Análisis de Fate Unlimited Codes (PSP)

Posiblemente el género de la lucha sea uno de los más agradecidos de jugar en una portátil. La conexión adhoc de PSP permite jugar con un amigo cercano en casi cualquier lugar a uno de estos combates virtuales, y el éxito de estos títulos, especialmente Tekken 5 Dark Resurrection, así lo demuestran. Y ahora, al catálogo de la pequeña de Sony, en la cual encontramos sagas de Dragon Ball, Street Fighter, Darkstalkers o la última entrega de Soul Calibur, se suma ahora Fate/Unlimited Codes.

El juego que nos ocupa, distribuido en occidente únicamente en forma digital vía PlayStation Network, está basado en la novela visual de PC Fate/Stay Night que derivó, primero en una serie de animación, y luego en un juego de lucha lanzado en máquinas recreativas y PlayStation 2, desarrollado por Cavia para Capcom. Fate/Unlimited Codes para PSP parte de esta base y cuenta una historia protagonizada por siete maestros y otros siete sirvientes que deben luchar para conseguir el Sagrado Grial, que cumplirá los deseos de su poseedor. Una disculpa tan válida como otra cualquiera para enfrentar a un pintoresco grupo de personajes en duelos que mezclan golpes físicos, poderes ocultos y armas blancas.

Fate/Unlimited Codes es, como suele ser habitual en la mayoría de juegos de lucha tridimensional, un título con jugabilidad casi exclusivamente bidimensional. A diferencia de la libertad de algunas sagas, como Dragon Ball y en menor medida, Soul Calibur, el juego limita su radio de acción a un plano pero con gráficos poligonales, con la posibilidad de avanzar al fondo o al frente un poco para evitar disparos de energía enemigos –de manera similar a Tekken-. Siguiendo la estela de los juegos clásicos del género, la importancia de los combos cobra un peso especial, casi exagerado. La facilidad de encadenar los ataques da la ocasión de alcanzar 70 o más impactos en el rival, acercando estos momentos, en los que la cámara rota para ofrecer un ángulo más espectacular, a los ataques finales de un juego de rol.

El control para facilitar combos tiene que ser por tanto extremadamente cómodo y simple para que cualquier jugador pueda hacerse rápidamente al personaje –pausando el juego se puede ver la lista de movimientos-, y así es, Fate/Unlimited Codes no requiere complicados movimientos para ataques especiales, algo que se agradece dada las quejas al pad de direcciones de muchos usuarios. Los botones se distribuyen en ataques débiles, medianos y fuertes –a más daño, más lentos- y uno para defenderse con un escudo energético. La agilidad de los luchadores admite dar un salto doble que cambie la dirección del primer salto, un movimiento útil para despistar o cambiar de estrategia incluso en el aire. Sobra decir que el realismo del combate es nulo, Fate/Unlimited Codes apuesta por la diversión y movimientos rápidos que hacen fácil derrotar a un enemigo en pocos segundos, o perder un combate en el aire sin pestañear.

Como en muchos juegos bidimensionales, el uso de ataques de energía, mágicos o de otra índole a media y larga distancia están presentes y se utilizan para no dar un momento de respiro a la partida, que por momentos alcanza el frenesí. Es por tanto un juego para usuarios con buenos reflejos en detrimento de la planificación; a cada uno corresponde decidir si este tipo de juegos es de su agrado. Lo que si podemos asegurar es que es entretenido dentro de su temática, y que engancha aprender los combos, especialmente si jugamos en los modos de dificultad más elevados, o contra rivales humanos.

Por defecto, el juego consta de una barra de vitalidad doble; esto es, una vez vaciamos la primera visible, aún nos quedará otra hasta dar por finalizado el combate. También existe un medidor de energía que activa los ataques especiales de los luchadores, y como suele ser habitual, ésta se recarga inflingiendo daño o recibiéndolo. Es un elemento clave para poder activar algunos ataques especiales que necesitan consumir parte de la barra.

Una particularidad de Fate/Unlimited Codes es el indicador con forma de grial que aparece durante el combate y que se rellena absorbiendo el daño recibido por los enemigos. Dicho de otra forma, cada golpe que recibe cualquier jugador, además de reducir su vitalidad, aumenta la copa hasta llegar a completarse del todo. El jugador que colma el recipiente puede, si se dan las circunstancias –tener el medidor de energía al completo y pulsar los tres botones de ataque- recuperará la vitalidad poco a poco con los ataques finales activados. Es, en teoría, un elemento importante que hay que vigilar durante todo el combate, porque es capaz de decantar el resultado final, aunque no es del todo justo; un jugador puede casualmente dar el último golpe y recibir vitalidad que el contrario había acumulado.

