La saga Might & Magic Heroes está de enhorabuena, ya que este año se cumple ni más ni menos que su 20º aniversario. Dos décadas haciéndonos disfrutar de una genial mezcla de estrategia por turnos y rol con la que muchas de sus entregas han conseguido robarnos multitud de horas frente a nuestros PC, ya sea batallando solos, por internet o directamente en casa contra nuestros amigos en intensos duelos de todo tipo.
Incluso con sus más y sus menos (la calidad de las entregas posteriores a su tercera parte ha sido algo irregular), siempre ha conseguido mantenerse como una serie relevante y muy querida entre los usuarios de compatibles, y cada vez queda menos para que sume un nuevo juego con Might & Magic Heroes VII.
Recientemente hemos tenido la oportunidad de volver a probar esta séptima entrega, y las buenas sensaciones iniciales que nos transmitió hace unos meses se han vuelto a confirmar, ya que ante todo, para lo bueno y lo malo, es un Might & Magic Heroes puro y duro, sin experimentos extraños que le puedan hacer perder parte de su esencia.
Así pues, si sois veteranos de la saga no tardaréis mucho más de cinco minutos en haceros a todas sus novedades y en empezar a jugar total naturalidad, ya que las bases son exactamente las mismas de siempre, es decir, mover a nuestros héroes por turnos por el mapa en el que estemos para explorarlo, vivir aventuras, enfrentarnos a los campeones del rival, conquistar puestos de recursos y ciudades, fortalecer a nuestro ejército y mejorar nuestras fortalezas construyendo nuevos edificios.
Todo esto se sigue manteniendo exactamente igual, con el regreso de opciones tan clásicas como las de poder repartir el oro que consigamos entre nuestras tropas para obtener experiencia adicional, aunque hay pequeños e importantes detalles que merece la pena comentar, como el hecho de que ahora tengamos otra vez siete tipos de recursos distintos, tras la reducción y simplificación que vivimos con Might & Magic Heroes VI, donde estos se redujeron a cuatro.
Gracias a ello, se ha conseguido recuperar una mayor complejidad a la hora de tener que gestionar nuestros recursos, obligándonos a medir mucho mejor qué y cuánto gastar en cada momento. Esto también se traduce en una mayor lucha por mantener todos los lugares de recolección posibles.
Algo que no nos ha gustado demasiado ha sido la cámara del mapa principal, ya que si bien suele funcionar correctamente, a veces nos ha dado problemas y se nos ha hecho muy incómoda cuando explorábamos zonas situadas a un nivel inferior, con los obstáculos y elementos superiores sin transparentarse para permitirnos ver bien. Además, la inclinación de la misma cuando acercamos el zoom tampoco ayuda demasiado. Estos casos son muy contados y por lo general se juega perfectamente, aunque cuando suceden este tipo de situaciones son momentos muy molestos.
La gestión de las ciudades funcionan de forma muy parecida a lo visto en cualquier entrega de la saga. Cada día/turno nos permitirán construir un edificio que nos dará acceso a una serie de ventajas u otras, como generación de recursos diaria, un mercado en el que comerciar o la posibilidad de generar nuevos tipos de criaturas, por mencionar unos pocos ejemplos.
Cada estructura que construyamos ayudará a subir el nivel de dicha ciudad y mientras más tenga mejores edificios podremos crear. Eso sí, hay algunos casos en los que nos tocará decidir entre uno u otro, ya que algunos de ellos ocupan la misma "casilla". También es importante mencionar que podremos convertir a nuestros héroes en los gobernadores de las ciudades. Dependiendo de a quién escojamos, ganaremos unas ventajas u otras para ese territorio.
Hablando de héroes, cada vez que suban de nivel ganarán un punto que podremos invertir en un complejo árbol de habilidades con forma circular y dividido en numerosas categorías distintas, dándonos total libertad para personalizarlos a nuestro gusto. Además, también tendremos que preocuparnos de equiparles correctamente.
En los combates es donde más novedades y mejoras hemos notado. Como siempre, podremos optar por jugarlos nosotros mismos o dejar que sea la IA quien lo resuelva de forma automática. Os recomendamos evitar esta última opción siempre que podáis, por mucho que vuestro ejército pueda aplastar al del rival con tan solo mirarlo, ya que los resultados suelen ser muy desfavorables para nosotros, con la pérdida de muchísimas unidades que no nos explicaremos cómo es posible que hayan podido morir.
Una vez en el terreno de combate, primero tendremos una fase de planificación donde podremos colocar las unidades en las posiciones que queramos sin poder ver cómo lo hace el rival. Hecho esto, nos encontraremos con el habitual tablero dividido por casillas por el que moveremos a nuestras unidades, comenzando un bando en el lado izquierdo y el otro en el derecho. Cada criatura tiene unas características determinadas que las hace totalmente únicas, tanto de movimiento como de rango de ataque, casillas que ocupa, habilidades, etcétera, y como siempre hay una gran variedad de ellas que dependen de cada facción.
Entre las mejoras que hemos detectado nos hemos encontrado con que ahora la potencia de los hechizos de sanación y resurrección se ha disminuido considerablemente, evitando de esta forma que los combates se alarguen más de la cuenta, tal y como sucedía en Heroes VI, al mismo tiempo que agiliza el desarrollo de los mismos y se incentivan las tácticas ofensivas.
El sistema de coberturas también se ha revisado para obtener bonificaciones mucho más importantes por colocar a nuestras unidades a cubierto en los distintos obstáculo que hay repartidos por los campos de batalla, lo que le da una capa de profundidad mayor a estos enfrentamientos. También hay que destacar que ahora no solo obtendremos bonificaciones de daño por atacar desde la retaguardia a una unidad, sino que los flancos también tendrán su importancia, de modo que una buena colocación de nuestras criaturas será vital.
Todo esto consigue que los combates se sientan igual de bien que siempre, aunque mucho más pulidos, ágiles, profundos y divertidos. Eso sí, tendremos que jugar bastante más para comprobar si en los niveles más avanzados no hay desequilibrios importantes entre facciones y héroes como para que esto se mantenga así, ya que todavía es muy pronto para juzgar.
A nivel gráfico el título nos ha decepcionado bastante, ya que si bien sigue manteniendo el genial apartado artístico por el que se ha caracterizado la saga, esto no lo salva de ciertas carencias muy notorias. Hay que decir que la versión a la que hemos tenido acceso no es la final, por lo que todavía hay margen de mejora para solucionar sus pobres modelados de unidades, sus texturas de bajísima resolución y sus terribles animaciones, aunque al menos tenemos que reconocer que el mapa principal sí que se ve bastante bien y estos suelen estar repletos de multitud de pequeños detalles.
El sonido por su parte vuelve a ser bastante bueno, con una banda sonora de mucha calidad que incluye tanto nuevos temas como algunos clásicos, consiguiendo ambientar a la perfección todo lo que vemos en pantalla. Los efectos cumplen bien su función y el doblaje (en inglés lo que hemos escuchado, al igual que los textos, cosa que no sabremos si se mantendrá así en la versión final) es simplemente correcto y sin grandes alardes.
Might & Magic Heroes VII promete ser un Might & Magic Heroes de los de toda la vida, recuperando parte de su complejidad y profundidad perdida al mismo tiempo que pule algunos detalles que no gustaron demasiado en sus predecesores para hacer muy satisfactoria su experiencia de juego. Todavía nos queda mucho por jugar para poder daros nuestro veredicto, pero si todo sigue su curso, tened por seguro que vuestro contador de horas de juego con la saga va a volver a aumentar considerablemente casi sin que os deis cuenta.