Análisis Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon, una de las aventuras más únicas y especiales de PlatinumGames (Switch)
Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon es un juego que engaña. A primera vista, parece un simple spin-off, un producto menor con el que PlatinumGames ha querido experimentar para llevar a nuestra bruja favorita a otros territorios y aprovechar su tirón. Sin embargo, esa impresión inicial cambia por completo cuando tienes el mando en la mano, momento en el que te das cuenta de que es mucho más que eso. Es una obra de pleno derecho con un nivel de mimo, cuidado y trabajo a la altura de lo que el estudio nos tiene acostumbrados con sus mejores obras, destapándose como una aventura encantadora y con un diseño inteligentísimo con la que nos lo hemos pasado genial de principio a fin. ¿Los motivos? Seguid leyendo y los descubriréis.
Las aventuras de una extraña pareja
Tal y como su propio nombre indica, esta vez nos encontramos ante una historia de orígenes en la que encarnaremos a Bayonetta mucho antes de que se la conociese como tal, cuando tan solo era una niña repudiada por los suyos que entrenaba para ser bruja bajo la tutela de su maestra Morgana.
Un día, por razones que no vamos a desvelar aquí, la joven Cereza se interna en el bosque de Ávalon, el hogar de las hadas, donde acaba atrapada, sola y perdida. Por suerte para ella, no tardará en conseguir invocar a su primer demonio, Cheshire, quien posee a su peluche favorito y decide ayudarla a cumplir su objetivo a cambio de que, al final, lo mande de vuelta a Inferno.
De esta forma, empieza un viaje repleto de aventuras y con un guion muy sencillo, pero que funciona sorprendentemente bien gracias a la peculiar forma en la que se nos narra la historia, como si de un cuento se tratase. Eso sí, su narrativa brilla, sobre todo, por sus dos protagonistas, una improbable y entrañable pareja con personalidades muy opuestas que se se ve obligada a superar sus diferencias para sobrevivir y salir al paso, lo que da pie a un buen número de situaciones interesantes, a riñas constantes y a una evolución muy satisfactoria que ha logrado que les pillemos cariño. Además, la trama está repleta de guiños y detallazos para los fans de la saga, aunque es perfectamente disfrutable por cualquier jugador, independientemente de que haya jugado o no a la trilogía original.
Exploración, puzles, combates, un ligero toque de Metroidvania y mucha cooperación
En lo puramente jugable, estamos ante una original aventura que se aleja de la acción y el espectáculo desbocado que siempre ha caracterizado a la serie principal para poner el foco en la exploración y los puzles mientras controlamos a dos personajes a la vez y nos movemos por un mapa en el que todas sus zonas están interconectadas.
El sistema de control os resultará muy familiar si habéis jugado a Brothers: A Tale of Two Sons, ya que con el Joy-Con izquierdo manejaremos a Cereza y con el derecho a Cheshire. Como podréis intuir, cada uno tiene sus propias habilidades y particularidades, algo que deberemos aprovechar en nuestro favor para superar situaciones de todo tipo.
Como decimos, en este juego Bayonetta está todavía formándose y no controla demasiado bien sus poderes, por lo que no es capaz de luchar por sí sola y necesita que Cheshire la proteja y se encargue de liquidar a sus rivales. Esto no quiere decir que sea un personaje completamente inútil, ya que cuenta con la capacidad de invocar una especie de enredaderas para inmovilizar enemigos, puede abrir cofres e interactuar con palancas, tiene la posibilidad de absorber magia para despejar algunos elementos de los escenarios, puede atravesar algunas zonas especiales y con su danza mágica puede provocar algunos cambios en determinados puntos de los escenarios. Por otra parte, Cheshire es un personaje mucho más directo que puede arrasar con todo dando zarpazos, ya sean enemigos u obstáculos.
Un detalle muy interesante es que, a medida que progresemos en la historia, obtendremos unos núcleos elementales que ampliarán las habilidades de Cheshire, permitiéndole, por ejemplo, nadar o destruir rocas, algo que resulta clave tanto a la hora de explorar como de combatir. Como podréis intuir, esto añade un leve toque de Metroidvania al diseño del juego, ya que no serán pocas las zonas que nos estarán vetadas al principio hasta que consigamos la habilidad correspondiente. Ahora bien, la aventura principal como tal es bastante lineal y volver atrás solo nos servirá para buscar secretos y completar el título al 100%.
Con estos elementos, PlatinumGames ha creado una aventura entretenidísima y sorprendentemente variada que no deja de introducir nuevas situaciones y rompecabezas bien diseñados en los que la colaboración entre sus dos protagonistas resulta fundamental, algo que se ve arropado por un diseño de niveles muy estudiado en el que no pararemos de abrir atajos que irán interconectando todo el mapa de formas inesperadas e muy ingeniosas.
Es difícil describirlo, pero resulta tremendamente ameno y satisfactorio sacarle el máximo partido a todas las herramientas de las que disponemos mientras interactuamos con el escenario y hacemos que Cereza y Cheshire colaboren para superar las pruebas con las que se van encontrando, las cuales suelen compaginar el tener que pensar un poco con nuestra propia habilidad con el mando.
