Análisis de Untold Legends: The Warrior's Code (PSP)
El juego estrella del lanzamiento de PSP era, en teoría, el Ridge Racers de Namco, pero en su lanzamiento americano apareció un sorprendente juego que se convirtió rápidamente en el más vendido de la salida de la consola. Se trataba de un juego divertido aunque algo simple, que copiaba las dinámicas de Diablo para ofrecer a los usuarios de PSP una aventura "hack & slash" llena de mazmorras, magia y fantasía. Incluía también un modo para cuatro jugadores al que cualquier jugador podía unirse en cualquier momento, pese a que el juego parecía estar terminado a toda prisa, algo que de hecho así era.
Esta segunda parte llega casi un año después, de nuevo de la mano de Sony Online, y corrige muchos de sus errores o, mejor dicho, rellena sus lagunas. Untold Legends: The Warrior’s Code se nota que es un juego queh a estado mucho más en desarrollo, y cuenta ahora con una historia a la altura de las circunstancias, narrada con escenas cinemáticas, e incluso doblada al castellano, y una variedad mucho mayor en todos sus escenarios.
También cuenta con notables cambios jugables que, sin que el juego pierda su esencial mecánica de golpear constantemente a los enemigos, pero ganando mucho en profundidad en cuanto a magia y desarrollo de personajes.
Como decíamos, Untold Legends 2 cuenta ahora con una historia con nombre y apellidos, que no solo es una excusa para poner ante nosotros mazmorras y mazmorras, como en la primera parte, sino que está completamente integrada en el juego. Un antiguo reino ha sido conquistado por los demonios, y aquellos que no se unan a ellos serán perseguidos. Nuestro personaje será uno de los guerreros perseguidos, y tendrá que recorrer medio mundo para lograr acabar con la situación que impera en el otrora pacífico mundo del juego. A lo largo de toda la historia abundan las secuencias cinemáticas, que nos van presentando los diferentes personajes; sin embargo, nuestro personaje no hablará, lo cual hace la historia algo menos intensa.
En esta segunda parte tenemos de nuevo varias clases de personajes para elegir, cada uno de ellos con sus propios puntos fuertes y débiles y respondiendo a los clásicos arquetipos del género: magos que basan su forma de jugar en los hechizos, guerreros que lo hacen en el combate cuerpo a cuerpo, y otras clases intermedias que tienen sus puntos fuertes en ataques lejanos o movimientos especiales. Aunque la relativa variedad de clases de personajes se mantiene, el sistema de manejo del inventario se ha modificado considerablemente. Ahora ya no hay un espacio, a modo de mochila virtual, donde ubicar los ítems que cojamos, sino que cada tipo de item tiene su pantalla o su hilera de huecos (tal es el caso de las corazas, botas, etc…), haciendo que el inventario solamente esté limitado por el peso que puede llevar nuestro personaje.
La evolución del personaje sigue el clásico sistema de experiencia y niveles, contando tras cada subida de nivel con nuevos puntos que distribuir entre las habilidades (fuerza, habilidad, etc…) y con la posibilidad de mejorar uno de los ataques especiales o magias de nuestro personaje. Hay un largo árbol de ataques especiales, todos ellos con el requisito de tener cierto nivel, y tras cada subida de nivel podremos adquirir nuevos ataques o mejorar los ya presentes; sobre las mejoras de los ataques hay completa información, diciéndonos los efectos que tienen actualmente y los que tendrían si les subiésemos un nivel. Como en el anterior juego, podemos elegir dos de esos ataques para asignarlos a los botones O y triángulo de la PSP, y gastarán una barra de mana que se va regenerando con el tiempo, o bien con pociones. Lo mismo ocurre con la barra de la salud, y de nuevo tenemos un rápido acceso a las pociones pulsando el botón R.
La exploración de las mazmorras vuelve a ser el principal cometido en Untold Legends: Warrior’s Code, si bien ahora habrá más entornos de exploración. Los escenarios son ahora mucho más variados que en el juego anterior, donde podría decirse que abundaban las catacumbas, y ahora visitaremos lugares mucho más diversos, sin que por ello cambie demasiado la forma de jugar. Los niveles ahora no están generados aleatoriamente, como en el primer juego, y eso se nota. Por una parte es cierto que se pierde un poco de rejugabilidad, pero sin duda ahora los escenarios ganan en calidad y en diseño. Para ayudarnos tenemos un mapa, que de hecho nos marca los enemigos cuando se están acercando, algo bastante útil para saber cuándo cambiar a las armas de largo alcance.
El sistema de combate continúa siendo simplista, usando un botón para atacar, que pulsándolo durante más tiempo nos permitirá hacer un ataque cargado que infringe un gran daño a los enemigos, pero que obviamente tiene sus riesgos porque estaremos indefensos durante un momento. Complementando el ataque estándar contamos con las ya mencionadas magias, asignadas a los botones círculo y triángulo, pero con una novedad interesante: los ataques de oportunidad. Cuando el enemigo esté indefenso, aturdido por un golpe, podremos pulsar rápidamente el botón cuadrado para asestarle un golpe muy potente, o bien mantener pulsado más tiempo el botón para hacerle todavía más daño. Esta novedad añade un punto interesante a los combates, pero los ataques de oportunidad son escasos, y no hay ninguna forma clara de lograr que abunden más, por lo que se queda en un simple añadido que si bien hace más variada la jugabilidad, no llega a ser determinante.
Tres cuartas partes de lo mismo ocurre con las transformaciones en bestia, que podremos realizar tras llenar nuestro medidor de esencia con aquella que absorbamos de los enemigos caídos. Al transformarnos en bestia nuestro personaje cambiará de forma, como es de esperar, y se volverá más fuerte y rápido, haciendo más daño a los enemigos y recibiendo menos daño. Sin embargo, y como comentábamos sobre la característica anterior, las transformaciones en bestia no son tan numerosas y determinantes para que esta característica sea más que un añadido curioso y realmente influya en el desarrollo del juego. Eso sí, es conveniente "ahorrarlas" para los enfrentamientos con los jefes finales.
A nivel gráfico el juego luce muy bien, con unos escenarios llenos de detalles y objetos tridimensionales bien modelados. El diseño de los personajes y enemigos es un tanto manga, dejando el estilo "clásico" del primer juego, y el conjunto en general resulta atractivo y bien realizado. El sonido destaca por sus voces en castellano, poco habituales en PSP y bien dobladas, pero la banda sonora no encaja bien en el contexto del juego, demasiado orquestal para un juego de estas características y nada interactiva con lo que está pasando en el juego. Los FX son lo que uno puede esperar, sin destacar por bien o por mal.
En global, Untold Legends: The Warrior’s Code es un buen juego de acción y rol. Cuenta con un modo para un solo jugador completo y muy mejorado con respecto al de la primera entrega, pero que sigue pecando de cierta monotonía que afectará al jugador de forma inversamente proporcional a su afición a los juegos estilo Diablo. Sin embargo, cuenta con un multijugador tanto en red local como a través de Internet muy divertido, al igual que la primera parte, que puede alargar considerablemente la vida del juego. Esta segunda parte establece a Untold Legends como una saga a tener en cuenta, como ya sabrán sus responsables de Sony Online, que preparan el salto a la nueva generación en PlayStation 3.