Análisis de Tony Hawk's Pro Skater HD PSN (PS3, PC, Xbox 360)

A todos nos ha pasado. Hemos intentado hacer más cosas de las que podíamos, y hemos acabado olvidado lo que era nuestra tarea prioritaria. Tony Hawk debutó en los videojuegos en 1999, cuando la versión original de Tony Hawk’s Pro Skater (Tony Hawk’s Skateboarding en España) salió para PlayStation, y fue posteriormente adaptado a multitud de sistemas. Revolucionando el poco poblado género, Tony Hawk’s Pro Skater ofreció un sistema de control similar al de los juegos de peleas, en el que combinando los botones de acción con las direcciones podíamos realizar distintos trucos. Luego llegaron los ‘reverts’, las modificaciones de los trucos, la posibilidad de agarrarnos a coches, modificar escenarios... hasta que sacaron un mando con forma de tabla, eliminaron el control tradicional y añadieron la posibilidad de hacer snowboard también. La saga Tony Hawk había olvidado lo que la hizo grande.
Pero Tony Hawk’s Pro Skater HD ha hecho un esfuerzo por recordarlo, decidiendo volver literalmente a sus orígenes, aunque adaptándose a los estándares gráficos actuales. Partiendo de la más pura de las bases de Tony Hawk’s Skateboarding y Tony Hawk’s Pro Skater 2, Robomodo ha dotado de un nuevo aspecto visual a "lo mejor" de estos dos episodios, asegurándose de no arreglar nada que no estuviese roto... aunque rompiendo cosas que estaban arregladas. Pero no adelantemos detalles. Tony Hawk’s Pro Skater HD ofrece lo que todos esperamos de este juego: una revisión de este clásico.
Un viaje en el tiempo
Tan sólo ver el menú de selección de skater será un viaje en el tiempo. El menú nos muestra al skater en cuestión, con sus estadísticas, e incluso su biografía. Exactamente como en los primeros episodios. Cada personaje vuelve a tener sus estadísticas que podemos ir aumentando con el dinero que recogemos en los escenarios, así como distintos "estilos" que también podemos desbloquear. Los movimientos tanto básicos como especiales pueden ser adquiridos para aumentar la cantidad de puntos que conseguimos con cada truco, y asignados a nuestra combinación de botones favorita. Todo en los menús es "igual" que en Tony Hawk’s Skateboarding y Tony Hawk’s Pro Skater 2, sólo que más bonito y adaptado a los tiempos que corren. Por suerte, la similitud con los títulos clásicos de la saga no se limita a las pantallas de selección.

En cuanto nos subimos a la tabla nos damos cuenta de que hemos vuelto a los orígenes jugables de la saga. Aunque la saga Tony Hawk nunca ha sido un simulador, en las últimas entregas los jugadores habían adquirido un carácter un tanto antigravitatorio. Los ollies nos llevaban más alto, lo que unido a los nuevos movimientos, facilitaba alcanzar puntuaciones de escándalo. Los personajes vuelven a comportarse igual que lo hacían en los primeros títulos de la saga, en los que hacer combos de seis cifras era realmente una exhibición de habilidad. El manual, que apareció por primera vez en la segunda entrega de la saga está disponible en todos los escenarios, al igual que las modificaciones de standing como el swtich o el fakie, que nos ayudan a expandir nuestro catálogo de trucos.

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