Análisis de Medal of Honor Heroes 2 (PSP)
Medal of Honor Heroes 2 vuelve tras su primera entrega en un título más compacto, que nos llevará a encarnar a otro héroe en la guerra que puso al mundo en vilo entre los años 1939 y 1945. No solo PSP sino también Wii contará con esta versión, aunque sus desarrollos han sido totalmente independientes.
El pasado año, por estas fechas, recibimos el primer Medal of Honor Heroes para PSP, en exclusiva para la portátil de Sony, destacando su modo multijugador y la fiel recreación del conflicto en una consola portátil.
Ahora Electronic Arts nos ofrece una segunda entrega amparada por una mayor experiencia derivada del primer juego, y corrigiendo ciertos errores para dar como resultado un título mucho más completo y variado.
Ahora el modo campaña resulta algo más largo, aunque se sigue haciendo corto, con 7 misiones de larga duración con sus objetivos principales y secundarios y que a su vez están divididos en varias fases. El modo multijugador online sigue siendo tan bueno como el de la primera entrega pero mejorado, siendo éste el punto que alarga considerablemente la vida del juego.
Ésta vez tomaremos el control del Teniente Berg, soldado especial de la OSE (Oficina de Servicios Estratégicos) para frenar la consecución de una nueva arma supervisada por Hitler y que su potencia promete desestabilizar la contienda en favor de los alemanes. Deberemos infiltrarnos en el campo de batalla lidiando con enemigos hasta desbaratar los planes alemanes. Comenzaremos con el laureado, y muchas veces usado en videojuegos, desembarco de Normandía en la costa norte francesa, esquivando la bienvenida alemana.
Para tener éxito en la batalla deberemos dominar el manejo del personaje sin dejar de lado ninguna de sus funciones. Debido a la ausencia de un segundo stick en PSP puede ser problemático la adaptación de los shooter en la portátil, así que se ha optado por utilizar los botones frontales para girar a nuestro personaje o para mirar en varias direcciones, mientras que el stick se usará para movernos. A su vez la cruceta nos servirá para agacharnos, recargar nuestro arma, cambiarla por otra o para usar distintos objetos presentes en el escenario. No es del todo convincente este último punto porque te obliga a separar el dedo del stick pero es una solución bastante aceptable. Después para disparar y entrar en el modo apuntado usaremos los botones superiores de la portátil.
Aún así el control puede presentar problemas, sobre todo a los usuarios acostumbrados a este tipo de juegos en las consolas de sobremesa. A su vez el apuntado no es tan preciso y a la hora de hacer correr a nuestro personaje no convence demasiado su implementación. En todo caso a pesar que el control a veces nos meta en apuros en plena batalla, gracias a que la IA de los enemigos es bastante primitiva no tendremos excesivos problemas para liquidar a cualquiera y seguir avanzando por las misiones. Como ya pasaba en el primer juego la IA sigue siendo bastante lamentable.
Los enemigos tienen unas posiciones predefinidas en el escenario y hasta que no llegan a dicha posición no se preocuparán ni de dispararnos ni de protegerse. Más que soldados profesionales parecen suicidas en busca de mejor vida. A su vez algunos enemigos ni se inmutan en la batalla, pudiendo abordarlos desde diferentes puntos sin que éstos tengan constancia de nosotros. Un punto aparte de los soldados enemigos es su escaso detalle gráfico y su repentina aparición en los escenarios, apareciendo la mayoría de la nada e incluso desapareciendo antes de que hayan caído al suelo abatidos.
En cada una de las misiones tendremos varios objetivos que realizar. Los más importantes son los principales, que son los obligatorios que nos permitirán concluir la misión. En Medal of Honor Heroes 2 los objetivos principales irán desde matar a un enemigo en particular, a colocar una serie de bombas o despejar una zona. Estos objetivos a veces se hacen algo repetitivos y poco variados, pero en combinación con los secundarios hacen más largo el deambular por las misiones. Los secundarios no son necesarios de realizar, y no vienen dados de forma lineal como los principales, pero a veces son recomendables de realizar si nos topamos con ellos para por ejemplo conseguir al finalizar la misión medallas de mayor valor.
