Análisis de The Getaway (PS2)

Por fin llegó la hora, tras tres largos años de desarrollo podemos disfrutar de la obra cumbre de Team Soho. La historia que pesa sobre el juego es casi más larga y sustanciosa que el guión del mismo, pero dejémonos de preámbulos y vayamos al grano.
The Getaway nos presenta una historia tan real como cruda, que cae en muchos tópicos, pero es llevada con una versatilidad digna de mención. Intentaré haceros un resumen para no fastidiar parte del juego. En pleno Londres, Mark Hammond, ex-mafioso que acaba de salir de la cárcel y dueño de un night club, intenta retomar la relación con su mujer y su hijo. Pero uno de los importantes capos de la mafia londinense, Charlie Jolson, se cruza en su camino para convertirlo de nuevo en un mafioso que trabaje bajo sus órdenes. Para ello, manda a una panda de matones para secuestrar a lo poco que le queda a Mark. Su mujer acaba asesinada, y su hijo secuestrado. Por otro lado, el detective Frank Carter tiene como objetivo acabar con la vida de Jolson, y qué mejor manera de encontrarlo que seguir a Mark tras un encuentro fortuito. Olvidando a Carter de momento, comenzamos con una frenética persecución en coche protagonizada por Hammond y los secuestradores. De ahí en adelante, os adentráis en el juego más peliculero e inmersivo que existe. Pero no quiero chafaros nada.
El aspecto gráfico del juego es simplemente sublime. El resultado final no desmerece en absoluto de esas fotos que nos dejaron perplejos hace unos años. cuando todavía estábamos pendientes de la salida de juegos como Tekken Tag. El fotorealismo alcanzado en The Getaway llega a extremos enfermizos, y uno se para a pensar que recrear toda una metrópoli como Londres con ese nivel de detalle requiere de sobra los tres años desarrollo. Los coches cuentan con un diseño totalmente fiel a los modelos reales, y se ha cuidado de tal forma que los cristales sean transparentes y se pueda ver el salpicadero con detalle. La cifra de modelos, todos reales como he dicho, alcanza a 50, incluyendo los típicos autobuses y taxis ingleses. Los edificios son muy variados, y aparte de fachadas distintas, se pueden ver parques, monumentos, restaurantes, clubs, etc. Los personajes son bastante grandes y están muy bien animados. Los movimientos de los transeuntes se pueden contar con los dedos de una mano, pero al menos dejan entrever el buen uso de la captura de movimientos. Donde verdaderamente destaca dicha captura es en las cutscenes. Están representadas con el motor del juego, son detalladas y muy muy reales, os sorprenderá la animación facial, ya que es de los mejores trabajos hechos hasta la fecha. Los movimientos del prota en las fases a pie es bastante normalito, si bien no peca de la simplez de Max Payne o GTA 3 Vice City, se echa en falta algo parecido a lo exhibido en MGS 2. Sobran muchos movimientos como el de subir una escalera (más bien la forma en que lo hace), que desespera muchísimo.
Tiene fallos gráficos, y algunos son bastante bochornosos. La definición de algunas texturas es casi de Nintendo 64, y claro, al lado de una textura de una gran resolución destaca todavía más. Son casos aislados, eso sí, como algunos bajones de framerate bastante lógicos, ya que se producen cuando se junta en pantalla una hilera de más de 15 coches. Las animaciones como la ya nombrada de la escalera, más alguna como el sistema manual para apuntar deberían ser algo más rapidas y eficientes. Por lo demás, el apartado gráfico de The Getaway se coloca entre los 5 mejores de PlayStation 2, rivalizando con auténticas obras maestras de desarrolladores japoneses.
Entrando en materia sonora, si bien no se ha creado una banda sonora o se han comprado licencias importantes, el ambiente jazzero/peli de gangsters que crea cumple con creces. Hay melodías para cada ocasión, unas que te ponen en tensión, otras que te meten prisa, otras relajadas para los buenos momentos (bastante pocos, por cierto). No nos llamará la atención especialmente. Donde si se ha puesto todo el empeño ha sido en el apartado de voces y sonidos. Los sonidos de motor, derrapes, tiros, diferentes zonas de impacto y demás son simplemente perfectos. El doblaje, si me permitís la comparación, es equiparable e incluso personalmente lo prefiero al de Metal Gear Solid para PSX. Hay una cantidad de conversaciones increíble, todas suenan naturales, con el énfasis suficiente para hacerlas creíbles y peliculeras. Pero aparte de las aparecidas en las cutscenes, la variedad de frases que se pueden oir mientras recorremos la ciudad es bastante elogiable. Me gusta mucho el detalle de que, al repetir una misión porque no cumples los objetivos, las conversaciones que ya habías oído antes son cambiadas por unas nuevas, igual de elocuentes y manteniendo el mismo significado, así no se te meterá ninguna frase tipo "se ha chocado contra la barrera" en la cabeza. Advierto que el juego es para mayores de 18 años, motivado en parte por la violencia explícita que atesora todo el juego, pero sobre todo por el lenguaje "para adultos", que además es en perfecto castellano.
