Análisis de Klonoa: Door to Phantomile (Wii)
Corría el año 1997 cuando salió al mercado japonés una obra de Namco que llamó la atención de los jugadores: Klonoa. Ambientado en un mundo de fantasía y con una mecánica de plataformeo clásico en dos dimensiones, este particular juego de Playstation se hizo un hueco en el mercado, saliendo pocos meses después en los demás continentes y cosechando un éxito más que evidente.
Si bien es cierto que Klonoa no es una figura tan conocida como Super Mario o Sonic, sí tiene una buena legión de fans que han disfrutado todos y cada uno de los títulos que ha protagonizado este extraño gato antropomorfo. Klonoa ha recorrido tanto las consolas de sobremesa de Sony como portátiles de Nintendo, sin olvidar adaptaciones no tan famosas para WonderSwan, la portátil de Bandai.
Sea como fuere, el personaje de Namco es lo suficientemente carismático como para abandonar las plataformas para adentrarse en nuevos conceptos jugables, como por ejemplo protagonizando un torneo de voleibol en la playa o profundizando en el simpático universo de Phantomile en un título de rol de acción para Game Boy Advance.
Sin embargo, desde el nacimiento de Klonoa hasta la fecha, pocos han sido los juegos de la serie que han pisado terreno europeo más allá de las entregas numeradas aparecidas en Playstation y Playstation 2, por lo que es toda una sorpresa que la adaptación de la obra original que ha preparado Paon (encargados de Donkey Kong Jungle Climber para Nintendo DS, entre otros) para la consola de nueva generación de Nintendo llegue a nuestro país completamente localizado.
Las tierras de Phantomile
La obra de Namco nos pone en la piel de Klonoa, una especie de mezcla entre humano y gato que vive pacíficamente en una de las villas más tranquilas y placenteras del mundo. Lamentablemente los problemas de Klonoa empiezan a incrementarse desde la llegada de lo que parece ser un ser maligno venido de otro mundo, con la intención de acabar con la paz y armonía que reinan en Phantomile. Gadio, el villano de la entrega; y Joker, su leal súbdito, comenzarán a profanar el mundo, alterándolo y rodeándolo de enemigos que tendremos que aniquilar. Con la llegada de los problemas también llega un nuevo combatiente, Hewpow, el extraño espíritu esférico que habita en un misterioso anillo que Klonoa encuentra en las profundidades del bosque y que ayudará a restaurar el mundo de la amenaza enemiga, además de establecer una fuerte amistad con nuestro protagonista.
La historia de Klonoa no es nada que no hayamos visto con anterioridad. Ni existen conspiraciones extravagantes ni tramas lo suficientemente densas como para considerar que el argumento sea "de peso", sin embargo, la obra tampoco lo pretende. La trama de la aventura es una mera excusa para soltar a nuestro personaje por una serie de fases a completar, con una jugabilidad a la altura de la nueva generación de controles -el juego permite diversos tipos de control- que hacen que este nuevo remake para Wii se convierta en una delicia para los usuarios.
Cuestión de perspectiva
La estructura del juego está muy bien mezclada entre las dos y las tres dimensiones, dando lugar a un estilo de juego único -en cierta medida- y divertido. De esta manera veremos que Klonoa tiene su camino prefijado en dos dimensiones, sin ningún tipo de profundidad, pero con el componente tridimensional, que dota a la obra de un poco más de "juego". Es decir, mientras que el control será lateral, al más puro estilo Super Mario de la vieja escuela, en ocasiones veremos cómo la cámara cambia o rota para mostrar nuevos caminos y lugares, así como rutas alternativas secretas para descubrir nuevos objetos.
Para controlar a nuestro protagonista tendremos un amplio abanico de posibilidades que incluyen todo tipo de mandos. Todas las opciones posibles de control de Wii están implementadas en el juego: tanto jugar con un solo wiimote, pasando por el combo con nunchuk, sin olvidar el mando clásico o el de GameCube. Las funciones exclusivas del mando han sido obviadas esta vez, presentando un control mucho más clásico de lo que los jugadores esperaban, lo que no implica que la jugabilidad no sea buena, todo lo contrario. Klonoa se moverá tanto con los sticks analógicos de los mandos anteriormente citados como con la cruceta en el caso del mando principal en solitario, empleando el botón B para realizar el agarre de enemigos y el botón A para saltar. Sin más secreto. Los mandos responden a la perfección, y tanto la curva de dificultad -demasiado fácil en algunas ocasiones- como la dinámica del mando cuajan a la perfección, ofreciendo un juego fácil de jugar y haciendo que el jugador disfrute jugando con cualquiera de los controles propuestos.
Como no podía ser menos en un juego de plataformas, por el escenario estarán repartidos una serie de objetos a recoger, siendo las gemas el elemento más común del juego, que nos proporcionarán una vida cada vez que lleguemos al centenar. No obstante también encontraremos diversos objetos atrapados en burbujas, como pueden ser lugares para guardar el progreso de la fase, vidas, e incluso aldeanos atrapados en huevos mágicos, cuyo papel será indispensable si queremos completar el cien por cien de la aventura, pues cada fase cuenta con seis de estos personajes que estarán escondidos en los lugares más inhóspitos del nivel. En este caso el mapamundi nos servirá para comprobar el estado de las fases completadas, qué personajes nos faltan por descubrir, etc.
