Análisis de Resident Evil Outbreak (PS2)

No hace falta ser un entusiasta de este mundillo para saber dónde apareció la saga Resident Evil -una de las más conocidas por los jugadores- los términos que acuñó y hasta donde han llegado sus secuelas. La gran sorpresa saltó en el cambio de generación, cuando una versión del Code Verónica visitó PS2 con un adiós muy buenas. Nunca se volvería a saber más de la saga en dicha consola, o eso se podía esperar a tenor de la frase "La saga Resident Evil será exclusiva de Nintendo".

Shinji Mikami, el creador, hizo muchos amigos y otros tantos enemigos con está afirmación, es una pena que las promesas en el mundo de los juegos se las lleve el viento y los contratos últimamente solo se firmen con la condición de poder saltárselos. El caso es que no a mucho tardar Capcom anunció un nuevo juego de esta saga para PS2 pero sin saltarse la exclusividad.

¿Cómo? Pues ofreciendo un juego online sin historia que ofrezca otra visión de los sucesos acontecidos en Raccoon City, quizás muchos jugones se sientan agradecidos, la pena es que en esta ocasión únicamente sean los de Japón y EEUU.

Los nuevos viajeros del metro

Resident Evil: Outbreak, juego online que permite la cooperación de varios jugadores en la red se presenta en Europa sin su razón de ser, sin la posibilidad de jugarlo con otros componentes humanos. Sabíamos que en nuestros países la cosa no marchaba muy bien en este terreno, pero si podemos echar unas fantásticas carreras en Burnout 3 no sabemos por qué no podríamos hacer lo mismo con Resident Evil.

El caso es que la pelota se ha ido pasando de unos tejados a otros, unos dicen que la culpa es de Capcom, otros que de Sony, al final la culpa va a ser de la portera, el caso es que damnificado solo hay uno, el jugador que lo adquiere. Aquí no vamos a buscar culpables ni ofrecer una reivindicación en toda regla, simplemente vamos a valorar a este juego como lo que es, un juego incompleto, y que los jugadores decidan si merece la pena comprarlo, ya que no hay mejor reivindicación que no hacerlo.

¿Miedo a la oscuridad?

Hay un salto cualitativo del juego en su modo natural al modo offline, a pesar de que en los otros 2 grandes mercados pueden utilizar los 2 modos aquí hablaremos del lastre que supone jugar con uno solo. Lo primero que nos viene a la mente es qué tal se comportarán los personajes controlados por la consola, y resulta gratificante ver que son algo mas inteligentes de lo que cabria esperar, pero tampoco mucho. Mediante el stick derecho podremos solicitarles ayuda, pedirles que nos sigan, que se queden quietos, y todo lo visto siempre, pero eso no quiere decir que lo vayan a hacer, ya que si ellos necesitaron ayuda y no se la diste, o si no haces meritos para que se fíen de ti, irán a su bola.

Puede ser un arma de doble filo el pasar de tus compañeros, porque es horrible cuando quieres pasar corriendo de unos zombies y ellos prefieren liarse a guantazos con ellos con tuberías y cuchillos o gastarte las balas de la pistola y escopeta, que es peor todavía, haciendo irremediablemente que des la vuelta a ayudarles perdiendo un tiempo precioso. Pero por otro lado les podrás dar objetos con los que tú no puedas cargar o quitarles aquellos que tengan y te puedan interesar. Cuando te encuentres con un jefe final también les estarás agradecido. A pesar de ser bastante engorrosos. pueden resultarnos de mucha ayuda. Los bolsillos suponen un gran problema, porque solo disponemos del objeto característico y sitio para 4 objetos mas, supondría un reto si el sistema de intercambio fuese adecuado, pero como no lo es. el reto se convierte en lastre.

Mención especial merecen la entrega de los objetos que es totalmente desastrosa, con lo fácil que seria un intercambio directo cuando se acercasen. Hay que orientar al jugador hacia el lado que esta el compañero, esto no supondría tanto problema si el control no estuviese anclado en el pasado, algo así como 10 años, porque es lo mas cercano al Residente Evil de PS One que se ha visto nunca. Los personajes se mueven como si fuesen estatuas con piernas móviles, el hieratismo en toda su esencia permanece inalterable en otro desastroso guiño al extinto control característico de la saga.

En este juego no nos encontramos con una aventura al uso, no es una historia convencional y lineal con uno o dos personajes. El juego se compone de 5 escenarios que iremos desbloqueando progresivamente, con una duración comprendida entre 30 y 50 minutos. Los capítulos no son largos ni complicados, todo se ralentiza por los personajes que van a nuestro lado y porque los zombies no paran de hacernos la vida imposible. Al fin y al cabo es lo de siempre, recorrer unas cuantas habitaciones, encontrar un papel con unos números, con eso abrir una puerta, usas un objeto, llegas a otro sitio, vuelves a investigar, es siempre la misma cadena clásica de RE.

