Análisis de The Surge (PS4, PC, Xbox One)

Hace ya más de una década, From Software popularizó un género para muchos indeseado, el de los juegos de rol y acción extremadamente difíciles. Fue la saga Souls la que universalizó esta forma de jugar y contar historias, aunque antes viniera Demon’s Souls, juego de culto para muchos en la actualidad. Desde entonces, ciertos estudios de desarrollo han querido seguir la fórmula extendida por el diseñador japonés Hidetaka Miyazaki para contar historias de muerte entre los jugadores, episodios de una serie donde llegar al final lo determina el grado de frustración alcanzado por la persona.

En 2014, la desarrolladora Deck 13 lanzó Lords of the Fallen, un título de rol y acción que tomó la premisa Souls como un punto claro y directo de inspiración. El estudio alemán, que antes de este proyecto lanzó Ankh, Venetica y Jack Keane, entre otros, nos trasladó a un universo fantástico-medieval que cumplía las expectativas, pero se quedaba por debajo del notable alto debido a sus carencias y a la falta de personalidad: se parecía demasiado a Dark Souls y no ocultaba en ningún momento su punto de inspiración. Ahora, tres años después de aquella aventura, recibimos su nueva apuesta en el género: The Surge.

El trabajo del futuro

The Surge es un juego de rol y acción que cambia la ambientación tradicional del género (fantástica) por el futuro y la ciencia-ficción. Viajamos años adelante para conocer que la raza humana no pasa por su mejor momento debido a la escasez de recursos y a la sobrepoblación.

El planeta Tierra está totalmente agotado y no da más de sí, por lo que surgen corporaciones que se encargan de analizar al detalle qué está pasando y buscar soluciones para garantizar a corto plazo la supervivencia de la raza. Aquí entra en juego CREO, organización que usando la ciencia y la tecnología trata de solventar todos los problemas que asolan a los hombres y las mujeres del planeta.

CREO es una corporación del futuro, una empresa que goza de la tecnología más avanzada y la pone al servicio de la ciencia en sus instalaciones a la última, que son el escenario principal de The Surge. Como explorador contamos con Warren, nuestro protagonista, una suerte de chico para todo que se acaba de incorporar a la empresa en el momento más oportuno. Cuando llegamos a las instalaciones, y por una razón que en los primeros compases de la aventura desconocemos, todo se ha ido al garete: otros trabajadores son muy agresivos, los robots están a la defensiva y las fuerzas de seguridad privada de CREO evitan que los curiosos campen a sus anchas por el recinto.

La trama de The Surge gira en torno a este caos desatado dentro de las diferentes instalaciones de CREO, repartidas a través de varios departamentos, y los porqués de esta situación. A lo largo de nuestra partida iremos recorriendo múltiples zonas diferenciadas y conectadas entre sí, cada una representando un ala del centro de investigación, y conociendo a los supervivientes cara a cara para descubrir qué está pasando y para los que podremos hacer alguna que otra misión secundaria menor. Además, iremos recabando información útil sobre la trama mediante mensajes de audio dispersos por los escenarios (la mayoría, no obligatorios de obtener). Deck 13 presenta un guión compacto y apetecible si te gusta la ciencia-ficción. Algo previsible en ocasiones, eso sí, pero con un arranque impactante en sus primeros minutos.

Tu gran amigo el exoesqueleto

En su primer día de trabajo Warren despierta tras perder la conciencia y se encuentra el peor resultado posible. Está en el exterior de las instalaciones de CREO y todo parece haberse ido al traste. Viste, eso sí, un exoesqueleto avanzado, la gran obra de la compañía destinada a potenciar las habilidades naturales del ser humano para convertirla en la máquina de trabajo definitiva. Damos nuestros primeros pasos y aprendemos las bases de su sistema de combate centrado en el cuerpo a cuerpo a partir de nuestra armadura. Con los gatillos derechos golpeamos en horizontal y vertical (similar a los golpes fuerte y flojo habituales en el género), con el izquierdo superior bloqueamos y con el inferior cambiamos de objetivo.

