Análisis de Ori and the Blind Forest: Definitive Edition (Xbox One, PC)
Hace exactamente un año caímos rendidos ante Ori and the Blind Forest, probablemente uno de los mejores juegos de todo el catálogo de Xbox One, por no decir el mejor. Una aventura de plataformas conmovedora, genialmente diseñada, con unos controles impecables y con la que la palabra "bella" se nos quedó corta para describir sus valores audiovisuales. Ahora, y para celebrar su primer aniversario, Moon Studios ha decidido lanzar una pequeña expansión para darnos una excusa más para revisitar o descubrir por primera vez el viaje de Ori a través del bosque de Nibel.
Como al juego base ya le dedicamos un profundo análisis en su momento, esta vez nos vamos a centrar en las novedades que podréis encontrar en esta versión definitiva, contenidos que, por cierto, también podréis conseguir actualizando el título original en el caso de que lo tengáis por apenas cinco euros.
La novedad más importante de todas la tenemos en la inclusión de dos zonas completamente nuevas, donde podremos descubrir el pasado de Naru, la madre adoptiva de Ori, y de paso conseguir dos habilidades completamente nuevas y algunos coleccionables extras.
Ambas son totalmente opcionales, por lo que no es necesario pasar por ellas para llegar al final de la aventura y, de hecho, es posible que la entrada os la saltéis sin querer si no estáis prestando un mínimo de atención.
A pesar de ello os recomendamos que no vayáis hasta que hayáis despertado al espíritu del agua, momento en el que tendréis las habilidades necesarias para completarla en su totalidad. Los movimientos que allí obtendremos nos permitirán realizar una rápida carga hacia delante (que además se pueden encadenar, por lo que podemos movernos a toda velocidad por los escenarios) y el lanzamiento de una granada de luz que a su vez podremos utilizar como punto de impulso para realizar Golpes.
Ambas son interesantes y ofrecen muchas posibilidades de juego, aunque el problema es que únicamente se les saca provecho en las nuevas zonas y no están explotadas tanto como nos hubiera gustado, algo que se debe al propio diseño de las áreas de la expansión: demasiado cortas. De hecho, es posible completar todo el contenido nuevo en menos de una hora con secretos incluidos, dejándonos con ganas de más. Eso sí, al menos el plataformeo y los puzles que allí encontraremos mantienen el nivel del resto de la aventura, aunque nos ha dejado con la sensación de que daba para muchísimo más.
Por otra parte, ahora nos encontramos con que se ha incluido la posibilidad de realizar viajes rápidos entre los diferentes puntos de guardado del mapa, permitiéndonos que nos movamos libremente de una punta a otra del bosque para conseguir los secretos que nos hayamos dejado anteriormente, lo que nos facilitará y aligerará considerablemente la tarea de obtener el 100%. Se trata de una novedad muy bien recibida, pero completamente opcional, de modo que si el uso de teletransportes no es de vuestro agrado siempre os quedará la posibilidad de moveros a pie.
Continuando con las nuevas inclusiones destaca el hecho de que se hayan añadido diferentes modos de dificultad, con Fácil para los menos habilidosos, Normal para experimentar la experiencia de juego original, Difícil para sufrir algo más de la cuenta y Una Vida, modalidad solo apta para los virtuosos y maestros del mando en la que nos proponen pasarnos toda la aventura sin morir. Nos hubiera gustado que cada dificultad tuviera cambios considerables en las situaciones vividas, aunque simplemente se limitan a modificar el daño que recibimos, por lo que al final esta inclusión se siente un poco forzada y no demasiado trabajada.
Y esto es prácticamente todo lo nuevo que encontraremos en Ori and the Blind Forest: Definitive Edition. Como veis, hay muy pocas novedades y estas no llegan a aportar demasiado a la excelente experiencia de juego de la que pudimos disfrutar en su momento, por lo que nos ha dejado con la impresión de que se podría haber aprovechado la ocasión para modificar zonas clásicas con el fin de sacarle partido a los nuevos movimientos y de paso haber creado algún que otro jefe final o añadido más tipos de enemigos para hacer los combates algo más interesantes y variados.
De todos modos no os confundáis, Ori and the Blind Forest sigue siendo un juego sobresaliente y su Definitive Edition es la mejor versión que vais a poder encontrar de él, ya que aunque ofrezca poco más lo hace más completo. Se trata de un título que hay que jugar sí o también a poco que os gusten los plataformas 2D con leves toques de Metroidvania (e incluso si el género tampoco os llama demasiado la atención, también se merece una oportunidad).
Si valorásemos la expansión como producto independiente difícilmente podríamos catalogarla de "imprescindible", aunque cualquier excusa para rejugar esta maravilla de Moon Studios siempre es un placer. Y si todavía no habéis descubierto la magia que desprende el bosque de Nibel, pocos motivos os quedan ya para no adentraros en él y salvarlo de la oscuridad que lo amenaza, pues sois la única luz de esperanza que le queda.
Hemos analizado este juego gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Microsoft.