Acorralados

Un detalle muy positivo es que no tienen la misma estructura los 5 escenarios, en uno tendremos que adentrarnos en el laboratorio visto en RE2, en otro tendremos que ir escapando entre los edificios de una aciaga persecución que están llevando a cabo los zombies, siempre en lugares diferentes. Lo que más duele de todo es pensar lo increíblemente divertido que hubiese podido resultar de contar con su modo de juego natural, cooperando con otros jugadores reales.
Dependiendo del personaje que seleccionemos, puede cambiar alguna acción a realizar, y sobre todo nuestra manera de actuar ya que cada uno tendrá unas características particulares. Estos son los personajes seleccionables:

David: Es fontanero y, por lo tanto, el manitas del grupo. Podrá fabricar armas con su kit de herramientas.
Mark: Este pedazo de bicho es un guardia de seguridad bastante convincente. Es muy resistente a los ataques.
Jim: Es el típico empleado gracioso, en este caso de metro. Posee una moneda de la buena suerte, quizás por eso los zombies le ataquen mucho menos.
Alyssa: Periodista siempre en busca de la primicia, para ello posee unos ganzúas con las que no se le resiste cerradura alguna.
Cindy: Camarera en el J’s que ha hecho sus pinitos en la medicina porque es la única que puede curar a los demás. aunque no a si misma.
Yoko: Estudiante de rasgos orientales que con una mochila al hombro podrá llevar mas objetos que los demás personajes, cosa que es muy de agradecer.
Kevin: Policia guaperillas que siempre busca hacer lo correcto y se culpa a si mismo cuando algo sale mal. Empezará el juego ya con pistola.
Geroge: Este elegante personaje es un médico, y como tal podrá ingeniárselas para crear medicinas que frenen las infecciones.

Zombies en las calles

Si los zombies y demás monstruitos nos harán la vida imposible, hay algo que nos perseguirá hasta acabar con nosotros y será el virus. Empezamos el juego infectados y poco a poco se irá acercando al 100% con un resultado que podéis imaginar. El mayor problema es que cada vez que seamos mordidos la velocidad de propagación aumentara considerablemente hasta volver a asentarse al poco tiempo. Por suerte hay cápsulas que nos paralizaran el virus por un tiempo. A veces las misiones se terminarán a contrarreloj y echareis en falta el tiempo que desaprovechasteis dando paseos inútiles.

Hay algunas pequeñas novedades dentro de las características típicas de la saga. Se podrá golpear y embestir a los zombies sin necesidad de arma así como utilizar productos químicos para ser lanzados. Tampoco son detalles realmente sorprendentes pero lo primero si aporta un poco mas de variedad al típico recorte de cintura a los zombies al que estamos acostumbrados. La interactuacion ha aumentado levemente y podremos poner pequeños impedimentos para que los zombies sigan su camino, como clavar unos tablones en el marco de una puerta o quedarnos empujando detrás mientras nuestros compañeros se van adelantando en la huida.

Es difícil imaginar que vuelta de tuerca mas se podría dar alrededor de Raccon City porque los nexos temporales ya han explotado todos los rincones de la ciudad en todos los momentos posibles. La solución es no tener historia y embotellar un par de historietas en una ciudad que para ser tan pequeña ya ha dado mucho de sí. Seria realmente gracioso una parodia en la que en un lugar se encontrasen todos los personajes que se han pateado las calles de la ciudad, seguramente Capcom ya se lo ha planteado ante la falta de posibilidades.

El laboratorio donde empezó todo

Nos vuelve a sorprender la continuación en esos gráficos 3D que tan pocos veces se han prodigado en Resident Evil. A pesar de esto, el nivel de detalle es bastante alto y el modelo de los personajes es realmente bueno tanto en diseño como en número de polígonos. El modo de 60 hz se encuentra disponible para los que siempre lo echen en falta, es una pena que pase desapercibido ante la ausencia de otro modo que en esta ocasión ya ni nos molestaremos en mencionar.

No hay ralentizaciones, todo es muy estable y el acabado general sobresaliente en todos los aspectos. Las armas también tienen un diseño estupendo y destacan por su variedad sobre todo en lo correspondiente a las de cuerpo a cuerpo, a las cuales David el fontanero sabrá sacarles mucho partido. Hay pequeños defectos, como cuando subimos las escaleras o vamos reptando por el suelo, ya que parecerá que nuestros compañeros se introdujesen en el cuerpo de sus amigos, resulta gracioso especialmente subiendo las escaleras, os podéis imaginar por qué.

Huyendo por todos los medios

Magníficos, es uno de los apartados de los que nunca hay queja, aunque eso si, las voces están en perfecto ingles y aunque todo esta subtitulado, en principio hay muchas cosas que se escapan, como cuando nuestros compañeros nos contestan a la vez o están lejos. En general las melodías pasan desapercibidas por la tensión y el ritmo frenético del juego, y en parte porque solo están de apoyo, desapareciendo en numerosos momentos dejándonos solo con los sonidos de los zombies, nuestros pasos y los de nuestros compañeros. La introducción es capaz de dejarte sin habla. Asistimos a una presentación muy del estilo James Bond cambiando las chicas por células infectadas. Lo veremos todo bajo la mirada de una rata que se recorre las alcantarillas de Raccon city y podremos asistir a varios sucesos muy trabajados; en este aspecto, chapeau. En el mismo lado de la baraja están los monstruos, que seguirán siendo los de siempre y en parte se agradece junto con alguna sorpresa. Los zombies, hunters, polillas y alguna mezcla entre los tyrants y los grave diggers nos pondrán en algún que otro apuro. Ningún jugador debe sentirse traicionado al coger el juego porque ya debe saber lo que se va encontrar, un puedo ser y no quiero que deja la imagen de Capcom dañada de cara a los usuarios. No es un juego desastroso, resulta muy entretenido el desafío de escoger un personaje y con la ayuda de otros resolver situaciones embarazosas, pero realmente la sombra de la ausencia es demasiado alargada y empaña las virtudes de un modo offline que cumple con su cometido con nota, pero se queda en eso, en algo ya visto cien veces y totalmente trillado, solo que bien hecho.