Análisis de Lethal League (PC)
Por suerte o por desgracia –más bien por suerte–, un trabajo como éste implica estar probando juegos constantemente, y no siempre tenemos todo el tiempo que nosotros quisiéramos tener para jugar a lo que nos apetezca. Así, es raro que uno de los títulos a los que jugamos por trabajo se acabe apoderando de nuestros ratos libres, pero Lethal League lo ha conseguido, y con creces.
A pelotazo limpio
Lethal League es lo que podíamos llamar un brawler, un juego de lucha inspirado en cierto modo por las mecánicas popularizadas por Super Smash Bros., pero también por los arcades clásicos de lucha 2D. En él se enfrentan hasta cuatro personajes, aunque la experiencia es divertida incluso sólo con dos. Los escenarios, además, son cerrados, por lo que podremos utilizar las paredes y el techo a nuestro favor mientras evitamos que juegue a nuestra contra.
Claro que, se nos olvidaba un importantísimo detalle. En Lethal League no hay estilos de lucha y decenas de golpes, sino apenas un par de movimientos y los especiales de cada personaje, que se realizan encadenando golpes. ¿Golpes a qué? Pues a una pelota, que será el elemento con el que tendremos que impactar a nuestros rivales. Imaginad el balón prisionero, con un desarrollo lateral y sin poder "agarrar" la pelota, sólo golpeándola para que ésta aumente su velocidad hasta límites insospechados, momentos en los que, dicho sea de paso, la diversión se multiplica.
Sobra decir que la esencia se basa en golpear al rival con la pelota y no ser golpeados, utilizando los diferentes movimientos. Los cinco personajes jugables comparten todos los movimientos básicos –saltar, golpear, y amortiguar el golpe–, aunque todos tienen diferentes habilidades en el salto y a la hora de interactuar con las paredes, así como diferentes movimientos especiales. Lo más acertado del juego es que los golpes aéreos imprimen mayor velocidad a la pelota, por lo que tendremos mayores posibilidades de impactar en nuestros rivales desde el aire, evitando tediosos peloteos a ras de suelo.
Lo breve y bueno, ¿dos veces bueno?
A pesar de lo mucho que nos ha gustado Lethal League, no podemos negar que se nos ha quedado muy, muy corto de contenidos, sobre todo para ser un juego de lucha. Tan sólo cinco personajes y cinco escenarios que pensamos que se podrían haber ampliado sensiblemente, y más cuando, como decimos, los movimientos básicos de cada uno son prácticamente idénticos. De todos modos, cada personaje cuenta con sus diferencias que lo distinguen y que, suponemos, acabarán dándole una razón a cada usuario para decantarse por uno o por otro.
Estas similitudes hace que el juego esté tremendamente equilibrado, y que no haya ningún personaje que destaque por encima del otro. Además, su control es sencillísimo, y aunque aprender a dominar la "amortiguación" de la pelota para enlazar movimientos llevará tiempo, cualquiera que no haya jugado nunca tiene la posibilidad de ganar después de unas cuantas partidas. Quizás esto es lo que lo hace tan tremendamente adictivo, que es fácil de jugar, que te anima constantemente a mejorar, y que cualquiera puede disfrutarlo apenas tenga un poco de control sobre el mando.
Los modos también son los justos. Un desafío, estilo "Modo Arcade" clásico para enfrentarnos a rivales controlados por la inteligencia artificial, y multijugador tanto online como offline, jugando de manera individual o por equipos. Honestamente, no podemos afirmar nada al respecto del juego a través de internet, ya que no hemos podido probarlo al analizarlo antes de que se publicase. Eso sí, prometen que gracias a la tecnología GGPO podremos disfrutarlo sin problemas. Obviamente, jugando de manera local es un gustazo, preferiblemente con amigos, pero si no con una inteligencia artificial de lo más competente.
Aspectos audiovisuales
Lethal League apuesta por una estética retro, pero lejos de los píxeles gigantescos sin sentido. De hecho, como ya comentamos en nuestras impresiones del juego, tenemos la sensación de que en realidad los personajes son modelos poligonales con cell-shading y sin antialiasing a propósito, animados como si de sprites tradicionales se tratasen. Los escenarios sí que son 2D de toda la vida.
El juego tiene un estilo artístico muy personal y que nos ha gustado bastante, algo a medio camino entre lo futurista y lo postapocalíptico, con personajes de lo más variopintos: un comecocos con cuerpo, un cocodrilo bípedo robot, un robot skater, un chico armado con un bate de béisbol y una especie de bruja futurista con un mazo gigante. A todo esto se suman melodías electrónicas muy en la línea del diseño artístico del juego, aunque tenemos sólo una por escenario –es decir, cinco– y pueden llegar a quemar.
Escaso de contenido, sobrado de diversión
Ya lo dijimos en nuestras impresiones: "Lethal League es un juego que vuelve a la sencillez de los clásicos, un concepto que pensamos que podría haber triunfado en las recreativas de antaño, y que al menos se merece nuestra atención en el hoy en día superpoblado mundo de los videojuegos". Claro que no pensábamos que iba a quedarse tan justito de contenido. La verdad es que duplicando –o mejor, triplicando– los personajes y escenarios sería prácticamente un imprescindible para los que disfruten con este tipo de juegos.
Realmente, queremos que seáis conscientes de lo limitado que se ve en este aspecto para que no os llevéis disgustos, ya que aparte de eso el juego es divertidísimo. Llevamos dos meses jugándolo regularmente con amigos en casa, y nos lo seguimos pasando tan bien como el primer día. Es adictivo, accesible y con una profundidad bastante sutil que poco a poco iremos aprendiendo a aprovechar. Lo cierto es que si Lethal League encaja en vuestros gustos, y podéis perdonarle lo limitado de su plantel, creemos que no os arrepentiréis de su compra.