Análisis de Beyond Good & Evil (PS2, PC)
Debo reconocer que de la tripleta mágica con la que Ubi Soft conquistó los pasados E3 y ECTS y pretende triunfar en las presentes Navidades (recordemos, el juego que nos ocupa junto al increíble Prince of Persia: The Sand of Time y el magnífico XIII), Beyond Good & Evil era el juego que menos me interesaba, quizá porque la versión probada en el ECTS de Londres no reflejaba demasiado la esencia del juego, o puede que porque no me había molestado en informarme acerca del juego en sí, que viene avalado por el padre de Rayman, y que a priori se presenta como una aventura típica de corte cinematográfico de las que tanto abundan en el catálogo actual de PS2, consola para la que, por cierto, es exclusivo (aunque solo temporalmente) el juego. Como ya hemos comentado, Michel Ancel, el creador de Rayman, está detrás de este juego, lo cual es garantía de calidad. Y cumple la calidad prometida con creces, siendo un digno alumno de la "escuela zéldica", puesto que presenta un desarrollo muy parecido a los últimos Zeldas aparecidos, aunque se centra bastante más en el argumento y su progresión. Pero mucho más allá de ser un juego que coge elementos de otro (ni que sea Zelda), Beyond Good & Evil se alza como una apasionante aventura, madura, con un gran argumento, un desarrollo espectacular, y una puesta en escena magnífica. Ubi, estás haciendo las cosas muy bien…
La historia que evoca Beyond Good & Evil (BG&E en adelante) destaca por su complejidad, y, especialmente, por su madurez. Acostumbrados a juegos en los que lo único que teníamos que hacer era salvar princesas, o directamente proteger el mundo, en BG&E nos veremos inmersos dentro de una conspiración, en un mundo en permanente guerra y en el cual quien aparenta ser el bueno de la película no está tan claro que lo sea. En este contexto, encarnamos a Jade, una atractiva muchacha de unos 20 años que trabaja como fotógrafa ‘freelance’ en Hillys, su país natal. Este lugar está en constante guerra con los DomZ, unos alienígenas que no se andan con rodeos. Las únicas defensas para los habitantes de Hillys son los escudos protectores y los escuadrones de elite llamados Secciones Alpha, que en principio son los encargados de velar por la seguridad del pueblo.
Sin embargo, Jade pronto se verá metida dentro de una conspiración tramada por IRIS, una organización secreta que quiere demostrar que las Secciones Alpha no son unos angelitos como quieren aparentar, sino que controlan ambas partes del conflicto y suelen secuestrar a los mismos habitantes de Hillys para experimentar con ellos o simplemente retenerlos. Para ello, IRIS otorgará una serie de misiones que Jade deberá cumplir para demostrar en los periódicos dichas suposiciones, con la ayuda de su inefable amigo gorrino Zerdi, que avanzará con ella durante toda la aventura y será una ayuda imprescindible, además de su cámara de fotos, que será el arma esencial a lo largo de toda la aventura y supone un golpe de originalidad y aire fresco que Ubi ha introducido muy acertadamente.
Las cosas no serán fáciles. La población en sí está dividida respecto a si confían en IRIS o en las Secciones Alpha, por lo que no es conveniente hablar con todo el mundo acerca de ello. La primera misión que deberemos afrontar será una especie de prueba para ingresar en IRIS, que superaremos con un 10 y que servirá para ver un poco de qué irá el juego desde ese momento en adelante. En esencia, como hemos comentado, se trata de una aventura por todo lo grande, que prioriza mucho la historia, pero donde también habrá muchos momentos de exploración, solución de pequeños y sencillos puzzles, y habituales combates en tiempo real con todo tipo de criaturas que nos acechen. Y de hacer fotos. Muchas fotos.