Evidentemente, con un planteamiento tan aventurero, la acción no es tan predominante ni tan profunda como en la saga principal, ya que aquí no se apuesta por complejos combos ni esquivas precisas, más bien al contrario. En las batallas, nuestra prioridad será mantener a la bruja a salvo, ya que su medidor de vida es el único que importa de cara al fin de la partida, mientras liquidamos enemigos con Cheshire.
Si bien a nivel mecánico pueden resultar demasiado sencillas, el título se las apaña para introducir constantemente nuevos tipos de enemigos con sus propias peculiaridades a las que nos debemos adaptar, ya sea usando un elemento concreto contra ellos, teniéndoles que arrebatar su escudo, huyendo de ellos antes de que exploten o atrapándolos con las enredaderas de Cereza para impedir que puedan esquivar nuestros ataques, por mencionar tan solo unos pocos ejemplos. De esta forma, siempre nos están obligando a hacer varias cosas y se evitan que los enfrentamientos puedan caer en la monotonía.
Por supuesto, aquí destacan, sobre todo, los jefes, unos combates que tienen impreso el sello de PlatinumGames hasta la médula: largos, con multitud de fases y patrones de ataque, y con una puesta en escena que es todo un espectáculo, algo que va a más con el paso de las horas y que acaba explotando en un último tercio simple y llanamente perfecto que nos ha recordado que, por muy spin-off que sea, estamos ante un juego que pertenece al universo de Bayonetta.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce, ya que hay algunos detalles que ensombrecen un poco el resultado final. De entrada, nos encontramos con que el juego, en la primera partida, es extremadamente fácil, algo que afecta tanto a los puzles como a los combates. Sí, hay que fijarse en los escenarios para saber qué hacer y las batallas suelen obligarnos a hacer uso de todas nuestras habilidades, pero la sensación de reto es inexistente. Siempre hemos tenido clarísimo lo que teníamos que hacer al llegar a una nueva zona y los combates nos han resultado tan sencillos que no solo no hemos visto la pantalla de Game Over, sino que ni siquiera hemos tenido que utilizar más de una poción en todo el juego, dejando la mecánica de creación de pócimas en algo totalmente inútil a lo que no hemos tenido que recurrir.
Con esto no queremos decir que no exista reto, ya que hay unos desafíos contrarreloj repetibles con unas marcas muy exigentes, así como otras cosas de las que no nos permiten hablar y que nos van a hacer jugar en serio, pero eso no quita que la primera vuelta resulte demasiado sencilla, algo que suponemos que se ha diseñado de esta manera para que todos los jugadores puedan habituarse al control de dos personajes a la vez sin mayores frustraciones. De igual modo, el último núcleo elemental creemos que se consigue demasiado tarde, en un punto en el que casi no vamos a poder sacarle partido, lo que es una auténtica pena. Y sí, también hay algunas misiones secundarias muy anodinas que aportan entre poco y nada.
En total, completar la historia por primera vez es algo que nos llevará entre 8 y 10 horas si no nos detenemos demasiado a explorar. Nosotros hemos tardado 9 horas con el 80% completado, cifra que puede incrementarse notablemente con una serie de extras que tendréis que descubrir por vosotros mismos.
Un precioso cuento de hadas
A nivel gráfico tampoco se queda atrás y nos sorprende con una nueva y preciosa dirección de arte que hace que todo tenga el aspecto de una ilustración de cuento, lo que se traduce en un título muy colorido, evocador y con un diseño de personajes menos realista y mucho más minimalista que funciona de lujo. Verlo en movimiento es un auténtico gustazo, algo a lo que también hay que añadirle la inclusión de una serie de efectos muy resultones, así como una puesta en escena para ciertos jefes y situaciones que hace que el título se convierta en todo un espectáculo ante nuestros ojos. Además, se ve y rinde de fábula tanto en portátil como en sobremesa, por lo que cumple de sobra con lo que se propone.
Finalmente, la banda sonora también nos ha encantado. Al principio puede parecer demasiado ambiental y poco variada, pero a medida que el juego pilla algo de ritmo y su intensidad aumenta, comienza a introducir auténticos temazos de una calidad incuestionable que acompañan de maravilla lo que sucede en pantalla, llegando incluso a ponernos los pelos de punta con algunas remezclas de las canciones más icónicas de la serie, las cuales suenan justo cuando tienen que hacerlo. Los efectos siguen la misma línea y el doblaje nos llega en inglés y japonés con textos en español, contando en ambos casos con unas interpretaciones muy buenas y voces bien escogidas.
Conclusiones
Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon se ha convertido en una de las sorpresas más agradables que nos hemos llevado este 2023. Una aventura con personalidad, divertida, muy bien diseñada y en la que se nota que PlatinumGames ha puesto muchísimo cariño, regalándonos así uno de sus títulos más redondos y especiales. No será un juego perfecto, pero si os apetece algo diferente y os atrae lo que propone, estamos convencidos de que os hará volar hasta la luna.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Nintendo.