En nuestro recorrido por los escenarios tendremos a una serie de compañeros, normalmente dos, que nos servirán para atraer el fuego enemigo. En todo caso nuestros compañeros estorban más que ayudan, ya que en pocas ocasiones suelen abatir a los contrarios y a veces nos limitan mucho la visión para acertar ya que suelen situarse en los mejores puntos para alcanzar al enemigo.
Podremos conseguir tres tipos de medallas: las de bronce, plata y oro. Las de bronce se nos otorgarán si conseguimos acabar la misión exitosamente cumpliendo todos los objetivos principales pero obviando los secundarios. Las de plata las conseguiremos si completamos todos los objetivos principales y al menos uno secundario, y como imaginareis las de oro solo las recibiremos si completamos todos los objetivos, tanto principales como secundarios. El conseguir una medalla u otra nos servirá por ejemplo para ir desbloqueando extras del juego.
El modo online multijugador es el mejor modo, por encima incluso que el de campaña. Podremos jugar tanto por modo infraestructura como por ad hoc. En el modo infraestructura el juego soportará hasta 32 jugadores a la vez, mientras que en el ad hoc podremos jugar contra 7 amigos.
Tendremos tres modos de juego multijugador. El principal será el "todos contra todos", donde no habrá amigos ni alianzas y ganará el jugador que más puntos consiga que se calculan entre la diferencia de enemigos abatidos menos las propias bajas del jugador. Otro de los modos será el "Todos contra todos por equipos", donde se podrán realizar grupos y organizarse mejor, lo que hace el desarrollo mucho más táctico. Aquí en la puntuación final solo se considera a los enemigos abatidos por los miembros del grupo. Y el último modo es la clásica "Captura de bandera", dónde la infiltración será sinónimo de trabajo bien hecho.
El sonido de las distintas armas está bien complementado con la acción, y la música hace gala de oportuna dependiendo del momento de la misión, siendo más frenética en los momentos álgidos y más tranquila si de infiltración se trata. Pero son las voces, en castellano, las que yacen por encima del sonido y música. Eso sí, las voces se antojan demasiado repetitivas en plena batalla, e incluso dotando a ciertos momentos de un sentido del humor rebuscado. La presentación sonora de las misiones se hace de manera clara y bien hilvanada con la presentación de las imágenes.
El control de nuestro personaje puede hacerse complicado ya que lleva un tiempo acostumbrarse a la ausencia de un segundo stick en PSP. La implementación de los botones frontales para girar y apuntar no es del todo precisa, como tampoco lo es el acierto sobre los enemigos, pudiéndolos abatir aún sin apuntarlos bien. La IA del juego es tan floja como en la primera entrega, teniendo una sensación teatral sin igual. Los enemigos nacen para autodestruirse cumpliendo solo con el objetivo de llegar a la zona prefijada, con lo que son fácilmente abatibles sabiendo ya en que posición van a quedarse. Por lo demás nuestra salud es casi ilimitada, de hecho recuperaremos la vida si nos quedamos un rato a cubierto, así que no deberemos preocuparnos por recoger botiquines ni nada por el estilo.
El juego en el modo campaña se sigue haciendo corto, aunque si completamos todos los objetivos secundarios tendremos bastantes más horas de diversión. Existen numerosos puntos de auto-guardado, lo que invita a repetir las misiones una y otra vez si somos derrotados. El desarrollo de las misiones es muy lineal y mecánico, lo que le hace restar frescura y naturalidad al juego. Hay fases de las misiones muy sencillas y otras muy complicadas. Por encima del modo campaña un modo online multijugador tan bueno e incluso mejor que el de la primera entrega. Acabaremos prestando más atención al modo multijugador que al de un solo jugador.