Fijamos sobre el primer enemigo y recibimos la primera noción clave para The Surge: los golpes se pueden asignar a partes específicas del rival. Podemos golpear cabeza, pecho, brazos o piernas. Cada enemigo tiene una parte débil, una zona que es inmune a nuestros embites, por lo que siempre es necesario que antes de meternos en faena analicemos dónde tenemos que pegar. Además, una vez que restamos casi toda la salud del enemigo, podemos realizar un ataque especial a cámara lenta que nos permitirá no solo acabar con su vida, sino también obtener mejores recursos y partes para mejorar nuestro equipo seccionando el miembro. Al sistema de combate sumamos también los imprescindibles movimientos para esquivar, y un acompañante: un dron que desbloqueamos al superar la primera fase y que tendrá sus propias habilidades.

El hecho de poder impactar sobre una parte específica del enemigo da un toque de frescura a la jugabilidad y añade una parte táctica imprescindible a cada combate. Nos cruzaremos con enfrentamientos donde la estrategia premiará más que los golpes constantes y donde todo funciona de manera compacta, salvo por una excepción: el sistema de intercambio de objetivos. The Surge es un videojuego de enfrentamientos individuales, en el que hacer frente a más de dos enemigos a la vez puede suponer una muerte segura por el propio sistema de fijación de objetivos, que no es uno de los puntos fuertes del juego (se nota especialmente en los enfrentamientos con ciertos jefes). Si bien la selección de partes dentro de un propio rival funciona de manera óptima, cuando tenemos que responder ataques que vienen desde otra dirección y hacer un cambio rápido puede que quedemos más vendidos de lo normal.

Tú defines tu estilo de combate

Hechas las presentaciones del sistema de combate, conviene centrarnos en las características de personalización del estilo de juego en The Surge. La primera decisión la tomamos nada más llegar a las instalaciones de CREO cuando se nos invita a elegir cómo queremos que se comporte nuestro exoesqueleto a modo de dos clases de personaje eligiendo entre fortaleza o agilidad. Tomada la decisión, entramos en materia y descubrimos tres indicadores que determinarán nuestros movimientos. Por un lado tenemos la salud, por otro la estamina que se gasta al esquivar, golpear, etc. y finalmente la energía, que se acumula al atacar y es útil para usar habilidades especiales.

A partir de aquí, cada vez que derrotemos a un enemigo recibiremos chatarra, elemento indispensable para subir de nivel nuestro núcleo, eje central del exoesqueleto de Warren que nos permitirá utilizar implantes capaces de concedernos mejoras y habilidades de combate. Los implantes los obtendremos a medida que avanzamos por los escenarios y existen de diverso tipo: activos, pasivos, de curación, ofensivos, anti estados, etc. A mayor nivel de núcleo, más espacios tendremos para instalar implantes. La chatarra se obtiene matando enemigos y se acumula, como en otros juegos del género, hasta nuestra muerte, momento cuando se deposita en el lugar de nuestro deceso, a donde debemos retornar para recuperarla antes de que se agote el tiempo establecido (podemos conseguir más segundos matando por el camino a modo de ‘time extend’).

Además de para mejorar el núcleo de nuestro exoesqueleto, la chatarra es indispensable para crear y mejorar nuevo equipo, que podremos ir desbloqueando mediante los esquemas obtenidos al desmembrar partes específicas de enemigos. Warren puede vestir armaduras especiales junto al exoesqueleto gracias a este doble uso de la chatarra, que nos llevará a cuidar nuestros pasos para no perderla aunque el atractivo de aumentar el ratio recibido por acumular muertes de rivales sea alto. Como atractiva solución para los impacientes, las estaciones de reposo repartidas por las instalaciones de CREO, lugar donde mejoraremos nuestro equipo, nos permitirán almacenar la chatarra acumulada en ese instante para poder salir de nuevo al campo de batalla sin correr riesgos innecesarios.

Viajando por las instalaciones de CREO

Toda la trama de The Surge transcurre en el entorno de las instalaciones de CREO y como cabe esperar, están repletas de enemigos para ponernos las cosas difíciles. En nuestro avance recorreremos diferentes espacios diferenciados y conectados entre sí por trenes y gigantescas puertas. The Surge presenta un diseño de escenarios orgánico, donde son frecuentes los caminos secundarios para acortar viajes que desbloqueamos con el pertinente sufrimiento. La estructura de la partida es esencialmente lineal, aunque en alguna ocasión tengamos que cambiar de rumbo para seguir avanzando.

