Análisis de Sega Rally Online Arcade XBLA (Xbox 360, PS3)

3, 2, 1, Go!!!! Corría el año 95 cuando este grito se alzó con el número uno entre los preferido de los salones recreativos. Así nos daban la salida en una increíble máquina arcade de Sega que nos ofrecía disfrutar de los rallies, una modalidad de carreras de coches que pasó del total desconocimiento en nuestro país a ser portada en todas las noticias gracias a los dos títulos mundiales de Carlos Sainz en el año 90 y 92.

¿Quién no recuerda aquellas míticas carreras entre el Lancia Delta Integrale y el Toyota Celica en dos máquinas arcade juntas? Creado por el mítico estudio de Sega, AM5, su éxito fue tal que enseguida se trasladó a la consola domestica dominante de la época, la Saturn de la propia Sega, consiguiendo un gran éxito de ventas, llegando posteriormente a otras máquinas como la PSP.

Casi coincidiendo con el lanzamiento de la PS3 en el año 2007 recibimos una nueva y excelente versión, desarrollada por Sega Racing Studio, que seguía con la esencia de la recreativa ofreciéndonos incluso un nivel técnico superior a la original. Pese a cosechar excelentes críticas de la prensa especializada, su éxito comercial fue mucho menor de lo esperado en una época no muy prospera para los juegos de conducción.

Aprovechando el tirón de los juegos descargables, y teniendo en cuenta que los juegos de conducción no son muy habituales en este nuevo y exitoso formato, Sumo Digital, responsables de la conversión de otra magnifica recreativa como Out Run, nos ofrecen una nueva versión.

Desde la primera carrera notamos que el espíritu original sigue vigente al 100% en este nuevo descargable. El sonido inicial y las primeras curvas nos confirman que estamos ante un Sega Rally de verdad. La conducción es sencilla de un modo totalmente arcade sin concesiones a la realidad, ignorando cualquier limitación que la física nos quisiera imponer, y reservando el gatillo del freno para otros juegos más interesantes.

Modos de juego

El modo de juego a priori más completo se denomina campeonato, y es un fiel calco de lo que era la recreativa original. Consta de tres circuitos que se corren de forma secuencial y en los que tenemos que conseguir adelantar a 22 coches que circulan a una velocidad sensiblemente inferior a la nuestra entre los tres circuitos. Si lo logramos pasaremos a una prueba final consistente en un duelo uno a uno contra con otro coche igual al nuestro en el último y "difícil" circuito.

El juego tiene únicamente dos niveles, fácil y arcade. El primero de ellos es realmente sencillo, y salvo la prueba final, algo más complicada, se puede superar en unos cuantos intentos sin problemas. En el modo arcade, la cosa cambia y prácticamente hay que aprovechar cada segundo, y realizar unos recorridos perfectos para conseguir los objetivos.

Los otros modos de juego son, sin duda, menos interesantes y consisten en jugar una única carrera en el circuito que escojamos, o intentar mejorar nuestros cronos en el modo contrarreloj.

Para contrarrestar el flojo y corto modo de un jugador tenemos dos posibilidades: el multijugador local y el online. Las partidas a nivel local se realizan sobre una pantalla dividida en dos por una línea vertical, permitiendo una visión de la carrera mucho más acertada que cuando se divide de forma horizontal. En este modo tenemos variados tipos de partida: carrera, eliminatoria, tiempo predeterminado, uno contra uno o batalla. En algunos de ellos competiremos únicamente con nuestro amigo, mientras que en otros como carrera sí participarán otros coches controlados por la CPU, siendo el objetivo, siempre y como es obvio, llegar el primero.

El esperado modo online ha resultado ser mucho más pobre de lo deseado, y es que únicamente nos permite disputar carreras sueltas para un máximo de 6 jugadores simultáneos. Podremos seleccionar el coche, el circuito, la dificultad y si queremos que se rellenen los huecos por coches manejados por la CPU. De momento, el juego parece haber tenido poco calado entre los aficionados ya que es bastante difícil encontrar partidas. En las que hemos podido jugar, el funcionamiento hay que reconocer que ha sido totalmente fluido siendo realmente divertido jugar contra otros corredores sin importarnos los frenos ni los daños.

