Análisis de Bloons WiiW (Wii)
Bloons es un juego de puzles que podemos encontrar ya en el catálogo de WiiWare y DSiWare, así que en caso de que el juego nos resulte interesante habrá que decidir en qué plataforma queremos jugarlo. Nuestra apuesta, como veremos, es la portátil.
De hecho, la versión para WiiWare se lanzó antes (aunque no mucho antes), y tiene algunas carencias con respecto al a versión para DSiWare, aunque la jugabilidad y los elementos principales siguen siendo los mismos. Pero cuidado: Bloons también es un juego gratuito sobre Flash, disponible en múltiples webs, y en iPhone/iPod Touch por menos de un euro. En PSP se lanzó a través de los Minis en 2009.
El juego nos ensaña su manejo de una manera muy torpe, con un tutorial insulso que no sirve para nada bueno: es un videojuego, si queremos leer instrucciones, leemos el manual (incluso cuando es virtual, como en WiiWare… ah, no, que en este caso ni siquiera tiene contenidos), en el tutorial del juego queremos que sea algo práctico. Y a partir de ahí, uno ya se hace idea de los escasísimos valores de producción.
Como es de suponer, el juego nos propone reventar una cantidad determinada de globos con un volumen limitado de flechas, pudiendo modificar la fuerza y trayectoria del lanzamiento de las mismas. Poco a poco el juego presenta globos especiales y modificadores que aportan una experiencia de juego mucho más dinámica; descubrimos, así, una propuesta interesante, con variaciones como congelar globos, encontrarnos con globos explosivos, etc. Casi todo funciona muy bien, salvo el bumerán, que tiene una trayectoria anómala en todas las versiones del juego.
Sin embargo, debemos tener en consideración también que la curva de dificultad no está bien trazada, y el juego da algunos tirones considerables. No hay un gran problema en que el juego, superado cierto momento, nos permita un único error y gracias; es un margen mínimo, sí, pero respetable si se nos ha llevado correctamente hasta ese punto. Pero Bloons no lo hace. Se convierte en frustrante, porque no sabes de dónde diablos ha salido ese nivel de repente. Si se hubiese planteado mejor la evolución del diseño de los retos, la experiencia sería todo un reto, pero no frustrante.
Hay una opción de jugar con dardos ilimitados, pero es que se pierde así toda la esencia del juego. Quizás la inclusión de dos niveles de dificultad habría sido suficiente como para que la experiencia no fuese tan torpe, porque, además, el sistema de progreso es completamente lineal, por lo que cuando te quedes atascado, no hay nada más que hacer. En este sentido, juegos como Art of Balance lo han hecho mucho mejor: tienen momentos peliagudos, pero su diseño de progreso no lineal hace que el jugador siga disfrutando y pueda volver en otro momento a ese reto que se le resistía.
Quizás lo mejor del juego es el editor de niveles, aunque el método de creación de los mismos es también torpe y mal ejecutado. La interfaz es sencilla: mueves el cursos con la cruceta digital, colocas el mono con el botón +, y luego los globos con A (y los quitas con B). Pero no puedes ni escoger el color de los globos, y a la hora de meter los globos especiales en ningún sitio se te explica qué hacen. Pierde, así, todo el elemento interesante. Hubiese sido interesante contar con opciones de compartir los niveles, pero estas no existen, por desgracia. En DSiWare el juego nos permite guardar veinte niveles por perfil de jugador, es decir, un total de cien, y la interfaz está mejor trabajada, con un planteamiento mucho más eficiente.
Siguiendo con DSiWare, el juego ofrece en esta versión algunas mejoras jugables, como poder recuperar nuestro lanzamiento inicial (ángulo y fuerza) si tenemos que reiniciar un nivel una y otra vez; esto parece una tontería, pero dada la precisión exigida en el lanzamiento de los dardos, es un buen añadido para no frustrar tanto al jugador.
Curiosamente, el juego se controla con los botones tradicionales, dando un buen resultado en líneas generales, pues el control táctil (también disponible) es horrible: impreciso y poco satisfactorio.
Los gráficos lucen más nítidos en WiiWare, claro, pero la línea estética es común: desenfadados y con tendencia a lo naíf, con entornos campestres, muchas nubes, etc. Los sonidos siguen la misma línea, y la banda sonora es simpática, sin pretensiones.
Conclusiones
Bloons es un puzle exigente, pero mal planteado en su curva de dificultad. El salto lo da de manera torpe, abrupta, y eso es frustrante. Le faltan opciones y posibilidades para convertirse en un título realmente destacable, y le falta un multijugador que le habría sentado muy bien, en ambas versiones. Sin grandes diferencias sustanciales entre ambas versiones, las ligeras mejoras en DSiWare hacen que esa versión sea mejor, lo que es importante tener en cuenta, pues ambas cuestan los mismo.