Análisis de Mighty No. 9 (PS4, Xbox 360, PS3)
El año que viene se cumplirá el 30º aniversario de Mega Man, uno de los personajes más icónicos y queridos que nos ha dejado la corta pero intensa historia de los videojuegos. A pesar de la importancia de dicha fecha, Capcom lleva desde hace años sin ofrecernos un nuevo título protagonizado por este aguerrido robot, lo que nos ha obligado a tener que conformarnos con recopilatorios de sus primeras entregas y con los cameos que ha realizado en Super Smash Bros. y Project X Zone, un destino indigno para un héroe que nos ha dado tantísimas horas de diversión.
Sin embargo, Keiji Inafune, uno de sus máximos responsables y productor de la saga durante años, sabía lo que los fans queríamos y lo difícil que podía llegar a resultar a estas alturas encontrar una editora que apoyara un proyecto de estas características. Tras abandonar Capcom, el japonés decidió recurrir a Kickstarter en 2013 (justo cuando la web comenzaba a popularizarse como una plataforma viable para financiar videojuegos) para sacar adelante Mighty No. 9, una secuela espiritual de Mega Man con la que pretendía recuperar el estilo y la jugabilidad clásica de la serie, solo que cambiando de mundo, personajes y universo.
La campaña de financiación fue todo un éxito y se recaudaron casi cuatro millones de dólares, aunque los problemas no tardaron en llegar en el que probablemente sea uno de los desarrollos más accidentados de los últimos tiempos: multitud de retrasos, cambios de planes, un juego que parecía estar por debajo de lo esperado, etcétera.
Todo esto llevó a que el entusiasmo inicial se tornara en decepción e incertidumbre, y a que los fans acabáramos por no saber qué esperar de él.
Por suerte, la espera ya acabó y tras haberle dedicado una buena cantidad de horas a su versión final, por fin nos vemos preparados para ofreceros nuestro veredicto. ¿Estará Beck a la altura de la leyenda de Mega Man?
Mega Man y algo más
Lo primero que nos gustaría dejar claro es que estamos ante un juego de plataformas y acción 2D de corte clásico que sigue muy de cerca todas las enseñanzas de la veterana saga de Capcom. De este modo tendremos que recorrer una serie de desafiantes niveles en el orden que queramos mientras evitamos todo tipo de trampas y obstáculos y acabamos con los enemigos que van saliendo a nuestro paso a base de disparos hasta llegar al jefe final de cada uno de ellos, quienes nos ofrecerán nuevos y útiles poderes por derrotarlos. Pero vayamos por partes.
La historia se ambienta en el futuro, donde la tecnología ha evolucionado tanto que se han creado robots con consciencia propia que existen para servir, ayudar y entretener a la humanidad. Por desgracia, un incidente provoca que muchos de ellos enloquezcan y decidan volverse en contra de sus amos, aunque, por algún motivo, Beck, nuestro androide protagonista, no ha perdido el juicio y resulta poseer la clave para devolver la cordura a sus hermanos, motivo por el que se embarca en una aventura para acabar con esta revolución y llegar al origen del problema, siempre bajo la dirección y supervisión de su creador.
El guion no tiene demasiada importancia y el desarrollo de la trama principal nos ha parecido muy previsible, sin llegar a contar con ningún momento mínimamente destacable o memorable. Además, los personajes no están nada aprovechados (aunque todos tienen unas personalidades muy marcadas y características) y tanto las cinemáticas como la propia narrativa están realmente mal llevadas. Se trata de un apartado muy desaprovechado, ya que el mundo del juego e incluso sus protagonistas y enemigos nos han parecido que tenían mucho potencial para hacer algo más atractivo e interesante en este sentido.
De todos modos, la historia siempre ha sido lo de menos en este género, por lo que si el resto cumple esto pasa a ser un pequeño problema muy menor y secundario. Por suerte, la primera buena noticia la tenemos en unos controles que responden bastante bien y en unas bases jugables que sin necesidad de reinventar la rueda funcionan perfectamente.
Básicamente nos limitaremos a saltar, a disparar (siempre hacia delante, ya que aquí no podemos apuntar ni hacia arriba o abajo ni en diagonal) y a cambiar de armas, tal y como haríamos en cualquier título de Mega Man. Sin embargo, para que no se trata simplemente de un "refrito" y darle algo de personalidad propia, Mighty No. 9 introduce la posibilidad de impulsarnos hacia delante en pequeños sprints de los que podemos abusar todo lo que queramos para hacerlos en consecución, tanto en tierra como en el aire (imprescindible para superar determinadas secciones plataformeras).
Además de darnos un extra de movilidad que ayuda a imprimirle mucho dinamismo y frenetismo al desarrollo de los niveles, esta habilidad también nos permitirá absorber la esencia de nuestros enemigos. Para ello, nos bastará con debilitarlos primero a base de disparos y realizar un impulso junto a ellos. De esta forma, obtendremos potenciadores temporales, como que nuestros proyectiles atraviesen a los rivales, y podremos hacer combos de puntos.
Como decimos, se trata de un movimiento importantísimo y en torno al cual gira gran parte de la jugabilidad de la aventura, necesario tanto para derrotar jefes como para sobrevivir a ciertas secciones y conseguir el mejor rango posible en cada nivel, dándole así un toque muy distintivo y único respecto a la saga de Capcom.
