Análisis de Scarface: The World is Yours (Wii)
Una traición le ha costado el imperio que levantó con tanto sufrimiento. Ahora ha llegado la hora de demostrar que con las pelotas de Tony Montana no se juega.
Alberto Pastor ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
7.3
SONIDO
8.5
NOTA
7.8
DIVERSIÓN
7.5
JUGABILIDAD
7.7
Análisis de versión Wii.
Otros análisis: PS2
El estudio Radical Entertainment, responsable de títulos como Los Simpsons Hit & Run, se estrena en Wii con una gran adaptación de su notable juego de acción y conducción estilo GTA, Scarface: The World is Yours, manteniendo todos los elementos jugables del original pero adaptando por completo su sistema de control a las novedosas características que ofrece el mando de Wii, aunque no de una forma tan intensa como otros títulos de reciente aparición. El resultado: un notable juego de acción y conducción que a parte de ofrecer una experiencia cinematográfica realmente sobresaliente, mostrará una serie de aspectos de gestión que lo alejarán por completo de otros títulos basados en el género.
Jugando con nuestra hombría
Scarface se trata de una secuela de la popular película de Brian de Palma, remake a su vez de la cinta de Howard Hawks, que modifica el final de dicho filme para presentarnos a un malhumorado Tony Montana que deberá devolver todo el esplendor a su maltrecho imperio del crimen arrasado tras un ataque a traición por parte de Sosa, uno de los grandes villanos del juego. Para lograr este objetivo, iniciaremos nuestra odisea desde los bajos fondos tratando con camellos de tres al cuarto para después comenzar a distribuir droga a lo grande usando para ello nuestros almacenes o las decenas de locales/tapaderas que tendremos repartidos por la ciudad de Miami. Además, por supuesto, contaremos con un impresionante arsenal de armas de fuego, y también excentricidades como una motosierra, que usaremos para luchar contra los sicarios y asesinos de las organizaciones criminales rivales que como si de hienas se trataran pelearán por hacerse con los restos del maltrecho imperio de Tony.
Como decíamos, Scarface presentará una mecánica de juego idéntica a la vista en títulos estilo GTA, lo que significa que nos encontraremos ante una enorme ciudad que podremos recorrer a pie o a bordo de una gran variedad de vehículos, incluyendo barcos, mientras completamos todo tipo de misiones que irán desde las más clásicas, ir a un punto concreto y matar a todos los enemigos que se pongan por delante, a otras más pausadas en las que deberemos entablar conversaciones o iniciar tratos con todo tipo de personajes, pasando por las siempre frenéticas carreras o persecuciones con tiros de por medio. En este caso, como indicábamos, nuestro objetivo principal será el de recuperar nuestro poder y reputación, algo que lograremos incidiendo en tres frentes distintos: el tráfico de drogas, eliminar a las bandas rivales, y comprar todo tipo de negocios que nos permitan asentar nuestro poder.
Estos desafíos, como es habitual en el género, se activarán posicionando a nuestro protagonista en diversos haces de luz que serán los encargados de marcarnos los puntos hacia los que tendremos que dirigirnos para superar los objetivos marcados. Sin embargo, a la hora de afrontar esta obra de Radical hay que tener en cuenta un detalle, y es que Tony Montana no dejará de lado sus negocios, por lo que constantemente tendremos que hacer uso de su teléfono para activar algunas de las misiones del juego, o al menos marcarlas como objetivos para que aparezcan como tales en el mapa.
En este sentido, pulsando el botón 1 activaremos un sencillo menú en el que aparecerán una serie de opciones que irán desde entrar en la sección de imperio, donde nos encontraremos con el mapa de la zona, las misiones que podremos realizar (las activaremos desde este menú) así como la situación del territorio en el que nos movemos; a la petición de matones que contrataremos entrando en otra de estas secciones, la de objetos exóticos, y que serán los encargados de traernos, por ejemplo, coches o barcos en el momento en el que se lo pidamos, a la vez que también activan una serie de misiones especiales para cada clase de matón o empleado. En esta última sección, la de objetos exóticos, también podremos comprar todo tipo de vehículos, muebles y demás curiosidades con el dinero que recaudemos a diario, teniendo antes que desbloquear todas estas opciones superando las distintas misiones que el juego propone.
Y ya que entramos en el tema monetario, en Scarface el dinero que obtengamos tras superar las misiones o al vender la cocaína será considerado siempre dinero negro, lo que significa que al morir todo este dinero y la droga que llevemos encima desaparecerá. Para blanquearlo simplemente tendremos que dirigirnos a uno de los muchos bancos que habrá por Miami y superar un sencillo minijuego, que estará presente también en los tratos con los camellos y la policía, tras el cual nuestro dinero quedará guardado sin opción de perderse de ninguna otra forma que no sea la de la compra de los objetos que nosotros deseemos.