Un elemento importante en todo juego de lucha son los personajes disponibles. Fate/Unlimited Codes parte en desventaja, al menos para el gran público, de contar con una historia y luchadores poco o nada conocidos, en comparación a cualquiera de los otros juegos disponibles en el mercado, ya sean provenientes de un manga/anime de éxito, o de una gran saga con años de experiencia a sus espaldas.

Pero, sorprendentemente, el carisma que desprenden les da ese toque especial a todos y cada uno de los integrantes de esta plantilla, formada por 17 combatientes, incluidos los desbloqueables. Para los conocedores de Fate/Stay Night, sus nombres son Shiro, Berserker, Lancer, Caster, Saber, Archer, Rin, Assassin, Rider, Gilgamesh, Sakura, Kirei, Bazzet, Luviagelita, Leyspritt, Zero Lancero y Saber Alter. No es sólo una cuestión estética la que los diferencia, que mezcla caballeros medievales, brujas, monstruos y otro tipo de personajes cliché de las series de animación japonesa de acción, también sus ataques básicos los difieren, ya sea utilizando armas blancas como espadas o katanas, o la propia ropa. Ello hace que tras un vistazo y unas partidas aleatorias probando el control, más pronto que tarde encontremos un luchador de nuestro gusto.

Los modos de juego de los que dispone incluyen el obligatorio modo Arcade, en el que elegimos un personaje y combatimos contra ocho oponentes, con algunas secuencias intermedias que ilustran los diálogos y discusiones entre personajes clave. Contra la CPU, como su nombre indica, luchamos contra un personaje que escojamos para probar nuestras habilidades frente a ese enemigo deseado, controlado por la PSP. Encontramos también el modo para dos jugadores por adhoc, posiblemente el que más tiempo nos consuma de todo el juego si encontramos alguien con quien donar sangre al Santo Grial. Por último, en cuanto a los modos principales para un jugador, hay disponible el modo Misiones, que como ya hiciese popular la saga Soul Calibur, nos pone frente a combates con reglas especiales que van desde la supervivencia hasta la utilización de ataques especiales. Hay además un modo de minijuegos desbloqueable una vez terminamos el Arcade.

Otros modos de juego son el modo Práctica, similar a lo visto en otros juegos de lucha, que nos permite ajustar parámetros de la partida y probar nuestros combos, Tutorial, importante las primeras partidas al juego, y un modo de galería de combates entre la propia consola con personajes a nuestra elección, no demasiado útil pero que puede ser interesante para aprender estrategias de nuestro luchador favorito. El modo extra por último ofrece la posibilidad de ver vídeos e ilustraciones que vamos viendo durante nuestro avance en el modo Arcade, quizás un incentivo para jugar con toda la plantilla.

Gráficamente el juego no destaca demasiado aunque cumple con lo esperado. Los personajes, de toque anime japonés, lucen bien para PSP. Las animaciones son de golpes secos y rápidos, así que no podemos hablar de la vistosidad o captura de movimientos que otros juegos de la competencia poseen. Los efectos de luces y magias son espectaculares, muchas veces cegadoras –ocupan toda la pantalla-, pero donde más cojea Fate/Unlimited Codes es en la recreación de los escenarios. Las ocho arenas, que van desde bosques a palacios, no aprovechan en absoluto las capacidades técnicas de la consola, pues en la mayoría de casos hablamos de un abuso de elementos 2D –de no demasiada definición- que acaban por dar una impresión de poco volumen o tridimensionalidad, más cercano al resultado de Tekken 3 de PSOne que al último lanzamiento de Namco para PSP, Soul Calibur Broken Destiny. Al menos, imaginamos, todo ello para evitar que el motor se resienta y mantenga una tasa de cuadros por segundo estable.

A nivel sonoro el juego cuenta con bastantes voces durante el combate y las melodías son bastante apropiadas para la ambientación que se supone recrea el juego. No marca un hito en la consola, pero tampoco pasarán desapercibidas.

Conclusiones

Fate/Unlimited Codes es una buena opción para los amantes de los juegos de lucha, aunque claramente se encuentra un paso por detrás de los reyes del género. A pesar de que está lejos de innovar lo más mínimo, ya sea en modos de juego o jugabilidad –y el uso del Grial no es un punto a favor-, su mecánica, más cercana a las 2D que a la de las nuevas generaciones de títulos tridimensionales, puede gustar a los aficionados de sagas de Capcom, SNK o Arc System.

El precio, 29,99 euros –algo elevado para ser de distribución digital- y la fuerte competencia, en la que Namco sigue dominando el género, son los mayores rivales a batir por este juego de Capcom. Interesante si se le saca partido en compañía, pero algo falto de profundidad a largo plazo en los modos para un jugador.