Análisis Diesel Legacy: The Brazen Age, un juego de lucha diferente y original (PS5, PC, Switch, Xbox Series X/S)

Estos últimos años hemos visto un buen puñado de beat’em ups y algunos muy destacables, aunque siempre hay una crítica que ronda a estos juegos: ya está todo inventado desde la época dorada del género a principios de los 90. Sin embargo, Diesel Legacy: The Brazen Age de Maximum Entertainment se sale un poco de lo establecido y se presenta como un curioso híbrido entre los versus y los "yo contra el barrio", con ingredientes de ambos estilos de juego. Ya está disponible en PlayStation 5, Xbox Series, Nintendo Switch y PC.

A medio camino entre la lucha y los beat’em up

Antes que nada, conviene aclarar en qué consiste Diesel Legacy porque es un juego que bebe de esos dos géneros con similitudes, pero que no son lo mismo: los versus -un Street Fighter, por ejemplo- y los beat’em up -piensa en Street of Rage, Final Fight, etc.-. En principio se trata de un juego de lucha 2D, pero 2v2 y no mediante un sistema "tag" sino con los cuatro jugadores en pantalla; esto se traduce, por tanto, en un combate diseñado para desarrollar estrategias en equipo: ¿Prefieres colaborar con el compañero para machacar primero a un rival o cada uno se centra en un oponente? En muchas ocasiones tendrás que adaptarte a este caos con inteligencia, más que machacando botones a lo loco. Sí, hay un modo todos contra todos, pero el cooperativo es la chispa de este título.

Claro, al tratarse de un juego 2D con tantos combatientes hay que añadir un poco de profundidad a la acción para dar espacio a cada refriega. No se ha dado toda la libertad de un beat’em up puesto que el desplazamiento hacia el fondo o el frente siempre resta precisión: la solución aplicada es reducir el movimiento en tres carriles o planos, algo que también se puede utilizar para evadir ataques dirigidos en una línea concreta o rodear al enemigo. En esencia sigue siendo un versus, pero aquí ya empezamos a ver ese ADN que lo acerca al ritmo de juego de un "yo contra el barrio".

Por si fuera poco, dispone de un modo historia similar a una aventura beat’em up, si bien no hay la exploración a lo largo de largas fases sino algunos diálogos y claro, las batallas en las diferentes arenas de combate. Diesel Legacy se ambienta en una temática retrofuturista dieselpunk, aunque recoge un poco de varias influencias. Transcurre en una ciudad que vive un renacimiento industrial con su megacorporación, una clase baja que vive al margen del lujo de la alta sociedad, hay robots, mafiosos dignos de principios del siglo XX… De aquí salen los diez luchadores jugables, algunos coherentes con la ficción elegida y otros de estética un poco más moderna, que abarcan los diferentes estilos de juego: de movimientos rápidos, de asistencia, grapplers, con trucos, especializados en cortas distancias, con proyectiles o para controlar zonas.

Estas historias, no muy largas, están dedicadas a cada personaje y permiten conocer mejor a cada uno y sus motivaciones. También sirven de aprendizaje para tomar contacto con la plantilla antes de saltar al combate local u online con rollback, pasar por el arcade o de practicar en el modo entrenamiento. Hay un modo de repeticiones para aprender de los errores, así que de nuevo podemos ver que Diesel Legacy se toma muy en serio el aspecto competitivo de un auténtico versus clásico -otra cuestión es que consiga hacerse un hueco en torneos o entre el público más jugón-.

Todas estas particularidades y otras, como la posibilidad de ayudar al compañero tras una muerte, hacen que Diesel Legacy tenga personalidad y no podamos compararlo con Street Fighter 6, un Guilty Gear o Mortal Kombat. Y está bien, porque probablemente no hay más espacio en el género para nuevas opciones y una propuesta indie o AA casi seguro que lleva las de perder si pretende rascar de comunidades tan asentadas.

A cambio, Diesel Legacy trae un multijugador diferente, unas partidas rápidas y divertidas si te atrae la propuesta de jugar con un aliado. Eso sí, aunque la cooperación es más que recomendable, con acción alocada muchas veces la estrategia pierde peso en favor a los reflejos y la capacidad de reacción. Hay algunos aspectos que no nos han convencido demasiado, como el hecho de encontrar rivales que saltan de un plano a otro con gran velocidad -esto la IA lo hace mucho-, y a veces pasas más tiempo persiguiendo a tu objetivo que golpeando. Y claro, tampoco tiene la complejidad jugable de una saga veterana, es fácil caer en el vicio de aprender los dos trucos más efectivos y machacar a todo lo que se ponga por delante. Y al menos en este momento, es fácil ver un ligero desequilibrio entre luchadores -algo que siempre se irá ajustando con actualizaciones-.

Hay que destacar que las animaciones de Diesel Legacy son muy fluidas. Los escenarios nos han parecido un poco más olvidables y genéricos, pero es uno de los títulos de lucha 2D con ilustraciones "a mano" más vistoso que se recuerdan, a lo que se suma esta temática tan poco explotada en el género y una buena banda sonora.

Conclusiones

Diesel Legacy: The Brazen Age evita, con inteligencia, un enfrentamiento directo con Capcom o SNK, y no tiene por qué gustar a los jugadores del planteamiento versus más clásico; la confusión en que deriva cualquier partida será más del gusto del aficionado a los beat’em up. En cambio puede atraer a todo el que busque un juego de lucha un poco desenfadado y caótico, sobre todo si otras alternativas brawler como Multiversus o Brawlhalla no terminan de convencer.

No podríamos decir que sea un juego que desplace nuestro tiempo con las sagas tradicionales… Pero es justo señalar que es suficientemente fresco y diferente como para disfrutar de su propio nicho de mercado.

Hemos realizado este análisis en PS5 Pro gracias a un código proporcionado por Meridiem Games.