En cuanto a la faceta de negocios, como decíamos, en Scarface no todo consistirá en matar y matar sin descanso. Por supuesto, estas serán las situaciones más comunes y también las más divertidas, pero nunca podremos dejar de lado nuestro negocio, por lo que constantemente tendremos que dirigirnos a nuestros almacenes, o a los diversos proveedores que habrá por la ciudad, y recoger la cocaína que después tendremos que vender en la calle o en nuestros negocios/tapaderas. En el primero de los casos, habrá distintos camellos por la ciudad con los que tendremos que negociar una suma de dinero por 100 gramos de cocaína.
Este minijuego, que como explicábamos se repetirá a lo largo de todo el juego en distintas facetas, nos propondrá llenar una barra de energía pulsando el botón A teniendo que tener mucho cuidado de no pasarnos ni quedarnos cortos para sacar el máximo dinero posible (en el caso de los bancos sería lograr la menor tasa de beneficios para la entidad), o evitar meternos en problemas. Y es que un camello cabreado puede resultar letal no por el daño que él pueda hacernos, sino porque la banda que controla esa zona se posicionará totalmente en nuestra contra. Además, como decíamos, si morimos todo el dinero recaudado se perderá, por lo que con más cuidado tendremos que avanzar en este tipo de situaciones.
Sin embargo, no podemos olvidar tampoco la distribución a gran escala, misiones que se activarán acudiendo a los almacenes que controlemos de forma periódica para repartir los kilos de cocaína que hayamos producido. Estas misiones se superarán recogiendo la importante recaudación lograda por la venta de droga en nuestros diversos negocios, teniendo que escapar de la presión que ejercerán las bandas rivales sobre nuestro vehículo: podemos tratar de recoger todo el dinero y poner en peligro la operación, o ingresarlo lo antes posible tras haber recogido unos cuantos paquetes. Todo este dinero, además de los objetos exóticos, vehículos y empleados, también nos permitirá comprar los negocios que habrá por la ciudad, previa superación de una serie de misiones.
En referencia a las misiones de acción, disfrutaremos de impresionantes tiroteos contra decenas de enemigos en todo tipo de localizaciones, destacando además la posibilidad de combatir contra los rivales a bordo de vehículos como coches o barcos. Este tipo de situaciones dotan al juego de una mayor variedad en sus situaciones, aunque también es cierto que la repetición de objetivos será una constante en el desarrollo de Scarface. Aún con esto, a la hora de hablar de los tiroteos del juego no podemos dejar de resaltar el medidor de bolas (referido a los huevos, pelotas, y demás definiciones del miembro masculino) que una vez lleno nos permitirá entrar en el letal modo furia.
Esta habilidad, que activaremos agitando el nunchaku, ralentizará toda la acción a nuestro alrededor y nos permitirá eliminar a los enemigos de un solo tiro, recuperando además salud conforme vayan cayendo nuestras desdichadas víctimas. A la hora de rellenar este medidor tendremos que realizar todo tipo de acciones locas como provocar a los enemigos (moviendo rápidamente el nunchaku hacia arriba) en medio de un tiroteo, o realizar maniobras peligrosas al volante de los vehículos. También, nuestra precisión a la hora de eliminar a los enemigos nos ayudará mucho puesto que los tiros en la cabeza, por ejemplo, siempre que se realicen sin fijar a los objetivos con el botón Z (aun haciendo esto tendremos que apuntar con el control remoto), nos darán más puntos que eliminarnos de forma menos estilosa o cruel.
Este nivel de hombría, unido al dinero y a la reputación, será uno de los elementos más a tener en cuenta en Scarface. Y es que el labrarse un buen nombre lo será todo en el juego. Subiendo de nivel en el escalafón de mafiosos importantes se desbloquearán nuevas misiones, objetos y armas que lógicamente nos harán más fáciles los progresos en el juego. Del mismo modo, ser unos tíos duros nos permitirá lidiar con los miembros de las bandas rivales que en más de una ocasión acudirán a nosotros para vacilarnos, lo que puede traducirse en una pérdida de respeto por su parte hacia nuestra persona. En estos casos, de nuevo, tendremos que superar el ya comentado minijuego de precisión para bajarles los humos y demostrarles quién es el que manda en Miami.
Muy conservador
Esta adaptación muestra un acabado bastante conservador a nivel de sistema de control centrándose todas las mejoras al manejo de las armas de fuego, y en concreto al apuntado. De este modo, controlaremos los movimientos de Tony Montana con el stick del nunchaku mientras que con el control remoto controlamos el punto de mira de nuestro malhablado protagonista, y también los movimientos de cámara. En este sentido, antes de iniciar la partida tendremos que decidir qué tipo de sensibilidad en el control remoto queremos entre cuatro opciones distintas. Dependiendo de la sensibilidad escogida, estos movimientos serán más o menos rápidos, variando también el tamaño del punto de mira (el nivel experto es lo más cercano a disfrutar de un juego de acción con ratón). Por otro lado, dispararemos con el botón B y fijaremos los objetivos con el Z, como ya os comentábamos con anterioridad. También, en caso de usar los puños o armas blancas y la motosierra, tendremos que mantener pulsado el botón B y realizar movimientos horizontales o verticales con el control remoto para que Tony aseste golpes a sus enemigos, usando el botón C del nunchaku para agarrarlos o empujarles.
