugarla –el juego se ha diseñado desde cero-, aunque su precio sí será especial e inferior a lo habiutal: 29’99 €.
La Caída de los Samurái ofrece unas 100 horas nuevas de juego en las que podrás revivir una época crucial en la que Japón dejó de ser un país aislado del resto del mundo.
"Estas tecnologías e ideas nuevas eran del gusto de algunos, pero no de otros", relata Bickham. Tres zonas se pusieron de parte del emperador y otras tres a favor del shogunato. El resultado de este enfrentamiento fue la llamada Guerra Boshin o guerra del Año del Dragón. Así, podrás establecer relaciones comerciales con Reino Unido o Estados Unidos, y, en función de cómo evolucione el intercambio, tener hasta unidades específicas.
La interfaz y las imágenes evolucionan al tiempo que la historia
Bickham destaca que en el juego se va notando cómo va cambiando el país con detalles sutiles que acompañan a la evidencia de lo que sucede en el mapa. La música va siendo cada vez más occidental; las imágenes de las pantallas de carga se van volviendo cada vez más industriales; el mapa se va poblando de líneas de ferrocarril; hasta el interfaz notará la evolución, apunta, y sentencia: "habrá menos espadas y más pólvora".
En el campo de batalla se percibirán con claridad las diferencias respecto a los juegos anteriores de la serie (Medieval o Roma, por ejemplo). La aparición de las armas de largo alcance como la ametralladora o el uso de la artillería supuso una gran sorpresa inicialmente. Si en el mar la diferencia permite unos hundimientos espectaculares con explosiones, en tierra un escuadrón puede verse liquidado en apenas unos segundos si ataca a campo abierto a una ametralladora que esté algo lejos. La gatling promete ser la flor del deseo de todo jugador. Para contrarrestar, se trata de un arma cara de fabricar y muy endeble ante un ataque rápido o de la caballería. "Un jugador hábil escondería sus soldados aquí, en el bosque, donde no los ven, y luego atacaría por sorpresa a esta ametralladora, que es una unidad muy débil", explica Bickham en la pantalla como parte de la demo.
Los múltiples cambios bélicos, culturales y sociales que vivió Japón en esa época incluyen un alejamiento físico de los ejércitos a la hora de enfrentarse en el campo de batalla. Ya no habrá tantas luchas cuerpo a cuerpo como en juegos anteriores, aunque Creative Assembly ha incorporado un elemento nuevo: el jugador podrá "entrar" dentro de una gatling y apuntar directamente al enemigo. Eso sí, teniendo en cuenta que el resto de unidades del campo de batalla siguen luchando, con lo que puedes encontrarte con alguna sorpresa desagradable si estás demasiado tiempo al frente de la ametralladora.
Además de los soldados y tecnología para la artillería y la gatling, podrás contar, cuando desarrolles el árbol de tecnologías, con agentes, el ninja y la geisha, que servirán, entre otras cosas, para bajar la moral del enemigo.
Total War Shogun 2: La caída de los samurai llegará el 23 de marzo a las tiendas.