Análisis AI: Somnium Files, lo nuevo del creador de Zero Escape (PS4, Xbox One, Switch, PC)
El nombre de Kotaro Uchikoshi no es precisamente el de uno de los creadores más conocidos, pero si mencionamos las aventuras gráficas Zero Escape es posible que, como mínimo, el título si nos suene. Ahora nos trae AI: The Somnium Files, una nueva aventura inspirada en misterios y asesinatos muy al estilo de otros títulos de Spike Chunsoft.
AI: The Somnium Files se ambienta en un futuro cercano y sigue los pasos de Kaname Date, un detective que dispone de una inestimable ayuda, una especie de ojo con inteligencia artificial –Aiba- que se conecta a su mente y sirve de asistente en los casos.
Es parecido a un dispositivo de realidad aumentada, que busca información en la red al momento, realiza un zoom sobre los objetos lejanos, hackea ordenadores e incluso permite usar visión de rayos x. Es, básicamente, la mejor herramienta de Date para resolver los casos a los que se enfrentará.
Un asesinato dantesco
La historia comienza con la escena de un crimen que merece ser investigado. Una mujer aparece atada en el tiovivo de un parque de atracciones abandonado, con una serie de puñaladas en el cuerpo y sin uno de los ojos, que parece extraído con ella en vida. El caso empezará a complicarse desde un principio cuando la muerte se relacione con otra sucedida hace varios años y varias personas cercanas al propio Date se vean implicadas en el asesinato –empezando por la víctima-. No es únicamente nuestro deber, también es un asunto personal.
Conociendo este tipo de aventuras, ya sean los Zero Escape o Danganronpa, cualquier aficionado sabrá que no hay que dar nada por sentado, y que los giros en la historia están a la orden del día por muy inocentes que parezcan los personajes; todos guardan algún tipo de secreto.
Investigando la mente
Aunque en algunas fases AI: The Somnium Files nos propondrá recoger pistas e información, lo cierto es que es bastante guiado y tampoco hay mucho margen para el error. Las escenas de un crimen o diálogos se han recreado en 3D, pero no nos podemos desplazar libremente por el escenario, sino que seleccionamos objetos y personas con el cursor a nuestro alrededor. Hay decoración intrascendente pero también puntos clave que nos acercan a la verdad.
El cursor nos muestra una serie de acciones y diálogos que podemos iniciar para conocer más de la situación o una nueva pista de la que tirar, pero como decimos, el juego prácticamente nos va dictando lo que hacer. Si hay una caja que podría esconder algo, basta con seleccionarla, escuchar el consejo de Aiba para usar la visión especial y descubrir su interior.
Quizás esto podría estar algo más elaborado para dar una sensación real de descubrimiento; es más interactivo que muchas novelas visuales, pero no tanto como para ser una auténtica aventura gráfica de tema policíaco. No existe posibilidad de dejar un dato relevante sin tocar, es decir, que no podrás viajar a otra localización si no has investigado todo lo necesario para continuar con la historia.
Pero esta es sólo una de las mecánicas en AI: The Somnium Files, junto con las escenas de acción mediante QTE o la presentación de pruebas. Sin duda el otro bloque a destacar es el que tiene de protagonista a la tecnología que permite a Aiba explorar el subconsciente de las personas, mundos un poco surrealistas que se rigen por sus propias reglas, no siempre lógicas. Estas fases si son más interactivas y explorables, y en la primera que vamos a experimentar nuestra protagonista –una representación de Aiba, la inteligencia artificial- no puede interactuar con los objetos de la habitación a menos que estén iluminados.
En este espacio de la mente el objetivo es abrir unos bloqueos que nos permitan entrar más en la mente del sujeto en un tiempo limitado o de lo contrario hay que comenzar de nuevo –o usar uno de los puntos de guardado-. Es decir, algo así como escape rooms virtuales que recuerdan a Zero Escape pero sin toda su complejidad. De esta manera podremos obtener información de sospechosos y testigos que no quieren revelar datos por métodos tradicionales, o que han olvidado detalles.
La gracia no es tanto resolver el problema por azar probando todos los objetos y opciones con ellos, pues no siempre es posible dentro de los seis minutos que se nos dan –que no lo son en tiempo real, sino que se gastan por las acciones-, sino entender la personalidad y el significado de este mundo interior para ir directos a la resolución. No siempre es obvio, hay que admitirlo, y se cae en una simple prueba de ensayo y error.
En ocasiones estas fases parecen un poco forzadas por dar más "juego" dentro de un género que normalmente no lo necesita, pero sí tienen una utilidad que merece ser destacada, además de dar un vistazo a la extraña psique de los sujetos: según las acciones dentro del somnium, se influye en el transcurso y vemos diferentes ramificaciones. Esto le da rejugabilidad, no tanto por repetir cada investigación sino por ver el argumento al completo, que es la única manera de comprender toda su dimensión. Además, no es necesario comenzar de nuevo, pues podemos ir al punto de la bifurcación.
Visualmente muy llamativo
El artista Yūsuke Kozaki ha trabajado en el diseño de estos personajes, muy al estilo manga. En los videojuegos Kozaki ha dejado su huella en la saga No More Heroes, el aspecto de Lucky Chloe de Tekken 7, Fire Emblem Heroes, Daemon X Machina, Pokémon Go y ciertos diseños de Xenoblade Chronicles 2.
Lo mejor es que el paso a modelos 3D está muy bien llevado, de hecho si encasillamos a AI: The Somnium Files dentro del género de las novelas visuales, los valores de producción están por encima de la media. Abundan las cinemáticas, no utiliza el viejo recurso de retratos ni ilustraciones 2D para los fondos, dispone de voces en inglés –a un gran nivel- y japonés, y la música acompaña a la perfección. El inconveniente, que debemos mencionar por la importancia de la historia, es que nos llega con textos en inglés.
Conclusiones
AI: The Somnium Files es un juego muy recomendable, pero más por su vertiente de novela visual que de puzles. Su historia con personajes memorables, revelaciones, emoción, sorpresas y diferentes rutas harán que sea muy difícil apagar el juego. En este sentido, ninguna decepción.
Es en el terreno jugable donde echamos en falta un poco más de gancho, pues la temática da para desafíos más inteligentes y profundos, mientras que aquí es un mero vehículo para avanzar en la trama y abrir el abanico de las opciones. No es mala solución de todas formas, nunca pretende alejarse mucho de lo que es realmente: una gran historia interactiva. Demanda los habituales requisitos del género: paciencia y predisposición para leer textos en inglés, pero su calidad bien merece que le demos una oportunidad.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha proporcionado Meridiem Games.