Análisis de F.E.A.R. (PS3)
Desde que Goldeneye demostró, allá por 1997, que era posible hacer un gran juego de acción en primera persona en consola, este género surgido en PC con Wolfestein y Doom, y tan ligado al uso del ratón y el teclado, se ha convertido en un habitual de las consolas domésticas, e incluso de las portátiles. Son frecuentes las conversiones de juegos de PC de éxito a consola, y títulos como Halo se han convertido en los juegos estrella de sus respectivas plataformas. Por eso, no extraña que en el lanzamiento de PlayStation 3 haya varios juegos en primera persona. Tras Resistance, uno de los juegos estrella, y Call of Duty 3, la necesaria versión del título de Activision, llega con unas semanas de retraso F.E.A.R., una conversión de un título de PC lanzado a finales del año 2005.
Inicialmente desarrollado por Monolith (No One Lives Forever), F.E.A.R. es un juego de acción en primera persona que, en principio, cumple con los cánones, con una jugabilidad más orientada hacia el combate táctico y sosegado que hacia el frenesí de juegos como Doom, pero que cuenta con la peculiaridad de estar muy marcado por una historia que, cosa rara en el género, trata de temas paranormales.
Nosotros somos un soldado novato de la First Encounter Assault Recon, una fuerza de operaciones especiales con unas siglas especialmente apropiadas para que protagonicen un videojuego de acción con toques de terror.
Nuestra misión inicial consiste en acabar con un hombre que se ha vuelto loco, y que forma parte de un proyecto experimental que le permite controlar, con la mente, a un ejército de supersoldados clónicos. Hasta ahí lo "normal", o al menos lo de ciencia ficción. Más allá de eso, y sin pretender estropear el misterio a nadie, F.E.A.R. tiene un componente paranormal que veremos a base de apariciones repentinas en la pantalla –flashes al estilo de lo contado en El Club de la Lucha-, secuencias cinemáticas desconcertantes y sucesos paranormales en el mayor sentido de la palabra, comenzando por cómo en el escenario, repentinamente, pasan cosas, como que algunas cajas se muevan, o se fundan bombillas, mientras el interfaz –munición, salud, etc- se difumina.
Este componente de historia paranormal, muy de juego Survival Horror, le da a F.E.A.R. un encanto especial como juego de acción en primera persona. A lo largo de estos años en el género nos hemos enfrentado a todo tipo de bichos, desde los carismáticos IMPs de Doom hasta toda la Alemania Nazi, pasando por los aliens gigantes de Duke Nukem, pero nunca un juego había tenido un componente de intriga, de tensión, un ambientación de misterio tan lograda. Eso, y una historia interesante, convierten a F.E.A.R. en un título muy a tener en cuenta.
El juego salió en PC en octubre de 2005, y a finales del pasado año para Xbox 360. Esta conversión a PlayStation 3 llega, por lo tanto, con cierto retraso, y lo peor no es solo que quizás muchos usuarios ya hayan jugado, sino que la adaptación a la consola de Sony, teóricamente superior a Xbox 360 y también a un PC de gama alta de finales de 2005, tiene un aspecto gráfico bastante poco logrado, como si fuese la versión PC vista en un equipo que no está al día. Gráficamente parece un juego de la generación anterior, ojo, un juego muy bueno de la generación anterior, pero no un título de PlayStation 3, especialmente si se compara con Resistance, o mismamente con la versión Xbox 360 de FEAR, mucho más vistosa visualmente. Un agravio comparativo en toda regla, y un punto negro en el expediente de Day One Studios, los autores de la conversión. Las caras, las texturas, las animaciones, son demasiado simples para esta nueva generación, y aunque el diseño de los escenarios y el de producción en general es bueno, a nivel gráfico probablemente sea uno de los peores títulos de la todavía flamante PS3.