En cuanto a los vehículos, a diferencia de lo que ocurre con la adaptación de Driver: Parallel Lines en Wii, en la cual se usan de forma intensa y remarcable las características del sistema de control de la nueva consola de Nintendo, en Scarface el control de los vehículos resultará de lo más clásico, usando el stick del nunchaku para controlar los giros, mientras que aceleramos con el botón A y frenamos con C. En caso de sacar el arma, apuntaremos con el control remoto y dispararemos con B mientras conducimos normalmente. Por tanto, como vemos, el sistema de control, sin ser especialmente novedoso, sí responde bastante bien a todas las situaciones en las que nos veremos envueltos, aunque como decimos se echa de menos una mayor innovación en este sentido, o al menos que se hubieran aprovechado mejor las características del mando en facetas como la conducción.
A nivel gráfico, esta adaptación se mantiene idéntica a lo visto en las versiones del original para Xbox y PC, ofreciendo un buen nivel de detalles en todos los elementos del entorno, destacando sobre todo el modelado y la caracterización de Tony Montana, que resultará sin duda el protagonista absoluto del juego con sus impagables y salvajes comentarios. Tampoco podemos olvidar la buena representación de la Miami de la década de los 80 con la que nos encontraremos, en la que realizaremos todo tipo de locuras que en más de una ocasión nos sorprenderán por su espectacularidad: brutales carreras por las autopistas que terminarán con varios vehículos saltando por los aires mientras revientan, tiroteos en entornos de todo tipo con varios elementos que estallarán demostrando que los efectos de partículas son una de las principales virtudes del juego, o frenéticas persecuciones por las pobladas calles de la ciudad.
En referencia a los enemigos, podemos desmembrarlos con algunas de las armas o disfrutar de las terribles y dolorosas animaciones que mostrarán tras recibir disparos en los distintos puntos de impacto con los que cuentan. De este modo, si por ejemplo disparamos a la entrepierna de un enemigo veremos como el pobre gritará como un loco mientras cubre con las manos la zona afectada. Del mismo modo, un tiro en la pierna hará que el rival caiga al suelo, llegando al extremo de poder dañar los riñones del contrario. Lógicamente, dependiendo de la zona afectada el contrario sufrirá más o menos daño. Aún así, el nivel general de las texturas no será el más espectacular de la consola, los destrozos en los vehículos no destacarán tampoco por su realismo, y en ocasiones las calles de la ciudad se quedarán completamente desérticas; cuestiones que alejan a Scarface del sobresaliente en este apartado.
Otro punto bien distinto es el acompañamiento musical con el que contaremos con un variado e impresionante repertorio musical sacado directamente de la década de los 80, y que podremos escuchar en todo momento creando listas de canciones y desbloqueando nuevos temas con los que deleitarnos. También el doblaje al inglés resulta fantástico, sobre todo el referido a Tony Montana, que como decíamos será el protagonista absoluto del juego con sus gestos y frases míticas que en más de una ocasión lograrán sacarnos una sonrisa. El problema en este caso es que en más de una ocasión los subtítulos en castellano aparecerán con cierto retraso, o directamente no lo harán, lo que lógicamente hará que perdamos el hilo de la narración siempre que no entendamos correctamente el inglés hablado. En cuanto a los efectos especiales, los vehículos sonarán de forma realista y variada, notando simplemente por el sonido del motor las diferencias entre cada uno de los vehículos que podremos controlar. Y lo mismo ocurrirá con las armas de fuego, que como resaltábamos al inicio del artículo también destacarán por su variedad.
Conclusiones
En definitiva, como vemos, estamos ante un título de acción y conducción realmente bueno que nos mantendrá pegados a la consola durante bastantes horas por lo interesante de la historia, y por lo divertido que resultará el crear desde cero nuestro imperio. Podemos pasar horas conduciendo por la ciudad, distribuyendo y vendiendo droga, diseñando nuestro hogar de ensueño colocando muebles y objetos raros por toda la mansión (lo que nos dará más reputación), o abatiendo a decenas de enemigos de mil formas distintas a cada cual más cruel. Tal vez se echan de menos más novedades en esta adaptación que se muestra idéntica a lo visto en el original, ofreciendo una ligera modificación en el apartado jugable para mejorar, como decíamos, nuestra precisión a la hora de disparar. Aún así, todo aquel que no disfrutara del original en su día encontrará en Scarface una de las compras más recomendables dentro del catálogo de Wii: diversión y salvajismo en estado puro.
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