En mayo de 2021, con motivo de la celebración del 35 aniversario de la saga, se anunció Dragon Quest 3 HD-2D Remake, y aunque se ha hecho de rogar un poco más de la cuenta podremos disfrutarlo dentro de muy poco, el 14 de noviembre en PS5, Xbox Series, Nintendo Switch y PC. Se trata de un nuevo y cuidado remake del JRPG Dragon Quest III: The Seeds of Salvation, lanzado originalmente para NES en 1988, y que ya tuvo una revisión para Super Nintendo en 1996, o una para Game Boy Color en el 2000. Un título que hasta ahora había sido muy esquivo para los jugadores europeos, y que vamos a poder disfrutar por primera vez con una perfecta traducción al español, como nos tiene acostumbrados Square Enix con la saga Dragon Quest en los últimos años.
Sin duda lo que más llama la atención de este remake es su apartado gráfico, con el llamativo estilo visual denominado como HD-2D, que mezcla con acierto personajes y enemigos pixel art con gráficos en 3D.
Pero su aspecto no es la única novedad, ya que esta nueva versión de Dragon Quest también incluye una nueva banda sonora completamente orquestada así como toda una serie de mejoras que hacen que la experiencia sea más grata y llevadera para el jugador contemporáneo. Hace unos días tuvimos la ocasión de probarlo por primera vez en su versión de Nintendo Switch, y a continuación os contamos qué nos ha parecido.
Un estupendo lavado de cara para un clásico de los JRPG
Desarrollado por Chunsoft y lanzado por Enix en 1988 para la consola de 8 bits de Nintendo, tras Dragon Quest (1986) y Dragon Quest II (1987), Dragon Quest III es la tercera entrega de "trilogía de Erdrick", aunque narrativamente se trata realmente de una precuela, ya que transcurre muchos años antes del primer juego de la saga, en un mundo separado de los dos primeros títulos. La aventura está protagonizada por un joven héroe, el hijo del legendario guerrero Ortega, y la historia comienza en el reino de Aliana, donde el protagonista recibe el encargo del rey de derrotar al malvado archienemigo Baramos y salvar al mundo, algo en lo que fracasó su padre.
Este episodio de Dragon Quest destacó en la época por ser un gran salto dentro de la saga y el género, en todos los sentidos, empezando por ser más grande y ambicioso que las dos primeras entregas. Con novedades como un sistema de clases que permitía elegir entre varias clases para los compañeros de equipo, con la posibilidad de cambiarlas más adelante; una estructura más abierta y no lineal, que permitía completar las misiones y visitar las ciudades en distinto orden; un curioso un ciclo de día y noche que afectaba tanto a la jugabilidad como a la narrativa, ya que algunos eventos y personajes solo estaban disponibles en ciertos momentos del día; y un mundo considerablemente más grande y detallado que en los juegos anteriores, con una gran cantidad de secretos, misiones secundarias y mazmorras opcionales.
Un JRPG muy clásico adaptado a los tiempos modernos
Pudimos jugar aproximadamente una hora a Dragon Quest 3 HD-2D Remake, el tiempo suficiente para comprobar su excelente apartado audiovisual así como los pequeños cambios y añadidos que han realizado para mejorar la experiencia, con una interfaz totalmente renovada y actualizada a los tiempos modernos, así como toda una serie de mejoras en la calidad de vida. Por ejemplo, ahora se puede guardar partida en todas las iglesias, no solo con el rey, también hay guardados automáticos, y se han añadido algunos tutoriales al comienzo del juego para ayudar a los recién llegados a la saga.
