Velocidad y Exploración cogidas de la mano
Eidos confirmó hace unos meses el que sería su primer juego para Xbox, poco después de la presentación de la consola en el CES de las Vegas. Su título era Mad Dash y lo poco que se sabía de él apuntaba a que se trataba de un clon de Mario Kart para Xbox, cosa que al final no resultó ser. Este desarrollo de Crystal Dinamics es un juego un poco extraño y bastante original; combina la dinámica de un juego tipo Mario Kart con la exploración típica de un juego de plataformas, y le añade otros elementos resultando su jugabilidad muy variada, tan variada que tardaremos bastante en acostumbrarnos a todas las situaciones y a todas las cosas que podremos hacer. Incluso puede que algún día, dentro de muchos años, cuando desempolvemos la carátula del juego y echemos una partida de nuevo, descubramos algo que no habíamos probado.
Mad Dash es en esencia un juego de carreras al igual que Mario Kart y todos sus clones; el que corramos con piernas en vez de con ruedas no cambia demasiado la forma de "conducir", pero sí le añade la posibilidad de saltar y hacer otros movimientos que le dan a esta frenética carrera un gran toque plataformero del que hablaremos largo y tendido.
Enormes niveles con múltiples rutas
La palabra clave en Mad Dash es
exploración; los niveles son enormes no solo a lo largo, sino también a lo ancho, y hay múltiples rutas que tomar. Y cuando digo múltiples rutas no me refiero a lo típico de juegos como Wipeout o XG, sino a que podremos estar media carrera sin coincidir con otro corredor gracias a la recóndita ruta que hemos elegido tomar. Algunas rutas serán exclusivas para cierto tipo de corredor; algunos atajos serán beneficiosos, mientras que otros no nos reportarán ninguna ventaja e incluso nos harán desviarnos del camino o perder el tiempo haciendo algo muy difícil que en realidad no compensa.
Además, los niveles no serán completamente "a pie", habrá partes en las que nadaremos, escalaremos o nos colgaremos de redes para avanzar por ellas (todas estas acciones se realizan rotando el mando analógico derecho, una forma que es, cuanto menos, curiosa); habrá también zonas de canales por los que nos deslizaremos como si estuviésemos haciendo snowboard, barras sobre las que deslizarnos pulsando el botón respectivo y, sobre todo, muchos saltos típicos de un juego de plataformas: entre superficies móviles, salvando obstáculos o para hacer transiciones de unas zonas a otras y evitar caer al camino convencional –y más lento-.
Tres tipos de personajes con sus respectivos poderes
Supongo que habrá quedado claro que los niveles son enormes, muy variados y con muchas cosas que hacer. Sin embargo, nuestros personajes no se quedan cortos en poderes y rarezas. Hay tres tipos diferentes: los corredores, los planeadores y los golpeadores. Los corredores podrán utilizar una especie de turbo que les permitirá subir por superficies muy empinadas, mientras que los planeadores podrán (adivinadlo), planear tras un salto, cosa que les permitirá llegar a lugares que el resto de corredores no pueden alcanzar. Por último, los golpeadores tienen la habilidad de destruir algunos muros y tomar los atajos que esconden. Las habilidades no podrán utilizarse el tiempo que se quiera, pues tendremos una barra de energía que gastaremos –y rellenaremos con latas de refresco-. A lo largo de los circuitos encontraremos señales que nos indicarán qué tipo de personaje puede tomar ciertos atajos, ayudándonos a no perder tiempo. Sin embargo, existe la forma de hacer que nuestro personaje sea "tríbido" (de los tres tipos), recogiendo al menos 10 gemas verdes.
Lamentablemente ese estado de gracia de nuestro personaje no durará para siempre, pues no serán pocas las veces que seamos abatidos y perdamos cinco valiosas gemas verdes.
Los niveles están llenos de seres que intentarán acabar con nosotros y de trampas que se activarán solas o por medio de un interruptor que pulse un rival. Por último, nuestros rivales (al igual que nosotros) podrán abatirnos con las armas que encuentren por el camino.