La cámara que Jade (nombre que los dobladores españoles lamentablemente pronuncian ‘tal cual’ adaptado a la fonética española, lo cual suena francamente mal) lleva siempre consigo es uno de los puntos en los que el juego destaca y se distingue de las demás aventuras. Con dos sencillos botones podremos enfocar y hacer todas las fotos que queramos, aunque lógicamente no será por el placer de fotografiar bellos paisajes (que también) por lo que dispondremos de ella. Será nuestra principal arma, puesto que somos fotógrafos y nuestra misión será desenmascarar la trama mafiosa de las Secciones Alpha. Al principio del juego se nos otorga una tarea que perdurará a lo largo de todo el desarrollo, y que consiste en fotografiar a todos los bichos vivientes que vayamos viendo por Hillys (que, creedme, serán muchos y de los más variado, todo un logro por parte del equipo desarrollador). Cada vez que hagamos una foto a una nueva criatura, la mandaremos directamente al laboratorio científico, y dependiendo de la rareza del espécimen nos darán más o menos dinero, que usaremos para más tarde comprar alimento (la energía de Jade y Zerdi) o elementos para nuestra lancha, además de subscripciones a periódicos y demás curiosidades. Hay otra ‘moneda’ que podemos usar en el juego, las perlas, que obtendremos derrotando enemigos o solucionando enigmas y que servirán para las tiendas que vayamos encontrando, destacando el taller de Mama, donde podremos obtener toda clase de impensables accesorios para Jade, Zerdi, y su vehículo.
Vehículo que, por cierto, resulta otro de los elementos más versátiles y que más dinamismo aportan al desarrollo. Surgido directamente del taller de Zerdi (quien, por si no lo habíamos dicho, es el encargado de cualquier problema mecánico o técnico que ocurra… el ‘manitas’, vamos), se trata de una especie de lancha a propulsión que además tiene la capacidad de disparar, como comprobaremos muy pronto en la aventura, cuando nos veamos envueltos en un ataque de los DomZ en pleno aire libre. Además, si como medio de transporte y arma no es suficiente, podremos usarlo para correr las carreras de la ciudad, en un principio fáciles pero que se irán complicando, que nos servirán para ganar perlas, y que realmente nada tienen que envidiar a los juegos de carreras futuristas por sí solos. Esto le aporta una enorme variedad al juego, unido al elemento fotográfico y a un desarrollo ya de por sí variado con aventura, acción y exploración. Qué bien, Ubi, qué bien…
El mundo de Hillys es también digno de mención. Muy al estilo de los fantásticos mundos de Zelda, nos encontramos con una serie de "zonas" (nuestro taller, la ciudad, las tiendas, los lugares donde deberemos actuar, etc.) conectados entre sí por una especie de mar, que debemos recorrer con nuestra lancha. Sin embargo, y a diferencia de Wind Waker, el trayecto entre los distintos lugares será de apenas algunos segundos, por lo que no se hará monótono en ningún momento, y podremos ayudarnos de la brújula, que nos indicará en qué dirección están los lugares más importantes a los que deberemos ir. Por lo que respecta a los habitantes de este mundo, son mayoritariamente humanos, pero encontramos que hay toda una fauna increíblemente variada y que constantemente se deja ver por Hillys. Algunos son inofensivos, otros amigos, y la mayoría de ellos enemigos que deberemos derrotar con la lanza de Jade, aunque todos ellos están logradísimos y dejan entrever un estupendo trabajo de creación y concepción por parte de los desarrolladores.
Nosotros tomamos el control de Jade, la atractiva fotógrafa de la que hablábamos antes. Huérfana debido a la guerra, de carácter fuerte y espíritu aventurero, veremos a Jade desenvolverse con mucha soltura en cualquier ámbito: ya sea el de investigar, el de explorar, el de saltar o el de luchar. Su control es sencillo pero intuitivo, con el ya clásico botón que dependiendo del contexto tendrá uno u otro uso. De esta forma, si lo pulsamos en un lugar donde Jade pueda agarrarse, ésta lo hará al instante. Porque sí, además de golpear con su bastón y lanzar un ataque mágico manteniendo pulsado el botón de ataque, Jade puede activar interruptores, agarrarse y escalar, sortear obstáculos,… lo dicho: una aventura en toda regla.
¿Y qué sería de una aventura sin el acompañante del (en este caso la) protagonista? Zerdi. No podíamos dejar de comentar a nuestro simpático gorrino que nos sacará las castañas del fuego en más de una y de dos ocasiones. Y es que a lo largo de la aventura, su presencia se hará determinante, puesto que el juego también presenta los puzzles que sin ambos personajes no podrían solucionarse (activar dos interruptores a la vez, etc.). Pero además será nuestro mecánico particular y experto en todo tipo de sortilegios, por lo que cada vez que haya que abrir una valla o arreglar algún aparato, allí estará él para hacerlo. No es que sea un gran luchador, pero además nos guiará muchas veces en la toma de decisiones que nos ayudarán a avanzar en el desarrollo de la historia. Y, por qué no decirlo, es de aquellos personajes a los que coges cariño, puesto que son capaces de darlo todo por su compañero.