Afortunadamente F.E.A.R. es mucho más que sus gráficos, ya que su apartado jugable sigue siendo fantástico. Los tiroteos con los enemigos son muy divertidos ya que éstos cuentan con una inteligencia artificial muy avanzada, y de hecho, como los oiremos hablar, podremos comprobar que hay una coherencia entre lo que deciden hacer como grupo, y lo que hacen para darnos caza. Los enemigos buscan cobertura, se agrupan e intentan rodearnos. Al buscarnos, lo hacen con astucia, y el juego permite que nos pierdan la pista para intentar sorprenderlos de nuevo. Evidentemente, dependiendo del nivel de dificultad serán más listos y certeros en el disparo, pero en nivel normal el juego presenta un desafío bastante interesante. Los botiquines abundan pero no tanto la munición, y si no la administramos bien, especialmente al comienzo del juego, nos encontraremos a veces disparando con las dos pistolas a los enemigos, mientras ellos nos machacan con ráfagas de ametralladora.
Un aspecto interesante es la cámara lenta, una especie de "tiempo bala" que tendremos a nuestra disposición casi en todo momento, durando la barra de energía unos segundos y regenerándose al cabo de poco tiempo. Este modo cámara lenta es tremendamente útil a lo largo de todo el juego, e incluso nos permite prescindir un poco de la dinámica de buscar cobertura y vaciar cargador, y hacer de vez en cuando "cargas" a cámara lenta contra los enemigos. Un detalle curioso de esto, aparte de la fantástica distorsión del sonido, es que al contrario que en el tiempo bala de Max Payne, la velocidad a la que dispararemos también será más lenta. La cámara lenta únicamente nos confiere más tiempo para apuntar –algo de agradecer considerando el control de consola- y para intentar evitar las balas de los enemigos que, como es de esperar, veremos venir –no lentamente, pero sí las veremos venir.
Como novedades en esta versión PlayStation 3, hay un modo de acción instantánea que únicamente se basa en el combate, en los escenarios que hayamos desbloqueados, contra una serie de enemigos que irán apareciendo. Aunque el añadido de este modo puede parecer intrascendente, resulta muy bienvenido, mostrando escenarios bastante lineales donde tendremos que acabar con todo lo que se mueve, sin mayor complicación, y contando con un gran arsenal a nuestra disposición. Aparte de este modo, el modo historia tiene un nivel adicional, con un arma nueva.
Aparte de un modo historia muy completo, F.E.A.R. cuenta con un multijugador con once mapas con los modos que son de esperar. Deathmatch todos contra todos, por equipos, eliminación –gana el último que quede- y capturar la bandera. Cuenta también con rankings mundiales donde podremos ver cómo vamos evolucionando y compararnos con otros jugadores. Es un modo bien implementado, con algunos niveles bastante buenos, y soporta hasta dieciséis jugadores. Sin dejar de resultar convencional, alarga la vida del juego.
Dejando de un lado el apartado gráfico, donde F.E.A.R. pincha, el sonido es sin duda uno de los puntos fuertes del juego. Aparte de unos buenos efectos de sonido y una música que ambienta muy bien la acción, cambiando según la situación, pero siempre con cierto toque misterioso y desconcertante, el juego cuenta con un fantástico doblaje al castellano y, sobre todo, con unas líneas de diálogo coherentes. Cuando decimos esto no solo nos referimos a lo que se habla en las secuencias cinemáticas de la historia, sino a la acción en sí. Las frases en pleno tiroteo de los enemigos o los aliados tienen coherencia con lo que hacen, con la situación en sí, algo poco común en el género –y en un videojuego.
F.E.A.R. para PlayStation 3 sigue siendo un muy buen juego de acción en primera persona, pese a su apartado técnico, por una parte algo desfasado y, por la otra, bastante mal adaptado, perdiendo gran calidad –especialmente en la resolución de las texturas- y no pareciendo un juego de nueva generación. Pasando esto por alto nos encontramos ante un muy buen juego de acción en primera persona, con una historia interesante y un gran diseño de los niveles, y una jugabilidad muy completa, desde la inteligencia artificial de los enemigos hasta las diferentes armas y técnicas que podemos usar. Quizás sea a nivel jugable el mejor shooter en primera persona de la consola, pero se queda atrás tanto en el modo multijugador como en los gráficos si se compara con los otros dos. Su punto fuerte es sin duda la historia, y la jugabilidad, por lo que los que busquen eso en un juego en primera persona, sin duda encontrarán en F.E.A.R. una fantástica compra.