Análisis Arizona Sunshine Remake, una buena puesta al día de un clásico de zombis para la realidad virtual (PS5, PC, PS4)

Se dice pronto, pero ya han pasado ocho añazos desde que pudimos jugar por primera vez a Arizona Sunshine, un entretenido juego de acción para la realidad virtual que nos proponía enfrentarnos a hordas de zombis. Desde entonces, la tecnología ha progresado a un ritmo vertiginoso y los avances que se han hecho en este campo han sido tan enormes que han acabado por dejar obsoleta a esta aventura que tanto nos sorprendió en su momento.

Por ello, tiene cierto sentido que Vertigo Games haya decidido recuperar la entrega original de la saga para actualizarla y ponerla al día con todos los avances y mejoras que trajo consigo su secuela, dando como resultado un remake para PS VR2, Quest y PC que, en realidad, se acerca más a lo que cabría esperar de una remasterización actual.

Mismos contenidos, pero con nuevos gráficos y una jugabilidad muy mejorada

Así pues, lo primero que debéis saber es que Arizona Sunshine Remake es un título que nos ofrece exactamente los mismos contenidos de los que ya hacía gala el original. Es decir, se mantiene la campaña principal, se incluyen todas sus actualizaciones gratuitas, se añaden sus dos expansiones de pago y regresa el Modo Horda. La historia es exactamente la misma y el diseño de niveles está intacto, así que no esperéis grandes cambios o novedades en este sentido porque no los vais a encontrar.

En total, entre todos sus contenidos estamos hablando de un juego que puede ofrecernos unas 10 horas de diversión para completarlo todo por primera vez, aunque siempre podéis sumar una cifra mayor si decidís rejugar sus niveles en dificultades más elevadas (algo que, por cierto, os recomendamos, ya que el juego mejora considerablemente a medida que aumentamos el desafío).

Al igual que en el original, estamos ante un título que va muy al grano y que nos propone avanzar por una serie de niveles de carácter lineal mientras nos enfrentamos a montones de muertos vivientes deseando darse un festín con nuestras entrañas. Además de disparar, por el camino tendremos que explorar los escenarios para saquear coches, armarios, cajones y cualquier cosa que veamos para así reponer munición, encontrar nuevas armas y dar con los objetos clave que nos requerirán en ciertos momentos para poder progresar. Sumadle algún que otro rompecabezas ligero que aprovecha correctamente la realidad virtual, y tendréis una aventura amena y entretenida que sabe sorprender con alguna que otra situación inesperada.

Ojo, el diseño de niveles no es tan bueno ni variado como el de su secuela, pero al ser un título tan directo y con un ritmo bien medido, se deja disfrutar sin mayores problemas si lo único que queremos es un juego para nuestro visor de realidad virtual con el que ponernos a agujerear cabezas.

Y hablando de disparar, aquí tenemos, precisamente, una de las mayores mejoras de este remake, ya que el manejo de las armas es mucho mejor y más satisfactorio que en la versión de 2016. Para empezar, se ha rehecho por completo el sistema de recarga de las armas para equipararlo al de su segunda entrega. De este modo, ahora cada arma debe ser manipulada de un modo único y muy "físico" si queremos completar este proceso, lo que implica sacar los cargadores vacíos, coger los nuevos de nuestras cartucheras, introducirlos en las pistolas y amartillar.

No llega a los niveles de satisfacción, complejidad y precisión visto en los Resident Evil de PS VR2 o en Half-Life Alyx, pero el sistema de recarga está realmente bien implementado, consiguiendo que el manejo de las armas resulte muy satisfactorio y añada tensión adicional a los encuentros al tratarse de un proceso más largo y realista que requiere algo de habilidad y agilidad manual. Si lo preferís, podéis seguir optando por el sistema de recarga clásico, pero existiendo este nuevo, no os lo recomendamos, ya que es infinitas veces más inmersivo.