Usando a tus enemigos
Uno de los aspectos más positivos del título es la interacción que Klonoa tiene con los enemigos. En la obra de Namco, acabar con los enemigos no será una opción, sino que tendremos que emplearlos para superar una serie de retos si queremos acabar el nivel. Gracias al anillo del poder, nuestro intrépido héroe será capaz de atrapar a los monstruos que habitan por los escenarios y utilizarlos en su beneficio, ya sea lanzándolos contra una caja para abrir un camino, proporcionando un impulso extra a su salto o empleando a los enemigos para acabar con otros más poderosos. Klonoa cuenta con una mezcla de plataformas y puzles que nos obligarán, en varias ocasiones, a considerar qué hacer con los enemigos. Por suerte, si lo que habíamos pensando en un primer momento no es suficiente para superar un trozo de la fase en especial, el juego automáticamente hará aparecer un nuevo enemigo, evitando así quedarnos encallados o sin saber qué hacer.
Evidentemente no todos los enemigos serán fáciles de atrapar. Además de contar con los típicos enemigos que cuentan con un coeficiente intelectual por debajo de la media, también nos toparemos con villanos que van protegidos con armadura, voladores e incluso rodeados con una especie de material metálico, haciéndolos casi indestructibles. Precisamente es aquí donde el componente puzle entra en acción, teniendo que pensar -en ocasiones saltará a la vista el punto débil del enemigo- cómo deshacernos de los monstruos y qué hacemos para superar la zona en la que nos encontramos.
Además, como era de esperar, cada mundo contará con un enemigo final que tendremos que derrotar para acceder al siguiente mundo. Para derrotar a estos jefes tendremos que utilizar todo nuestro ingenio -y objetos, enemigos y demás que veamos por el decorado-, así como buscar de una manera rápida el posible punto débil que pueda tener. Como por ejemplo el enfrentamiento en lo alto del campanario, donde un enemigo 20 veces más grande que nosotros comenzará a perseguirnos y a saltar sobre nosotros, siendo el único punto débil su espalda, que tendremos que atacar empleando los enemigos "simples" que vayan apareciendo en su ayuda.
Por otra parte la dificultad del juego es quizá uno de los aspectos más negativos del título, pues la obra es demasiado fácil para los jugadores más dedicados y puede completarse en apenas cuatro o cinco horas, algo completamente inesperado en un juego de estas características. Por suerte, gracias al mapa mundi, podremos recorrer los escenarios una y otra vez en busca de los objetos secretos que nos hayamos dejado. Una vez terminemos la campaña principal se desbloquearán una serie de extras para una mayor rejugabilidad, como son el modo espejo, donde podremos completar de nuevo las mismas fases pero en un formato invertido, y el modo contrareloj, donde superar el tiempo estipulado será una constante para acabar con éxito el modo.
Revisado para la ocasión
La obra original de Klonoa -y sus posteriores entregas- se caracterizó por el vistoso mundo de fantasía e ilusión en el que se desarrolla la aventura. Un mundo donde los colores vivos y la magia se dan la mano para dar paso a mostrar uno de los juegos más vistosos de la consola. Esta ocasión no iba a romper la regla, aunque, por desgracia, hay diversos aspectos que mancillan lo que podría haber sido un apartado audiovisual sobresaliente.
Los personajes cuentan con un diseño y carisma excepcional. Tanto Klonoa, que lleva en su gorra uno de los buques insignia de la compañía: Pac-Man, como el resto de la tribu están muy bien caracterizados, con un buen puñado de animaciones para dar sentido a sus vidas y una representación poligonal a la altura de la ocasión. Por desgracia los escenarios no corren la misma suerte, pues si bien es cierto que los niveles están muy bien recreados y pensados -con caminos alternativos, lugares secretos, etc.-, el nivel de detalle de los mismos es más bien escaso, así como los fondos, cuyas imágenes contrastan demasiado con los elementos tridimensionales de la pantalla. Por otra parte el motor del juego no sufre ningún tipo de ralentización -aún corriendo a 60 imágenes por segundo- que merme la jugabilidad, aunque sí es cierto que el modelado de los personajes y escenarios tienen unos dientes de sierra bastante alarmantes.
En el apartado sonoro de Klonoa podemos encontrar varios elementos que para satisfacer a todos los públicos. En primer lugar el estupendo doblaje al castellano que se incluye en esta revisión del original, incluyendo, además, el doblaje "Phantomine", una mezcla entre algunas expresiones japonesas y un idioma completamente inventado para la ocasión. Cabe destacar la buena interpretación de Klonoa y fiel compañero, que pese a contar con voces de lo más parecidas, dota al juego de un mayor ritmo a la hora de presentar los eventos que narran la historia.
La banda sonora del título es exactamente idéntica a la que pudimos escuchar en Playstation, con una re-edición evidente para la ocasión. Así, Klonoa está dotado de melodías de lo más alegres, que hacen que nuestro paso por la aventura sea más llevadero y tenga más gracia. No faltaran, evidentemente, los temas tenebrosos, sobre todo en cuanto veamos aparecer a los villanos del título o disputemos los encuentros finales del mundo.
Conclusiones
Klonoa: Door of Phantomile es una de las mejores adaptaciones a la nueva generación que hemos probado. Su mecánica de juego, su encanto propio al más puro estilo Namco y su facilidad a la hora de hacerse con los controles convierten a este Klonoa en un juego apto para todos los públicos, en especial aquellos que buscan un título de plataformas fresco, dinámico y divertido. Lamentablemente el juego no ofrece novedades jugosas con respecto al original de la máquina de Sony, es por eso que quizá los más clásicos, aquellos quienes tienen la obra fresca, no encontrarán en esta versión ningún añadido novedoso. Además, su escasa dificultad y longevidad hacen que el título pueda caer en el olvido demasiado rápido, pues en un par de tardes puedes terminar el modo historia sin demasiadas complicaciones. Pese a todo, Klonoa no debería faltar en ninguna colección de jugadores amantes de las plataformas.