Gráficamente el juego se antoja espectacular, aunque si bien estéticamente es magnífico, tiene un gran ‘pero’, y éste es básicamente el framerate. Los escenarios son amplios, con un alto grado de detalle, y como ya hemos dicho una estética muy cuidada y acertada en todo momento, pero en bastantes ocasiones (y quizá debido a su inmensidad), el framerate se resiente de forma notable. Como en mucha ocasiones, esto apenas repercute en la jugabilidad del juego, que es lo que al fin y al cabo importa, pero puede llegar a cansar al jugador, y rebaja algunas décimas lo que podría ser un apartado gráfico soberbio. Las animaciones de personas y enemigos están increíblemente trabajadas: Jade y Zerdi pueden hacer de todo, y sus enemigos se moverán de una forma muy realista (si los alienígenas nos atacaran, claro). Los lugares por los que pasaremos van desde unas imponentes minas abandonadas hasta una bulliciosa ciudad, pasando por escenarios submarinos o fábricas abandonadas. Todas ellas con una ambientación escalofriante, seguramente reforzada por la impresionante banda sonora que nos acompaña. No se trata de grandes espacios abiertos, sino que más bien de inmensos espacios cerrados. Pero aún así son impresionantes. Lástima del framerate…
Es en el terreno sonoro en el que el juego puede calificarse de sublime. Gran parte de la ‘culpa’ reside en la música y en el doblaje, ambos magníficos y el segundo de ellos en perfecto castellano. Las melodías son en general exóticas y se adaptan a la situación: si estamos en una concurrida ciudad serán más animada, y si estamos investigando alguna cosa se tornará más oscura y misteriosa. Nos estremeceremos al sentir el silencio cargado de tensión de las minas abandonadas, o las notas de piano que nos mantendrán alerta en todo momento. Es algo difícil de describir con palabras. En el caso del doblaje, éste es perfecto: las voces se adaptan perfectamente a los personajes, y éstas han sido escogidas muy acertadamente. Y lo cierto es que, para ser sinceros, los actores lo bordan.
Y no podemos acabar sin mentar las escenas de video, auténticos prodigios de la técnica y del saber contar historias. Son todas ellas generadas con el motor del juego, y realmente explican magníficamente la historia, harán emocionarnos con sus giros argumentales y la ‘interpretación’ de Jade nos dejará conmovidos. Resulta difícil que una historia enganche tanto, pero gracias a la ayuda del doblaje y a la destreza de Ubi al desarrollar la trama, en pocos minutos nos convertiremos en activos militantes de IRIS, cuya conspiración depende de nuestras fotos y de nuestra valentía como aventurera. Seguramente nosotros seamos su única salida…
¿La pena? Que como muchos juegos actuales, su duración es relativamente escasa. Esto es debido a que la dificultad del juego no es muy elevada, pero el caso es que la primera vez que lo juguemos durará alrededor de 12 o 15 horas, dependiendo de nuestra habilidad y de nuestra disposición (podemos optar por ir al grano o bien por explorar todos los entresijos del juego, lo cual sin duda es de lo más recomendable puesto que se han pulido detalles increíbles). Todo lo demás, salvo las molestas ralentizaciones y las barras negras que adornan las partes superior e inferior de la pantalla (en este sentido tirón de orejas para Ubi por la conversión), denota un gran mimo y mucha dedicación. Y realmente merece la pena, porque es un juego que disfrutas de verdad, pues tiene las dosis perfectas de historia interesante, jugabilidad ajustada, gráficos y música de bandera, y unos personajes entrañables. Y doblado al castellano. Sin duda, una agradable sorpresa que cualquier seguidor que se precie de las aventuras debería probar. Y que no tenga la duración en cuenta, pues mientras dura, Beyond Good & Evil es un intenso torbellino de buen hacer, de intriga y de enorme diversión. Bien hecho, Ubi…