Volviendo al año 95

Una de las más grandes y gratas sorpresas que esconde este juego descargable y que os vamos a fastidiar es la inclusión de un modo clásico exactamente igual al original de la primera recreativa de hace más de 15 años. Sí, los mismos vehículos, el Lancia Delta Martini y el Toyota Celica Castrol compitiendo en el circuito original del Desierto. Es increíble, pero fue arrancar una partida en ese modo clásico por primera vez, y recordar de forma instantánea ese circuito y la cantidad de monedas de 25 pesetas que nos gastamos en él.

Este modo especial está presente tanto en el modo de un jugador, como en el multijugador local y al ganar la carrera desbloquearemos, además, esos vehículos para poder usarlos en el campeonato. Únicamente echaremos de menos el potente Lancia Stratos que posteriormente se añadió en algunas versiones del juego.

Circuitos y garaje clásico

Si estas deseando poder probar los nuevos modelos de rally, el Ford Fiesta RS o Citroën DS3 sentimos deciros que no. SROA sigue siendo fiel a su garaje, y para bien o para mal, los modelos disponibles son los que siempre hemos visto en este juego. De origen podemos escoger únicamente entre seis clásicos coches de rally entre los que se encuentran el Citroën Xsara, el Ford Focus RS o el Subaru Impreza, y, además, tendremos otros siete coches bloqueados, incluyendo los dos clásicos, dos modelos de buggy, y otro par de extraños coches entre los que se encuentra un todoterreno creado por Colin McRae.

Tendremos tres vistas de juego, la exterior y más clásica, una delante del coche, y una sobre el capo, que se activará por defecto al seleccionar el cambio manual.

Si el número de coches es aceptable no ocurre lo mismo con el número de circuitos disponibles, siendo esta otra de las sorpresas negativas del juego. Escasamente encontraremos disponibles cinco circuitos. Los tres circuitos del modo campeonato, Tropical, Cañon y Alpino son de sobra conocidos de otros juegos de la saga, y son los únicos disponibles de inicio. Tendremos que superar el modo campeonato para poder desbloquear el circuito del lago, y el modo clásico para poder correr en el circuito del desierto, el original de la primera recreativa.

Los circuitos son realmente sencillos, y como decíamos al principio, es prácticamente innecesario el uso del freno en todos ellos. Únicamente bastará con dejar de acelerar al llegar a las curvas complicadas, y aprovechar el derrape para salir de ellas acelerando. En todos ellos encontraremos mezcla de varias superficies entre asfalto, tierra, e incluso nieve, aunque realmente la conducción es prácticamente igual en todos los momentos.

Gráficos y sonido

El apartado técnico del juego sigue con la tónica general de regreso al pasado que tiene el juego, aunque eso no quiere decir que sea malo. Aunque aquellos que jugamos al juego del 2007 apenas notaremos diferencias cuatro años después, tanto los coches como los entornos están aparentemente bien conseguidos y causan buena impresión dentro de la sencillez. Los circuitos, con muchos años ya a sus espaldas, siguen estando logrados, y, además, presentan muchos elementos decorativos y móviles, que sin duda nos sonarán. El diseño de los coches es igualmente simple y resultan bastante cuadradotes, además de ser, por supuesto, totalmente indeformables, siendo el polvo y la tierra que se pega a nuestro guardabarros trasero lo único que observaremos cambiar.

El aspecto sonoro esta igualmente a buen nivel y destacan las frases clásicas de toda la vida. Desde el "easy right" o el "overjump" al "game over" final, todas ellas parecen sacadas de la versión original de hace muchos años. Aunque esas voces sean en inglés, el resto del juego está perfectamente traducido al castellano.

Divertido, con esencia de clásico, pero escaso

Clásica es la palabra que mejor define a este nuevo Sega Rally. Un sencillo juego descargable que por apenas 800 mp nos trae de vuelta el adictivo arcade de las recreativas de los 90. Únicamente el escaso número de circuitos disponibles, y un demasiado flojo modo online, puede hacer que el interés por él decaiga enseguida, pese al buen número de vehículos clásicos, incluidos los originales Delta y Celica que podemos probar.