El diseño de escenarios es correcto y no solo se limita a garantizar nuestro avance de principio a fin, sino que también nos adentra en áreas secretas, algunas solo desbloqueables cuando el núcleo de nuestro exoesqueleto alcanza un nivel determinado. En The Surge la exploración de escenarios es un punto a su favor. Se trata de un título que invita a retornar sobre nuestros pasos para cruzar una puerta que recordamos cerrada y conseguir una nueva armadura o un implante extra. Su diseño de escenarios a nivel estructural no es brillante, pero cumple su cometido y nos atrapa en su ambientación.

Precisamente aquí es donde más personalidad tiene el juego, algo que se echó en falta en Lords of the Fallen. Las instalaciones de CREO son un enorme complejo científico donde lo metálico confluye con el vapor, la electricidad y los sonidos robustos. Las zonas, además, están estéticamente muy bien diferenciadas, y aunque nos encontramos en un mismo complejo que siempre mantiene su unidad corporativa, sabemos de sobra que cada espacio es único, desde el área ejecutiva hasta las zonas de alta seguridad, sin olvidarnos de los laboratorios de biotecnología o las áreas de ensamblado.

En lo técnico, The Surge cumple. Sin ser un portento visual, el motor gráfico FLEDGED diseñado por Deck 13 sirve para dibujar estos espacios futuristas de una forma limpia, estable y solvente, todo guiado de una banda sonora ambiental correcta, que no tiene temas especialmente memorables pero que acompaña al jugador con tino. Estamos ante un juego estable en lo que respecta a la tasa de imágenes por segundo y con soporte para PS4 Pro. A nivel de diseño, la temática tecnificada nos regala combates contra enemigos llenos de cables, metal y armas del futuro. No es especialmente variado en lo que respecta a enfrentamientos con rivales rasos, pero cumple.

Los combates contra los jefes, que no son especialmente numerosos durante la trama principal, son harina de otro costal. Aquí el equipo creativo de Deck 13 hila en dos direcciones proponiéndonos combatir con enemigos que en lo jugable presentan mecánicas diversas para ser derrotados (en varias e irritantes fases), suponen todo un reto y van a acompañados de diseños que lucen y se mueven con espectacularidad, y enfrentamientos con jefes algo más parcos en estética, pero igual complejidad de combate. En general, podemos decir que el trabajo realizado en el terreno de los jefes de nivel es idóneo y nos depara momentos de estrés, desesperación y presión constantes durante nuestras partidas.

¿Qué podemos decir sobre su duración? Estamos en terreno variable, pues en este tipo de juegos la durabilidad depende mucho de la experiencia del jugador dentro del género. La destreza lo es todo y un mismo jugador puede tardar cinco intentos en matar a un jefe frente a otro que requiere una veintena. Dicho esto, The Surge tiene una trama principal que puede durar unas veinte horas de media, pero que puede alargarse hasta más de treinta si requerimos más práctica, subir de nivel, conseguir y mejorar piezas de las armaduras, etc. Lo que está claro es que es un título que representa un reto en dificultad para cualquier jugador que quiera disfrutar del género. No incluye, eso, sí opciones online: ni cooperativo ni sistema de pistas.

Conclusión

¿Es The Surge el Dark Souls futurista que algunos llevan años esperando? No, y sería injusto comparar el trabajo de Deck 13 con la saga de From Software, aunque el parecido sigue siendo obvio, pues el estudio japonés lleva años perfeccionando su fórmula. La desarrolladora alemana también ha conseguido hacerlo con este segundo título, pero todavía tiene camino por delante. Resulta innegable, no obstante, que incluso con sus imperfecciones, The Surge ofrece suficientes motivos para ganarse la atención de los seguidores de este género, de todos esos sufridores de la muerte. Superior a Lord of the Fallen, con personalidad y una ambientación digna. Experiencia recomendada.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado BadLand Games.