Análisis The Invincible, una interesante aventura de ciencia ficción retrofuturista que no consigue alcanzar las estrellas (PC, PS5, Xbox Series X/S)
El mundo del cine y la televisión nos tiene más que acostumbrados a disfrutar de películas y series basadas en novelas, pero en videojuegos sigue siendo extraño encontrarnos un título que parta de un libro como su principal fuente de inspiración. E incluso cuando así es, la adaptación se suele realizar tomando como base algún film que ya se haya encargado de llevar sus páginas al terreno audiovisual. Por ello, cuando aparecen títulos como The Invincible, resulta inevitable que, como mínimo, despierten nuestra curiosidad, incluso aunque el resultado final no acabe siendo todo lo satisfactorio que nos hubiese gustado, como es el caso que hoy nos ocupa con esta nueva producción de Starward Industries.
Una interesante historia para fans de la ciencia ficción
Como muchos sabréis si habéis leído El Invencible, el clásico de ciencia ficción escrito por Stanisław Lem, no estamos, ni mucho menos, ante una obra fácil de adaptar, más bien al contrario. No en vano, se trata de un libro que aborda el género con un enfoque muy puro, huyendo generalmente de la acción para abordar interesantísimas cuestiones filosóficas.
Por ello, su equipo de desarrollo ha decidido huir de las modas de la industria para ofrecernos un walking simulator basado en la obra de Lem. Es decir, The Invincible es un videojuego que lo apuesta todo por la narrativa, por lo que apenas hay mecánicas jugables, no vais a poder morir y no existe ningún tipo de desafío. Todo lo que vais a hacer aquí es andar mientras disfrutáis de una ambientación fantástica y de una historia que atrapa desde el principio hasta el final, trasteáis con algunos artilugios y buscáis la forma de orientaros para llegar a determinados lugares.
Una decisión que nos ha parecido muy inteligente es que el título no adapta el guion de la novela, sino que sirve como precuela a la misma, lo que ha permitido al estudio crear un nuevo relato que, eso sí, encaja de lujo con lo escrito en el libro, hace muchos paralelismos y trata los mismos temas. Así pues, encarnaremos a la doctora Yasna, una bióloga que forma parte de un grupo de exploración espacial que despierta en un extraño planeta sin ser capaz de recordar nada. Completamente perdida, incomunicada y sin saber dónde está el resto de su tripulación, comienza un viaje repleto de peligros, misterios y grandes descubrimientos que, sin ser perfecto, nos ha gustado a nivel narrativo.
No queremos dar muchos detalles para no arruinaros el que es el gran pilar de la aventura, pero os podemos asegurar que Yasna es una protagonista muy bien escrita, que se hace querer y con la que resulta fácil empatizar, algo a lo que debemos sumarle una trama que sabe construir muy bien la intriga, conversaciones interesantísimas sobre temas que os van a apasionar a poco que os guste la ciencia ficción y algunas que otras sorpresas.
Eso sí, tiene un ritmo lentísimo, lo que no sería necesariamente malo si no fuese por el hecho de que hay partes muy redundantes que parecen estiradas de forma artificial e impiden que la historia fluya todo lo bien que debería. Tampoco se libra de una segunda mitad muy predecible que pierde parte de su encanto e introduce cierto elemento en la trama con el que no hemos terminado de conectar, así como un tramo final resuelto de manera apresurada que cae de un modo un tanto burdo en la sobreexposición de conceptos para asegurarse de que hemos entendido el mensaje del juego y que vamos a tomar nuestra decisión final siendo plenamente conscientes de lo que hacemos.
En lo puramente jugable, no hay mucho que comentar más allá de encontrarnos ante un título de carácter lineal en el que debemos avanzar por una serie de escenarios mientras disfrutamos de las espectaculares vistas que este mundo alienígena nos regala, decidimos nuestras respuestas durante los diálogos que van teniendo lugar durante nuestras caminatas, usamos algún que otro gadget y buscamos la ruta por la que debemos seguir. A veces hay alguna que otra cosa parecida a un puzle e incluso hay una parte que podríamos llegar a definir como acción, pero son tan extremadamente simples y están ejecutadas de una forma tan pobre que acaban quedando en una mera anécdota.
Algo que hay que tener en cuenta es que Yasna es una humana normal y corriente, algo que se ha querido representar monstrándonos las dificultades que tiene para moverse por los entornos. Cualquier pequeño desnivel que intentemos escalar le supone un esfuerzo, se cansa tras correr durante unos poquísimos segundos y no son pocos los momentos en los que debe pararse a tomar aliento. Esto acaba derivando en que la navegación por los escenarios se hace extremadamente lenta y pesada, algo que en un juego que precisamente va de andar, puede acabar por frustrar, más incluso si tenemos en cuenta lo poco intuitivos que son los escenarios como tal, lo que suele propiciar pateadas innecesarias de más que rompen el ritmo de la narrativa.
Quizá los momentos más interesantes a nivel jugable sean aquellos en los que debemos usar algunos gadgets para orientarnos. No es que sean ninguna maravilla y, por lo general, son bastante simples, pero ayudan a romper la monotonía general del resto del juego y nos permiten tener un papel más activo. Llegar hasta el final es algo que nos ha llevado cerca de 8 horas, una duración que, la verdad, ha conseguido que el juego se nos haya hecho muy largo, por lo que quizá no le habría venido mal ser más conciso y breve.
Una buena dirección de arte
A nivel gráfico no estamos ante ningún portento técnico, pero si hay algo que no podemos negar es que cuenta con una dirección de arte realmente buena que nos ha sumergido por completo en su mundo. Hay escenarios bellísimos, estampas sobrecogedoras, el diseño de todos los elementos tecnológicos con el aspecto retro que se les ha dado es irresistible y, en general, es un juego que entra fácilmente por los ojos y ayuda a reforzar la inmersión, incluso si las texturas no son las mejores o los modelados de los personajes podrían dar para más.
El sonido también nos regala una buena banda sonora de corte ambiental que refuerza mucho la sensación de estar en un planeta desconocido repleto de misterios, los efectos se limitan a cumplir y el doblaje en inglés, con subtítulos en español, hace gala de unas buenas interpretaciones. Eso sí, hay problemas con la mezcla de audio y el volumen de las voces varía demasiado, impidiendo muchas veces que podamos escuchar con claridad algunas conversaciones.
Conclusiones
The Invincible es un walking simulator que rinde un buen tributo a la obra de Stanisław Lem gracias a una historia interesante que se atreve a tratar cuestiones filosóficas, a una protagonista con carisma y a una ambientación de ciencia ficción fascinante. Lamentablemente, este buen hacer acaba quedando lastrado por un desarrollo extremadamente lento, en ocasiones frustrante y que no es capaz de ofrecernos algo mínimamente estimulante como jugadores, con partes demasiado estiradas y mecánicas que rara vez suman al conjunto. Aun así, no es un mal juego y si os apasiona el género en su concepción más pura, la novela original en la que se basa y os apetece una experiencia pausada y alejada del frenetismo y el espectáculo que suele reinar en la industria, aquí encontraréis una compra que quizá queráis tener en cuenta.
Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha ofrecido Evolve PR.