Otra mejora notable la tenemos en el sistema de desmembramientos del juego, permitiéndonos destrozar de manera más o menos realista a nuestros enemigos. De este modo, ahora los impactos de nuestras armas despedazan de forma total o parcial los puntos de los zombis en los que aciertan, según la potencia de fuego que estemos usando y lo resistente que sea la criatura a la que nos estamos enfrentando.

Por supuesto, esto es un juego de zombis, así que si queremos acabar con ellos vamos a tener que apuntar a la cabeza, aunque esto también nos abre las puertas a que, por ejemplo, les destrocemos las piernas cuando no veamos claro el tiro para darnos algo de espacio y poder recargar con tranquilidad antes de rematarlos.

Esto consigue que el juego no sea solo un poco más estratégico en sus combates, sino también mucho más sangriento y, sobre todo, gratificante, ya que no hay nada mejor que ver cómo ese disparo que tan bien hemos apuntado ha hecho estallar la cabeza del muerto viviente que teníamos a medio metro como si fuese una sandía. Y ojo al manejo de las armas cuerpo a cuerpo como los machetes, las cuales pueden quedarse clavadas en los cuerpos de los enemigos, obligándonos a pegar un buen tirón para liberarlas.

Lo que no nos ha convencido tanto son las imprecisiones que sigue habiendo a la hora de interactuar con ciertos elementos de los escenarios. Ya sea para abrir un armario o intentar coger un objeto concreto cuando hay varios amontonados, estas acciones se realizan de un modo un tanto torpe que no nos ha parecido del todo natural.

De igual modo, los entornos nos han parecido muy poco interactivos en comparación a lo que otros juegos de VR nos han acostumbrado en los últimos años. Sí, podemos coger un buen número de objetos, pero casi no podemos hacer nada especial con ellos y hay otros muchos que ni siquiera nos dejan manipular, como las pequeñas cajas de munición. Al final, es un juego al que le falta algo más de fisicidad para que la inmersión sea total, algo muy importante en un título para la realidad virtual.

Volviendo a sus puntos positivos, tenemos que destacar lo notable que es la mejora gráfica que ha recibido. Los escenarios cuentan con mucho más detalle, los modelados de los zombis son bastante superiores y la resolución general no tiene nada que ver con lo que vimos hace 8 años, permitiéndonos disfrutar de una imagen limpia y nítida para que podemos contemplar nuestras carnicerías en toda su gloria.

Nuevamente, no alcanza el nivel visto en título más actuales, pero con el visor en la cabeza la impresión general es positiva y satisfactoria. Lamentablemente, hay algunos bugs que afean el conjunto y hay algo más de clipping y popping de lo que hubiese sido deseable, defectos que, eso sí, no nos han impedido sumergirnos este mundo posapocalíptico.

Finalmente, tenemos que destacar que si bien no hay grandes novedades en su apartado sonoro, sí que se ha perdido el doblaje al español que tenía el original. Sí, el doblaje era lamentable y de los peores que hemos escuchado jamás en un videojuego, pero al menos ayudaba a que quienes no dominasen bien el inglés no tuviesen que estar leyendo subtítulos, algo que siempre ha sido un tanto incómodo en juegos de realidad virtual. Por cierto, los textos sí están en español.

Conclusiones

Más que un remake, Arizona Sunshine Remake nos ha transmitido la sensación de ser una puesta al día de un juego que ya había quedado completamente obsoleto. Sus contenidos son los mismos y algunas de las limitaciones del pasado siguen aquí presentes, pero su renovado apartado gráfico y lo mucho que han ganado sus combates con las importantes mejoras que ha recibido su jugabilidad y el sistema de desmembramientos hacen que esta nueva versión sea muy superior a la que jugamos hace ocho años.

Su secuela nos sigue pareciendo mejor juego en todos los sentidos, pero si os apetece una aventura que vaya al grano y os permita disfrutar masacrando zombis mientras no paráis de meteros en un problema tras otro, aquí encontraréis una opción de compra fácilmente recomendable para seguir sacándole provecho a vuestro visor de realidad virtual.

Hemos realizado este análisis gracias a un código para PS5 que nos ha facilitado Vertigo Games.