También podemos activar un mapa de pantalla opcional con marcadores de ubicación para facilitar la exploración y la búsqueda de misiones, algo que posiblemente sea más necesario de lo que os podéis imaginar, ya que Dragon Quest 3 es sorprendentemente abierto y poco lineal. Algo que nos gustó mucho en este contacto es que Dragon Quest 3 HD-2D Remake no te lleva de la mano como en los juegos contemporáneos. Sí, puedes consultar tu siguiente objetivo para seguir la aventura, pero no te dicen exactamente dónde está, y tienes que explorar e investigar, y es bastante fácil perderse, un toque aventurero genial que contrasta con la gran mayoría de juegos actuales que te tratan como si fueras tonto.
Controlando a un equipo de cuatro personajes, los combates son tanto por turnos como aleatorios, como en los JRPG más clásicos, ya que no vemos a los enemigos en los escenarios, y además las batallas son bastante abundantes, diríamos que no se ha cambiado la frecuencia de los encuentros respecto al título original, o no demasiado. Esto podría jugar con vuestra paciencia, pero de manera acertada se ha añadido una opción que permite ajustar la velocidad de las batallas, entre tres parámetros, "normal", "rápida" y "ultrarrápida", para que todas las animaciones y mensajes vayan lo más rápido posible,. La verdad es que en el ajuste más veloz los combates duran lo necesario y no se hacen nada pesados, y además, también podemos configurar individualmente que los personajes luchen automáticamente, algo que también puede ser muy útil cuando ya llevemos centenares de batallas encima.
Un juego precioso
En 2018 con Octopath Traveler Square Enix inauguró el HD-2D, una técnica de diseño visual que combina elementos de gráficos en 2D pixel art con tecnología 3D, creando una estética que es a la vez nostálgica y moderna, y que enamora especialmente a los jugadores más veteranos, aquellos que vivieron la transición de los gráficos 2D a los poligonales. Después de aquel título, ha sido utilizada con mucho éxito en juegos como Triangle Strategy (2022), Live A Live (2022) y Octopath Traveler 2 (2023), y de manera sutil con cada nuevo juego se ha ido utilizando cada vez mejor, culminando en Dragon Quest 3 HD-2D Remake, que se ve precioso.
Su mezcla de personajes y enemigos hechos a base de píxeles con escenarios poligonales e iluminación en tiempo real hace que su aspecto sea irresistible, y las ciudades, las mazmorras y el mundo de Dragon Quest III lucen genial con esta técnica. Una de las peculiaridades del juego original era que muchas de sus ciudades estaban inspiradas en lugares del mundo real como Roma, Portugal, Irak o Japón, por lo que ahora estos lugares lucen estupendamente y con mucha personalidad gracias al HD-2D. No solo los gráficos se han mejorado, y también su música está muy cuidada, con una nueva banda sonora compuesta por Sugiyama Koichi e interpretada por la Sinfónica Metropolitana de Tokio, que reinterpreta la música original de Koichi Sugiyama así como aporta multitud de nuevas melodías.
Por último, comentar que pese a los rumores (o deseos) aparecidos hace unas semanas, Dragon Quest 3 HD-2D Remake, como su nombre indica, solo es un remake de la tercera entrega, y no están incluidos los dos primeros Dragon Quest, que llegarán el año que viene juntos en Dragon Quest 1 & 2 HD-2D Remake, que se anunció ayer.
En noviembre podremos disfrutar de un gran JRPG clásico
Los amantes de los JRPG más clásicos están de enhorabuena, ya que dentro de muy poco, el 14 de noviembre, van a poder echarse a la boca un excelente exponente del género, en un remake que luce genial y que es muy fiel al juego original, modernizando la experiencia para que sea más accesible y amable para los jugadores contemporáneos, pero sin estropear su esencia. Teniendo en cuenta que Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age se lanzó originalmente por aquí en 2018, y que todavía queda mucho por disfrutar de Dragon Quest XII: The Flames of Fate, Dragon Quest 3 HD-2D Remake va a ser para una gran mayoría de los jugadores como poder disfrutar de un Dragon Quest completamente original, que nos va a hacer más llevadera la espera hasta la llegada de la duodécima entrega.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en su versión de Switch en un evento celebrado por Plaion en Madrid.