Análisis de Pariah (PC)

La primera imagen que una persona se crea de Pariah va ligada sin duda alguna a la mencionada saga Unreal, tanto en los de un jugador como en los Tournament o los Championship, por lo que las expectativas creadas no son pocas. La editora en este caso, "Groove", desconocida para todos, es otra incógnita. Sin duda alguna estamos ante un juego un tanto especial, seguro que tenéis dudas por saber como se habrán adaptado los creadores de una de las sagas mas conocidas a otra (ya está planificada la segunda parte) donde no hay un nombre que ni garantice ventas ni aplausos gratuitos por parte de muchos periodistas.

La cosa no pinta mal cuando nos llega la información de que el argumento se ha tratado con una importancia sobremanera para ser un shooter al uso, ya que el juego es pura acción, olvidaros de puzzles, plataformas o cualquier otro soporte evasivo de tanto disparo, Pariah es un juego de casquillos al suelo de principio a fin.

El medico al que damos vida, Jack Manson, el cual ha ido a menos, por llamarlo de alguna manera, ahora se encuentra ninguneado haciendo de transportista interespacial, cuanto menos es chocante pensar qué hace un medico haciendo dichos trabajitos por lo que se puede ver rápidamente que hay gato encerrado, y más aun viendo lo bien que se desenvuelve con las armas.

El juego arranca cuando tenemos que transportar a una chica que está infectada de un virus peligroso a la par que desconocido, aunque nada mas dar comienzo el juego parece que no lo es tanto. Nuestra nave es abatida y caemos en la tierra donde la chica que estaba criogenizada de repente está apuntándonos con un arma, hasta que un compañero le dispara en el brazo salpicándonos de su "inestable flujo sanguíneo" y dejándonos en una tesitura bastante complicada ya que ahora nosotros también estamos contagiados. Las cosas se ponen más feas todavía cuando secuestran a la chica y matan a nuestro compañero, además a todo este "percal" que tenemos montado hay que unirle que va a estallar una bomba atómica en pocas horas, encima hay que andarse con prisas.

Todo lo que queda por delante es una aventura futurista con un guión típico pero que le queda incluso pequeño a un juego tan derrochador de gatillo como es Pariah, si a esto le unimos que habían prometido un guión de Hollywood es una pena que pensásemos en Minority Report porque se acerca mucho mas a cualquier película que echan los sábados de tarde por no quemarlas directamente. El guión no es que sea una patraña pero hay que aclarar que no es lícito jugar con lo que se promete de un juego y no cumplirlo ni por asomo. Lo peor de todo es que la secuencias cinemáticas tampoco son dignas de mención, en general aprobado raspado en todo este conjunto.

Nos encontramos con que Pariah es en parte un juego inacabado, y si no es así han pasado muchos detalles por alto, tal vez para cuidar otros que han creído mas importantes. Los efectos de luz son bastante buenos, en un escenario con luces y sombras podremos ver cómo cambia en tiempo real la luz sobre nuestra arma, pero hay otras cosas que no se pueden comprender, como los modelados de los personajes. Parece increíble que con todos los detalles al máximo nos encontremos con unas caras planas, carentes de vida y que se les ve muy poca miga, si a esto le sumamos que después de ver a Alyx en Half life 2 hay que subir varios escalones en este aspecto llegamos a la conclusión de que no han querido o no han tenido tiempo de poner todos los detalles a la altura de las circunstancias.

Esto en cuanto a las caras por si mismas, si hablamos de las animaciones faciales diremos que están tremendamente anticuadas y que la sincronización con el doblaje en algunos momentos es realmente mala, lo que extraña es que en momentos concretos si sea correcto. Tocando el tema del doblaje diremos que esta en perfecto castellano y con un nivel muy alto, incluso para los que únicamente tienen dos líneas de dialogo se ha trabajado de la mejor manera.

