Análisis Fracked, una espectacular aventura para realidad virtual (PS4)
Uno de los géneros favoritos del que firma estas líneas es el de las aventuras de acción en tercera persona a lo Uncharted o Tomb Raider. Son juegos caros y complicados de hacer, que requieren multitud de escenarios lineales, espectaculares secuencias en las que toda explota y, generalmente, graficazos. Quizás por esas razones es un género que no ha proliferado demasiado en la realidad virtual –en primera persona, claro–, aunque tenemos algunos ejemplos como Immortal Legacy: The Jade Cypher o Blood and Truth, salvando las diferencias. Hoy nos llega otro proyecto similar.
Salvar el mundo está en nuestras manos
Fracked es un juego de acción y disparos en primera persona para realidad virtual que nos lleva a –agarraos– una montaña en la que la que un ejército alienígena humanoide ha tomado el control, y planean expandir su dominio al resto de la tierra. Se supone que detrás de todo esto hay una historia sobre la ambición de las grandes empresas que está destruyendo el planeta y el cambio climático, pero la verdad es que no vamos a jugar a Fracked por la historia.
En esencia, es, como decimos, una especie de Uncharted en el que vamos a disparar a todo lo que se mueva con nuestros PlayStation Move, además de contar con algunas fases de «conducción», que en realidad son fases de esquí en las que nos deslizamos montaña abajo vaciando nuestros cargadores contra los enemigos que nos rodean. Por supuesto, no faltarán los jefes finales, enemigos más peligrosos y resistentes que nos obligarán a cambiar de estrategia.
Con esta descripción es fácil hacernos una idea de lo que tiene que ofrecer, pero lo importante es que lo hace bien. Hemos echado de menos mayor variedad de situaciones, ya que al final hay tres tipos principales: una exploración muy sencillita, los tiroteos y las secuencias de «conducción» que hemos explicado antes. Lo bueno de que sea cortito –unas cinco horas, aunque rejugables si quieres hacerte con los coleccionables– es que no te da tiempo a aburrirte.
Bien adaptado a la realidad virtual
Algo que siempre destacamos a la hora de analizar un juego en realidad virtual es si aprovecha el formato. Es muy importante adaptarse a lo que la realidad virtual puede ofrecer más allá de simplemente mover la cámara con la cabeza, y esto es algo que Fracked hace muy bien, incluso dentro de las limitaciones de PlayStation VR. Como decimos, sólo podemos jugar con PlayStation Move, por lo que tenemos libertad total para mover las manos. Además de disparar, podemos escalar, pulsar botones o tirarnos por tirolinas, y todas estas pequeñas interacciones te ayudan a sentir que estás ahí, siempre haciendo cosas y manteniéndote conectado al mundo virtual.
También nos ha gustado mucho el sistema de coberturas, tan sencillo como efectivo. Aunque, si así lo preferimos, podemos agacharnos y escondernos y asomarnos, si estamos jugando sentados y queremos algo más de comodidad, sólo tenemos que agarrar el borde de la cobertura con una mano y «moverla». Puede parecer confuso o incluso poco natural, pero os aseguramos que es muy intuitivo y práctico.
El único «problema» –que no ha sido tal en nuestro caso– es que no hay opciones para teletransportarnos. El movimiento libre es muy, muy suave, y los escenarios no son demasiado enrevesados, por lo que no nos ha llegado a marear. Aun así, queremos advertiros porque sabemos que esto puede ser un problema para algunos usuarios. En cualquier caso, siempre podéis probar la demo y juzgar por vosotros mismos.
Sencillo pero efectivo
En lo gráfico, Fracked es un juego que cumple su cometido con creces. Apuesta por un estilo gráfico cell-shading que recuerda a Borderlands, aunque un tanto más limpio, sin tantas líneas marcadas o «dibujadas», por decirlo de alguna manera. Creemos que funciona genial, y un estilo artístico muy acertado y colorido terminan de hacer de Fracked un juego bastante resultón. No sabemos si usará resolución dinámica que pueda afectar a la calidad de imagen en otras plataformas, pero en PlayStation 5, donde lo hemos analizado, se ve muy nítido.
En lo sonoro es bastante discreto aunque igualmente efectivo. Incluso si la banda sonora pasa un tanto desapercibida, acompaña siempre, integrándose casi sin darnos cuenta en la acción; por ejemplo, cuando saltamos con los esquís la música se para, dando esa sensación de tensión, como si estuviéramos aguantando la respiración. Por desgracia, nos llega únicamente con voces en inglés y subtítulos en castellano. Como decimos, la historia no es demasiado importante, así que tampoco es que nos vayamos a perder mucho si jugamos sin subtítulos.
Toma el control (de movimiento)
Fracked ha sido una agradable sorpresa. Sí, no hace nada revolucionario, pero lo que hace lo hace bien, y nos ofrece una aventura de unas cinco horas –rejugable para los que quieran hacer el 100%– con un precio muy razonable y con la que no nos da tiempo a aburrirnos. Habría estado genial tener mayor variedad de situaciones o un mayor enfoque en la exploración para encontrar secretos, pero si lo que queréis es un juego con el que sentiros el héroe de una película de acción en realidad virtual, Fracked es, sin duda, una gran elección. Si no estáis seguros, siempre podéis probar la demo.
Hemos realizado este análisis en PS5 con un código de descarga proporcionado por RednerPR.