Jugablemente The Getaway ha sido tratado como una mezcla muy interesante entre GTA y Head Hunter, huyendo de la sarcástica violencia del primero y aumentando considerablemente la calidad del segundo.Las fases en coche copian por decirlo de alguna manera a GTA, aunque enseguida os daréis cuenta de que poco tiene que ver. La Londres virtual ha sido tratada de manera muy realista, os costará acelerar y adelantar con cualquier coche. Cobran importancia las señales de tráfico, de esta manera debéis respetar un ceda al paso si no queréis chocaros y dejar el coche casi inservible, y esperar en los tediosos semáforos para que la policía no sea alertada. Hablando de la policía y su IA, he de decir que me ha defraudado muchísimo, ya que en una persecución cuando te rebasan los dejas tirados con con un frenazo, ellos siempre derraparán y se cruzarán totalmente. Otra cosa molesta es el turbopropulsor que tienen sus ford fiesta, o eso parece, porque incluso llevando el coche más veloz de las triadas chinas, conseguirán ponerse a vuestro nivel e incluso permitirse el lujo de empujaros. En cuanto al control del coche, se nos hará durillo a las primeras de cambio, pero en cuanto cojamos velocidad y sobre todo experiencia, no os extrañaréis de ser unos fitipaldis capaces de esquivar coches en medio de un atasco. Es más real que en GTA, por si os sirve la comparación, y algo tosco en ocasiones.
Las fases a pie son otra historia totalmente distinta. Su control nos hace sentir algo torpes, y lo seguirá haciendo durante tres cuartos del juego. Hay una fase en concreto donde tenemos que esquivar lásers, entre la cámara y la tendencia del muñeco a girar para el sitio que no quería tuve que repetirla más de tres veces. Hay dos sistemas para apuntar, uno automático y otro manual. El automático es el que más usaremos, y sinceramente, no está nada mal, pero a veces si tenemos a un enemigo demasiado cerca o demasiado lejos, apuntará a una pared o dejará que le peguen, pero vamos, es muy rápido e intuitivo. El manual es otra historia, carece de mirilla y nos tendremos que guiar por el cañón de nuestro arma, eso sí, siempre que sea de una mano, porque con el Ak-47 la cabeza de nuestro querido Mark ocultará el cañón, el enemigo, y si se empeña la cámara acabaremos por hacer dibujitos en la pared. El principal problema radica en que no hay un giro de 180º, y al pulsar hacia abajo en el mando Mark puede girar para cualquier lado, o incluso caminar. De todas formas los tiroteos son de lo mejorcito que se ha visto en un juego del género. La IA de los enemigos nos echará una mano, pese a que de lejos tengan bastante puntería, de cerca suelen hacer oídos sordos a nuestros pasos, aunque los rocemos. Los movimientos de nuestro prota son bastante buenos, pero como dije antes hay algunos que sobran o deberían corregirse. Podemos disparar, agacharnos, pegarnos a la pared y ladear, agarrar por la espalda y retener al enemigo para posteriormente romperle el cuello o dispararles en la sien (suena cruel, y lo es), o pegar un golpe con la culata del arma. Algunas de estas animaciones son muy buenas y útiles a la hora de hacerlas jugables, pero otras como la nula velocidad con la que se sube por las escaleras, o el movimiento eterno del golpe con la culata del arma son bastante frustrantes.
En definitiva, The Getaway es un gran juego, uno de los mejores de estas navidades, engancha como ninguno y no cae en ninguna linealidad. Os cautivará por su argumento y por supuesto por sus gráficos y jugabilidad, pero con unos pequeños arreglos se habría convertido en una obra maestra y futuro clásico. Hasta que aparezca un disco de expansión o la segunda parte, seguro que os entretenéis lo suficiente a lo largo de las 24 misiones del juego, con el modo de juego extra que os ofrece la libertad para patearse toda la ciudad, o trabajando como taxista londinense.