Análisis de Tom Clancy's Ghost Recon Advanced Warfighter 2 (Xbox 360, PS3)
La franquicia Ghost Recon está formada por títulos de acción táctica con un argumento salido de la mente del prolífico escritor Tom Clancy y desarrollados por Red Storm Entertainment y Ubisoft. Tras el increíble éxito cosechado con Ghost Recon Advance Warfighter en sus versiones de Xbox 360 y PC, era fácil prever que un nuevo episodio llegaría tarde o temprano a la máquina de Microsoft.
Y así ha sido, quizás de forma algo más prematura de lo esperado nos llega Ghost Recon Advance Warfighter 2, apenas un año después de la salida del primer episodio de nueva generación. En este caso seguiremos tomando el rol de Scott Mitchell y su escuadrón de élite.
Nuestra presencia será solicitada pocos meses después de lo acontecido en su predecesor, y seremos enviados a Juárez (México), después de que el gobierno mexicano y unas fuerzas rebeldes insurgentes hayan provocado que el país se encuentre en un estado de guerra civil a gran escala.
Debido a este hecho se sospecha que puede haber problemas en torno a la finalización de unos tratados de seguridad en los que los Estados Unidos juegan un papel importante, a lo que hay que añadir unas sospechas fundadas de que la insurgencia puede estar en posesión de una serie de armas, todavía no concretadas, que se presentan como una amenaza todavía mayor.
Ante esta situación no nos quedará más remedio que lidiar con el grupo rebelde, por lo que tendremos que adentrarnos en suelo mexicano, comenzando con varias misiones en puntos estratégicos a la afueras de Juárez, hasta llegar a la propia ciudad con grandes combates urbanos e, incluso, llegando a combatir en el propio suelo americano.
Todo esto hilado a través de un argumento con un evidente tono cinematográfico compuesto por un guión que, sin llegar a sorprender, nos presenta los suficientes detalles y sorpresas como para mantenernos pegados al asiento. La mayoría de datos los conoceremos en secuencias realizadas con el propio motor del juego que se nos presentarán entre las distintas misiones.
Este modo campaña resultará una iniciación perfecta antes de adentrarse en el verdadero punto fuerte, el cual reside en el modo online. En este sentido, si bien es cierto que la campaña tiene una duración claramente inferior al que vivimos en el capítulo anterior, no es menos cierto que los distintos modos que nos ofrece el juego a través de Xbox Libe nos permitirán disfrutar del título durante cientos de horas más. Tres modos distintos (sólo, en equipo o cooperativo, éste último incluyendo una nueva trama con seis misiones nuevas a través de Panamá) nos esperan, dentro de los cuales todavía podemos encontrar distintas y muy amplias opciones de juego.
En general el apartado multijugador presenta una solidez sobresaliente, y una variedad a la hora de personalizar las partidas que deja boquiabierto al más exigente. Además se han añadido distintas mejoras, como el hecho de que si somos heridos de forma grave caeremos al suelo y podremos elegir entre resucitar de nuevo o esperar un tiempo prudencial por si algún compañero cercano nos puede curar, a lo que podemos sumar que el apartado gráfico, esta vez sí, está a la altura de lo que vemos durante la campaña, sin mermas visibles. Sin duda será uno de los títulos más jugados a través de Xbox Live durante bastantes meses.
En cuanto al desarrollo del juego, nos encontraremos con las mismas premisas que hicieron de su antecesor un éxito de ventas. Es decir, manejaremos a Mitchell a través de los distintos actos que componen las misiones, pudiendo ir sólo o acompañado por el resto del equipo de élite. Dicho equipo podrá ser seleccionado por nosotros pudiendo ver en cada uno de los candidatos una serie de valores orientativos sobre sus capacidades en el campo de batalla. Del mismo modo también podremos personalizar las armas que llevaremos en cada misión, encontrándonos con una gran variedad dentro de las mismas.
Mientras se desarrolla cada misión podremos dar órdenes orientativas a nuestro equipo, en cuanto a su actitud de combate, u otras más concretas como atacar a un objetivo que hayamos seleccionado. El Crosscom, dispositivo electrónico que funciona como centro de mando, seguirá jugando un rol principal durante nuestra aventura.
Desde el mismo, y gracias a un control optimizado, tendremos la posibilidad de ver, en primera persona y a pantalla completa, que están haciendo cada uno de nuestros compañeros de equipo, darles órdenes en función de su situación, o incluso manejar vehículos como el nuevo transportador o el dron aéreo que nos permitirá recorrer el escenario desde el aire y fijar posibles objetivos y enemigos.
El resto será lo que todos conocemos, es decir, un festín de intensidad militar a través de los distintos escenarios mientras cumplimos los objetivos que se nos han encomendado. El juego mantiene intacto su carácter pausado y estratégico, con multitud de objetos y edificios que podremos usar para protegernos de las amenazas (desde un muro hasta una roca o un coche). Por supuesto podemos olvidarnos de ir corriendo cual Rambo, pues una bala en nuestra cabeza nos obligará a volver a empezar.
Respecto a la inteligencia artificial, nos encontramos con un apartado que mantiene el nivel visto en el primer Advance Warfighter, esto es, correcto pero sin demasiados lujos. Nuestros compañeros realizaran un trabajo importante, pero a la hora de la verdad tendremos que ser nosotros quienes nos enfrentemos a los verdaderos desafíos pues fiarse de ellos posiblemente nos traiga problemas. Un punto a su favor es la gran labor de inspección del terreno que realizarán los miembros de nuestro equipo, identificando e incluso contando los objetivos que estén a nuestro alrededor.
En cuanto al apartado gráfico, y pese a que apenas ha pasado un año desde la salida del episodio anterior, estamos ante un juego que aunque reutiliza el mismo motor gráfico, deja ver claramente que se ha mejorado el mismo de una manera notoria. Especialmente destacable resulta todo lo relacionado con los efectos lumínicos en el escenario y el horizonte, así como las distintas explosiones y efectos de partículas recreados de manera formidable.
El modelado de los personajes y escenarios también ha mejorado considerablemente, así como el diseño de los mismos (aunque también cabe mencionar que el tamaño en esta ocasión de los escenarios será, por regla general, algo menor y con un grado de libertad no tan amplio).
El apartado sonoro no se queda a la zaga, contando con un doblaje más que competente en un perfecto español, respetando las voces originales en mexicano para los insurgentes. Los distintos efectos sonoros de armas o explosiones mantienen un nivel notable, y la banda sonora, presente especialmente en los momento de mayor tensión o en las escenas intermedias entre misiones, mostrará una gran calidad con temas de corte épico que aumentará, si cabe, la experiencia jugable.
Como conclusión, Ghost Recon Advance Warfighter 2 es, de por sí, un juego sobresaliente cuyo mayor defecto es no aportar novedades suficientes respecto al episodio anterior. El juego nos llevará a través de una corta pero intensa campaña con un acentuado carácter cinematográfico, añadiendo además un componente multijugador que prácticamente ningún otro juego puede igualar.
Quien no haya catado el primer episodio no debería dejar de probar este fantástico juego de acción táctica, y quien sí lo haya probado y quedara con ganas de más aquí tiene lo que esperaba; eso sí, resulta más recomendable tomarse el juego como una expansión y no como una verdadera secuela, pues la experiencia tras jugarlo es lo que nos indica.
Últimos análisis