Sistema contradictorio
Como veis, durante las carreras habrá una buena cantidad de interacción con el escenario y con los otros corredores, que como en todo buen juego "tipo Mario Kart" tendrán la asombrosa habilidad de estar siempre pisándonos los talones, lo hagamos bien o mal. Por esta característica Mad Dash resulta contradictorio: mientras que es parece conveniente buscar las rutas especiales y atajar por donde sea posible, la ventaja que nos darán estas maniobras será escasa, y debido a esas "facultades" de los rivales, casi no se notará en la carrera. Imagínate que lo has estado haciendo muy bien toda la carrera, pero justo ante la línea de meta tenemos un pequeño accidente: hemos perdido. Por ello, las rutas secretas solo se hacen cruciales cuando queramos batir nuestro record en un escenario; una auténtica lástima que esta característica que parece tan importante a priori no tenga tanta repercusión en lo que realmente importa, y no se recompense como es debido al jugador que "se lo curra".
Gráficamente, luces y sombras
El titular no se refiere a la iluminación en tiempo real, sino que Mad Dash tiene un apartado gráfico ambiguo, por decirlo de alguna manera. El aspecto gráfico es muy diferente al de los diferentes juegos de Xbox, la mayoría de los cuales tienen un look muy sobrio, que mucha gente llama "estilo PC". Mad Dash tiene el aspecto gráfico de un juego de consola, con muchísimo colorido en todos y cada uno de los objetos, personajes y escenarios, y mostrando un montón de elementos en pantalla que pasan a nuestros lados a toda velocidad.
Tenemos unos escenarios enormes, que no tienen el aspecto diáfano de otros juegos sino que están llenos de objetos inertes y móviles, y de pequeños detalles que casi nunca captaremos. Tenemos también unos buenos efectos, con un toque de dibujo animado más que notable, entre ellos el agua y el fuego. La animación y el diseño de los personajes están muy conseguidas, y lo único que empeña este apartado gráfico tan peculiar es el framerate, que aunque suele mantenerse en 30 sufre bajones con frecuencia, cuando ocurren muchas cosas en la pantalla. Es el precio que hay que pagar por unos escenarios repletos de detalles, pero considerando el potencial de Xbox, que no se mantenga el framerate es algo decepcionante.
Banda sonora de excepción
La banda sonora del juego es realmente llamativa, compuesta por temas de Moby, MDFMK, Propeller Heads o Fatboy Slim. La música encaja muy bien con la velocidad del juego, aunque no demasiado con el aspecto "cartoon" de los personajes y los niveles. En cuanto a los efectos de sonido, son numerosos y variados, y se compenetran perfectamente con las voces de los personajes, dobladas bastante bien a un perfecto castellano.
Aprovechando el mando de Xbox
Para tratarse de un juego de carreras, Mad Dash utiliza casi todos los botones del mando. Dirigiremos a nuestro personaje con el mando analógico, y las acciones básicas (saltar, correr, deslizarse y saltar hacia delante) coparán los botones principales del mando. Para utilizar los poderes de los corredores y de los destructores utilizaremos los gatillos, mientras que para planear mantendremos pulsado el botón de salto.
Como ya dije al principio, son muchas las acciones que podremos hacer durante el juego. Incluso algunas, como las piruetas en el aire que se hacen rotando el stick y pulsando botones, no nos ayudarán a ganar; el control del juego es un poco complicado al principio, pero se domina muy fácilmente y a la media hora no habrá ningún problema para que nuestro peculiar corredor haga lo que se nos pase por la cabeza. Un problema lo plantea la cámara, que se mueve sola y eso puede acabar produciéndonos alguna que otra confusión cuando queramos volver sobre nuestros pasos.
Multijugador, pura diversión
Un juego de carreras no es nada sin un modo multijugador, y Crystal Dinamics lo ha sabido desde el principio y ha incluido un modo para hasta cuatro jugadores, que será lo que alargue la vida del DVD. También se han incluido otros modos además del Aventura, como los desafíos por dinero, tiempo y trucos en cada nivel. Basándose en esta simple temática y aprovechando el toque de exploración del juego, los desarrolladores han creado un número más que decente de posibilidades de juego.
Una mezcla interesante, pero no definitiva
Finalizando, Mad Dash es un buen juego de carreras que merece un buen vistazo. Tras unos primeros minutos algo confusos debido a la enormidad de los niveles y el sistema de control, nos haremos cargo de Mad Dash sin problemas. Sin embargo, la mezcla de juego de velocidad con juego de exploración no acaba de ser convincente. Como ya dije más arriba, el elemento de exploración no acaba siendo definitivo en las carreras, y no se le da el uso que podría tener. Aún así, Mad Dash es un buen juego, con un buen apartado técnico y que encajará en la juegoteca de alguien con tres mandos más y al que le guste "picarse" con sus amigos.