El diseño de las armas parece haber sido encargado a un grupo paralelo al de los personajes, pues éstas realmente si que destacan por su excelente acabado e iluminación, donde la imitación de metal –que no reflejos- y su creíble diseño son una de las muchas incógnitas que esconde el juego. Empezaremos con un arma bastante desproporcionada y durante el juego tendremos variedad de diseños con los que deleitar y despachar a todo el que se ponga delante de nuestras narices. De vez en cuando podremos hacer uso de torretas para dar cuenta de manera extraordinaria o subirnos a un cochecito bastante parecido a los vistos en "Halo" con los mismos asientos para piloto y artillero.

Para rematar la faena comentaros como Digital Extremes ha optado por el sistema checkpoint – con el cual solo se guardará la partida cuando al juego le apetezca- brindándonos la oportunidad de jugar al lanzamiento de ratón contra tft al provocar momentos de crispación a medida que nos acercamos hacia el final. Tal vez esta decisión se haya tomado en base a la duración del juego que podría calificarse de escasa sin ningún tipo de paliativo. Igual que hemos mencionado anteriormente que el juego parece inacabado nos reiteramos en ello en este aspecto. Mientras que hay lugares que podremos destruir en tiempo real saltando todo por los aires- normalmente donde se esconden los guardias- luego resulta que hay una silla tirada en el suelo y ya podemos saltarla porque no se va a mover pongáis como os pongáis. Este aspecto repercute negativamente porque le resta credibilidad al juego. Donde si está presente el motor físico hay que decir que los resultados son magníficos, y las explosiones de los coches o de las superficies que tengan la mala suerte de estar cerca del lanzagranadas o el lanzacohetes son impactantes, algo es algo. Por momentos estaremos ante una de las inteligencias ratifícales mas asombrosas donde los enemigos se repliegan obligándonos a nosotros a avanzar y cubriéndose unos a otros de manera magistral. En otros momentos cuando se juntan 2 y se dispara uno a otro el juego nos deleita con un doblaje gracioso que dice "a mi no", pero eso no queda en esa anécdota graciosa sino que a veces nos disparan granadas cuando estamos a un metro inmolándose ellos en su quehacer, lo que nos hace dudar de su inteligencia pudiendo pasar a golpearnos cuerpo a cuerpo.

A medida que avanzamos en el análisis comprobamos que no hay ningún apartado donde no haya características positivas sin otras tantas negativas. Sobre los modos de juego podemos decir que su versión de modo historia tendremos que la trama principal pueda durarnos alrededor de unas 9 horas –o mas según el nivel de dificultad- y un multiplayer con los modos de juego calcados de cómo no el gran Unreal Tournament que alargará la vida lo suficiente como para poder olvidarnos bastante del mondo individual.

El juego se muestra muy preciso en cuanto al motor gráfico se refiere, no es muy exigente aunque bastante más de las milagrosas optimizaciones a las que estamos acostumbrados en los Unreal Tournament. A la fluidez hay que sumarle unas texturas muy detalladas en unas zonas y otras bastante precarias en otras. Aquí se vuelve a apreciar esa falta de tiempo, se ha cuidado con mimo unos escenarios como la primera fortaleza del juego y dejando a medias -por decirlo de algún modo- zonas de selva, donde veremos arbustos que palidecen ante juegos del año pasado como Far Cry.

El agua es otro elemento que se muestra un tanto raquítico para lo que se podría esperar. Con 1 GB de ram y una x600 ó 6600 podremos jugar sin problemas al máximo y si subimos a las x700 ó 6600 gt podremos hacer tanto uso como queramos de filtros porque no lo notaremos en absoluto, mas que nada porque el juego tampoco tendría porque notarlo. En este aspecto Pariah nos vuelve a dejar al 50%.

Hay que ser realistas y tal vez estemos influenciados por las expectativas creadas que se traducen más fácilmente en desilusión que si fuese un juego desconocido. Ciertamente Pariah tiene momentos intensos y trepidantes que mantienen pegado al jugador a la pantalla, pero no por ello podemos dejar de achacarle varios fallos que no deberían estar presentes en un juego de esta magnitud. Divertido pero simple, un juego estupendo para los jugadores casuales, pero los que tengan los dedos pegados al ratón de jugar a shooters tal vez les resulte un tanto "insípido" por no decir algo más contundente.