Por otra parte, el diseño de niveles nos ha parecido un tanto soso y no demasiado inspirado, con situaciones y momentos muy típicos del género que no consiguen sorprender casi nunca, unos secretos no muy escondidos y un desarrollo algo plano. Eso sí, consiguen entretener gracias a lo variados que resultan, ofreciéndonos siempre nuevos retos y mecánicas que los diferencian unos de otros (hielo que resbala, coches a modo de plataformas móviles, avance mientras evitamos disparos de un francotirador, un nivel de sigilo, etcétera), haciendo de la aventura una experiencia muy llevadera.
Además, nos ha alegrado comprobar lo desafiante que llega a resultar en todo momento, obligándonos a darlo todo si no queremos ver la pantalla de Game Over antes de darnos cuenta. Lo cierto es que las fases no son especialmente complicadas por la dificultad de sus saltos o por la dureza de sus enemigos, sino porque cuentan con multitud de trampas y elementos capaces de matarnos de un solo golpe, incluyendo el equivalente de los pinchos de Rock Man, los cuales se convertirán en vuestra nueva pesadilla cada vez que los veáis en pantalla.
Los jefes son tremendamente clásicos y tienen unos patrones y mecánicas que una vez aprendidos resultan muy fáciles de esquivar y evitar, aunque el hecho de que ganen nuevos ataques (y potencien los antiguos) a mitad de batalla y que son luchas relativamente largas hace de estas unos combates muy entretenidos y divertidos, lo que no quita que podrían haber dado algo más de sí.
Que podamos escoger el orden en el que queremos jugar los niveles responde a que cada jefe es débil ante un arma concreta, de modo que podremos tener más o menos ventaja si llevamos a dicha fase la habilidad que es efectiva contra él, animándonos a que nos planifiquemos nuestra ruta. Lo malo es que el propio juego nos indica esto antes de entrar a los niveles, perdiéndose por el camino todo el proceso de experimentación. Como detalle curioso, las fases también serán más fáciles si vamos con el arma adecuada, pues los jefes que hayamos derrotado nos ayudarán eliminando obstáculos del camino.
Completar los doce niveles de los que consta la aventura será una tarea que nos llevará entre cinco y seis horas (cifra que puede ampliarse o reducirse dependiendo de lo bien o mal que se os dé el juego y del número de veces que tengáis que reintentar cada fase para superarla), aunque cuenta con unos buenos valores rejugables gracias a la inclusión de muchos modos adicionales (desafíos, carrera online, cooperativo, boss rush) y dificultades desbloqueables. Además, siempre tendremos el reto de conseguir el rango máximo en cada fase (una tarea que ya os avisamos que no es nada fácil) y el pique de intentar conseguir todos los puntos que podamos para competir en los marcadores online.
En lo que respecta al apartado gráfico, se trata del punto más flojo de todo el conjunto. Si bien el diseño de personajes y enemigos nos encanta (tienen un encanto y una personalidad arrolladores), no podemos decir lo mismo de sus modelados: extremadamente básicos. Los efectos también son muy simples y los escenarios nos han resultado tremendamente flojos, mostrando casi siempre un aspecto vacío y poco cuidado. La impresión general que transmite es la de estar ante un título muy justito en lo visual incluso para lo que se esperaría de una PlayStation 2, y que encima sufra de ralentizaciones en algunas zonas es algo que nos parece imperdonable.
El sonido nos deja una banda sonora muy animada que suele pasar bastante desapercibida con temas que no molestan y ambientan bien la acción, aunque solo rescataríamos unas pocas melodías, como la de los jefes finales. Destacar que tenemos la posibilidad de seleccionar su versión normal o una retro con sonidos al estilo de la época de 8 bits, un detalle muy de agradecer en un producto tan "clásico" como este. Hablando de opciones de selección, podremos escoger entre el doblaje inglés y japonés. A nosotros nos ha gustado más el segundo, pero el primero cumple correctamente y si entendéis la lengua de Shakespeare sin necesidad de leer os ahorraréis tener que estar pendientes de los subtítulos (en español) durante los niveles, algo que puede llevaros a más de una muerte indeseada por distracciones.
Conclusiones
Mighty No. 9 es un juego que sabe cómo entretener ofreciéndonos una jugabilidad clásica que muchos echábamos de menos, permitiéndose incluso el lujo de renovarla ligeramente para hacerla algo más actual. Sin embargo, lo nuevo de Keiji Inafune no consigue destacar en nada por culpa de un apartado técnico totalmente desfasado y un diseño de niveles algo flojo e irregular, lo que no quita que consiga divertir gracias a un desarrollo muy variado, ágil y frenético que nos reta constantemente a superarnos a nosotros mismos buscando las mejores formas de realizar combos para conseguir multiplicar nuestros puntos. Sí, podría haber sido mucho mejor, pero si echáis de menos al inolvidable Mega Man, aquí tenéis una aventura que os ayudará a hacer la espera por su regreso bastante más llevadera.
Hemos realizado este artículo con una copia digital de la versión final de PS4 que nos ha proporcionado Koch Media.