El universo de Dune, creado por Frank Herbert y basado en una importante saga literaria que se extiende a lo largo y ancho de un buen puñado de novelas, compite en complejidad y ambición con otras grandes sagas como la de la Tierra Media de J.R.R. Tolkien -salvando las distancias, claro- y Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin. En los últimos años, tras el éxito de Dune: Parte uno y Dune: Parte dos de Denis Villeneuve -que prepara una tercera entrega basada en El mesías de Dune, cintas de ciencia ficción que han arrasado en los cines de todo el mundo y ahora aspiran a premios, nos llega la nueva serie de HBO, Dune: La profecía, una ficción televisiva que sirve como precuela y que tiene lugar diez mil años antes de las aventuras de Paul Atreides en Arrakis. Pero es fácil perderse.
El origen de Dune y su complejo universo de ciencia ficción: La Jihad Butleriana y el advenimiento de un nuevo orden
La profecía arranca con una secuencia que muchos no han dudado en comparar con Terminator, en la que un ejército de humanos se enfrentan a unas máquinas en un desolado campo de batalla. Hablamos del conflicto más colosal y brutal que sacudió a toda la raza humana hace miles de años en este universo, cuando las máquinas inteligentes y todas las inteligencias artificiales se destruyeron 10.000 años antes de los eventos de la primera novela de Dune en la llamada Jihad Butleriana, un conflicto contra la entidad conocida como Omnius, un superordenador consciente que cambió para siempre nuestra progresión tecnológica.
Para evitar rebeliones y peligros para los seres orgánicos, el Viejo Imperio, convertido ahora en el Imperio reemplazó a los ordenadores y grandes máquinas por los Mentats, unas computadoras humanas capaces de hacer operaciones muy complejas en milisegundos. Pero surgía un problema: las distancias en el espacio son gigantescas, y la comunicación y el viaje entre mundos era vital para mantener el mandato del Emperador de la Casa Corrino y el vínculo entre las distintas casas. Pronto, órdenes superiores llegarían para controlar los distintos estamentos de este Imperio surgido de las cenizas y que acabaría descubriendo la Especia en Arrakis. Pero eso es otra historia. Volvamos la vista aún más atrás.
Durante un tiempo, la humanidad se organizó en el mencionado como Viejo Imperio, una época que apenas está mencionada en los libros de Herbert, pero crucial para entender el contexto en el que la humanidad se abonó a confiar en hombres inútiles para la gestión de una expansión que estaba cerca de colapsar. Fue durante este período, millones de años en el futuro, cuando la humanidad desarrolló la capacidad de viajar más rápido que la luz, lo que permitió la misma expansión galáctica que los condenaría. Sin embargo, el ascenso del citado Tlaloc y los Titanes llevó a la caída de este primer gran Imperio en el año 1287 Antes de la Cofradía. Es la fundación de la Cofradía Espacial la que marca un punto de inflexión en la historia, instaurando un sistema burocrático y legal que trajo algo de orden a un universo sumido en el caos tras el colapso del Viejo Imperio.
Básicamente, Dune: La profecía, que se desarrolla unos 10.000 años antes de lo narrado en las películas de Denis Villeneuve, poco después de esta Jihad, contándonos la historia de las hermanas Valya Harkonnen (Emily Watson) y Tula (Olivia Williams) en su lucha contra las fuerzas malévolas que amenazan a su planeta.
Las Bene Gesserit: poder en la sombra y la orden que rige el universo de Dune
La serie Dune: La profecía, conocida anteriormente como La hermandad, se centra en las Bene Gesserit, una orden femenina con influencias religiosas y políticas que opera tras bambalinas en los gobiernos de la galaxia. Este poderoso grupo de mujeres juega un papel importante en la vida social, religiosa y política en todo el Imperio y, desde su fundación en el 88 Antes de la Cofradía, las Bene Gesserit se han dedicado a un ambicioso programa genético. Consejeras y sabias, las Bene Gesserit son sobrehumanas, pues poseen capacidades espirituales y mentales superiores a las del ser humano medio.
Sus habilidades están muy cotizadas, ya que desempeñan un papel clave en el Imperio, buscando conseguir y concebir, con sus propias artes y artimañas, el Kwisatz Haderach, un sobrehumano masculino que acabe siendo completamente omnisciente y dirigiendo el Imperio de la humanidad en un futuro. Temidas y reverenciadas, son vitales en la ficción televisiva y en las sucesivas historias que veremos en Arrakis y el imperio de Paul Atreides y la Gran Guera de las Especias o la posterior Diáspora.
En el contexto de la serie, tras la fundación de la Cofradía y la cierta estabilidad lograda tras la prohibición de las herramientas tecnológicas que llevaron al colapso de la civilización, se establece la Nueva Era, caracterizada por el ascenso de las Grandes Casas, entre ellas los Atreides y los Harkonnen. Estos linajes jugarán un papel crucial en las guerras por el control de Arrakis y la especia, el recurso más valioso del universo. A pesar de que las guerras por la especia son la parte más conocida de la saga, la cronología de Dune es inabarcable, pues se extiende miles de años más allá, con eventos protagonizados por Leto II Atreides, el Dios Emperador, y conflictos galácticos que incluyen guerras internas de las Bene Gesserit y la llegada de fuerzas desconocidas.
Dune: La profecía se emite en exclusiva en Max.
