Análisis de Phoenix Wright: Ace Attorney Trials and Tribulations WiiW (Wii)

Las aventuras del abogado defensor Phoenix Wright culminaron en esta tercera entrega, también original de GBA, y adaptada posteriormente a Nintendo DS… y ahora a WiiWare. La saga continuó, pero con un nuevo protagonista (y un cameo de Wright), pero por ahora este tercer episodio está destinado a ser también el cierre de las entregas de la serie en el servicio de distribución para Wii.

Esta adaptación a la pantalla del televisor mantiene los patrones que hemos visto en las anteriores entregas, y, por tanto, resulta escaso en novedades y jugablemente tampoco nos aporta nada esencial que no tuviéramos ya, de una forma u otra, en Nintendo DS. La pantalla táctil se cambia por el puntero de Wii… y poco más, en realidad.

Como en el resto de la saga, sin embargo, lo importante del juego es su guión, cómo el jugador resuelve las claves, y encuentra al auténtico culpable en la Corte. Por tanto, Phoenix Wright Ace Attorney: Trials and Tribulations en esta versión es importante sólo en la medida en que no lo hayamos jugado ya anteriormente.

La ventaja principal de esta versión, que está en castellano (como en la portátil), es que su guión es probablemente el más sólido, retorcido, y sorprendente de toda la saga, lo que le da una cierta ventaja, incluso cuando su jugabilidad ya no puede sorprendernos en ningún momento.

En esta ocasión, afrontaremos cinco difíciles casos. De hecho, van a ser los más difíciles de la carrera profesional de Phoenix Wright, protagonista con el que iremos alternando, pues habrá, de hecho, varios personajes controlables debido a la complejidad argumental de las tramas planteadas, sobre todo debido a que el juego retrocede también en la línea temporal, para contarnos parte del pasado. Todo, al final, estará vinculado.

Del mismo modo, las historias no sólo investigan en el pasado de Wright, sino que conocemos mucho más sobre la personalidad de los principales protagonistas de la saga, todo ello conduciéndonos irremediablemente hacia el caso final, clave en la historia de la saga, y que sorprenderá a propios y extraños. Un desenlace a la altura de la trilogía de Phoenix Wright que te dejará con la boca abierta, el rostro desencajado, pero también con una enorme satisfacción por haber logrado desvelar la verdad que se escondía bajo tantísimas capas de complejas mentiras.



De hecho, empezamos encarnando a Mia Fey, mentora de Wright, cuando éste es todavía un chaval. Mia es una joven abogada, y Phoenix un botarate; los dos están muy lejos de quienes llegaron a ser: Fey la apasionada y sabia abogada, y Wright, el irreductible defensor. Es un interesante vistazo al pasado que aporta luz sobre los personajes, incluso sobre -como vemos- los fallecidos, y encantará especialmente a los seguidores del personaje de Capcom. Será importante estar atentes: no viajamos al pasado porque sí, sino para poseer los recuerdos de Wright, pues estos serán esenciales en el presente.



Jugablemente, las novedades son marginales. Control, habilidades y desarrollo son idénticos, todo ello sobre el esqueleto de una firme aventura conversacional que nos invita a recopilar pistas, tomar declaración a los testigos, y luego llevarlo todo ante el juez para buscar los puntos débiles, las mentiras, y destapar la verdad para hacer auténtica justicia.



Como siempre, deberemos de escuchar primero lo que nos dicen los testigos del caso para luego examinarlo detenidamente, buscando las posibles mentiras o fallos dentro de sus argumentaciones. En el momento que encontremos algo que no acabe de encajar dentro de lo que conocemos sobre el caso, deberemos de presentar las pruebas necesarias para rebatirlo. Y si nos equivocamos, deberemos de apechugar con la penalización correspondiente. Tendremos una barra de energía para ello que, en caso de desaparecer del todo, nos llevará directamente al final del juego, acabando con un veredicto de culpabilidad para nuestro cliente.

Por otra parte, contaremos también con la piedra mágica que se nos presentara ya en el segundo capítulo de la serie, una piedra que nos permitirá ver cuándo los personajes a los que estamos interrogando durante la búsqueda de pruebas están mintiendo o nos están ocultando alguna información valiosa. En estos casos, veremos alrededor de la imagen de dicho personaje una serie de cadenas que deberemos de romper de la misma manera que actuamos en los juicios: presentando argumentos y pruebas que rebatan lo que dicho personaje nos ha contado, para ponerle en evidencia y, así, conseguir que nos explique toda la verdad que conoce.

Como hemos señalado en las anteriores entregas, los problemas de esta adaptación residen en la falta de novedades y en el desgaste visual que supone pasar de la pantalla de la portátil a un televisor, sin cambios en diseños, gráficos, etc., todo ello estirando los escasos píxeles originales y añadiendo un enorme marco en torno a la imagen. Realmente, el coste de la adaptación es mínimo, pero lo cierto es que el usuario interesado lo que busca es disfrutar de su guión, de su concepto de aventura e investigación conversacional, más que por sus virtudes técnicas. Pero eso no es excusa para descuidar tanto su aspecto.

Conclusiones

Es la mejor entrega de la serie, probablemente. A su buen guión se añade que el carisma del protagonista se vuelve desbordante, y aunque hay elementos que fueron mucho más sólidos en la cuarta entrega (exclusiva de Nintendo DS, al menos de momento; recordemos que además de WiiWare, Phoenix Wright está visitando el iPhone), el vínculo establecido por los aficionados con Wright alcanza aquí su punto más álgido. No soluciona ninguno de los "peros" de las anteriores adaptaciones a WiiWare, pero sigue siendo una fantástica aventura