Análisis Baldur’s Gate 3: Un nuevo referente para el rol occidental (PC, Xbox Series X/S)

La saga Baldur’s Gate es historia viva de los juegos de rol en general y del rol occidental en particular. El lanzamiento de su primera entrega en 1998 supuso un punto de inflexión para los que amábamos el rol no solo en los videojuegos, sino también alrededor de una mesa llena de papeles, dados, lápices, gomas de borrar y una pantalla de Director de juego, mesa que a su vez estaba rodeada de unos cuantos amigos que con su imaginación e interpretación eran capaces de viajar mentalmente a otros universos para vivir un montón de aventuras.

Esa primera entrega, para su época, consiguió captar lo que eran las reglas de Advanced Dungeons & Dragons (el juego de rol de mesa más importante de la historia) a la perfección para hacernos disfrutar de una fusión entre el rol real y virtual muy inspirada que no hizo más que mejorar con la segunda entrega, Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn, publicada en el año 2000 (a la que siguió la expansión Throne of Bhaal en 2001), recordada por muchos como el mejor juego de rol occidental junto a PlanScape Torment.

Tras el lanzamiento de esa segunda entrega y de su expansión nos pasamos demasiados años sin tener noticias de la saga principal (la subsaga Dark Alliance era buena pero no tenía absolutamente nada que ver con la esencia de Baldur’s Gate) más allá de unos tímidos relanzamientos de los dos videojuegos anteriormente mencionados en 2012 y 2013 con unas ediciones mejoradas.

Sin embargo, todo cambió el 6 de junio del 2019 ya que durante el evento Stadia Connect en el que Google nos presentó sus servicio de juego en la nube (que luego resultó ser un fracaso) se nos mostró también el primer tráiler de Baldur’s Gate 3, un título que en aquel momento planeaba devolver la vida a la saga y del que se ha encargado Larian Studios, una desarrolladora belga que se ganó un hueco entre los roleros con la saga Divinity y que tenía la difícil tarea de resucitar a una de las licencias más queridas por los veteranos del rol.

Al año siguiente llegó el acceso anticipado de Baldur’s Gate 3 a Steam con el primer acto de la historia principal del juego y, desde ese momento Larian comenzó a recoger los comentarios de la comunidad para mejorar la calidad de su obra a la par que desarrollaban el resto del proyecto que finalmente se acabó lanzando para nuestros ordenadores el pasado 3 de agosto (en septiembre llegará también a PS5 y más adelante a XSX/S), convirtiéndose inmediatamente en un éxito de masas, ascendiendo a la élite de Steam como uno de los 10 videojuegos con más jugadores simultáneos de la historia y causando una gran sensación no solo entre los que somos más veteranos con el rol o entre los aficionados de Dungeons & Dragons, sino también entre una nueva oleada de jugadores que se han dejado atrapar por la magia de Faerûn y por la calidad de un juego único.

Durante las próximas líneas vamos a hablaros de lo que ha sido nuestra experiencia con Baldur’s Gate 3 en un viaje único, en una obra que no es perfecta, pero que sienta las bases de una nueva época dorada para el rol occidental que va a tener en la obra de Larian un referente para explotar y mejorar el género durante los próximos años.

Una aventura muy bien hilada a nivel narrativo

Como casi siempre le gusta hacer al que os escribe en este momento, vamos a comenzar hablando por la parte de la narrativa o la trama. Como siempre vamos a hablar más de sensaciones y de conceptos generales que de lo que es la propia trama en si de Baldur’s Gate 3 que a estas alturas muchos ya habréis descubierto pero, por si tenéis dudas, si queréis podéis pasar a los siguientes párrafos de este análisis si no queréis ni el más mínimo destripe, sobre todo si no habéis empezado a jugarlo.

Como ya la mayoría sabéis, la aventura comienza con nuestro personaje y algunos posibles aliados atrapados en una extraña nave controlada por los azotamentes, unos peligrosos seres con la ambición de controlar todo lo que esté al alcance de su mano y que comienzan infectándonos con unos feísimos gusanos con el objetivo de transformarnos en sus esclavos bajo el control de una suerte de mente colmena para conseguir crear un ejército y dominar los Reinos.

Tras escapar de la nave comenzará una aventura que nos llevó a recorrer algunos de los puntos más emblemáticos de Faerûn mientras descubrimos los secretos que rodean ese gusano que tenemos en nuestra cabeza, la amenaza que se cierne sobre este fantástico mundo y también las tramas alrededor de los personajes que nos acompañan en esta aventura, que son protagonistas de igual a igual con el principal.

En líneas generales durante toda la partida el ritmo narrativo es bastante bueno, en todo momento ha mantenido el interés y nos ha hecho seguir avanzando, dando respuesta a nuestras preguntas y generando otras nuevas para captar nuestra atención hasta la parte final de la partida en un viaje de más de 75 horas solo para el contenido principal que no se nos ha hecho largo ni pesado (algo que puede resultar fácil en ciertos tramos juegos tan largos) en ningún momento y que trata como jugadores adultos que tienen que hacerse responsable de sus decisiones y comportamiento en Faerûn.

Eso sí, aunque la historia nos ha parecido muy buena e interesante en casi todo momento, tiene tantos grandes momentos que encantarán tanto a los nuevos jugadores como a los amantes de D&D o de la saga, como también pequeños fallos narrativos en ciertos puntos, pero son tan pequeños que se pueden dejar de lado en beneficio de todo lo que nos ofrece la aventura de Larian que no es poco, precisamente.

Un respeto increíble por sus orígenes que te hace sentir dentro de una partida de rol

Ya lo comentamos en nuestro texto en el que os hablamos de las primeras horas que habíamos vivido con la versión final de Baldur’s Gate 3 y queremos remarcarlo también en el análisis, porque el juego de Larian hace todo lo posible para respetar sus orígenes (las reglas de Dungeons & Dragons 5ª Edición) y para hacernos sentir que estamos dentro de una auténtica partida de rol.

Desde el apartado de creación de personajes o su progresión a las tiradas de habilidad, pasando por el comportamiento de nuestros personajes, el combate, la detección de trampas, y un montón de mecánicas presentes en el juego, todo tiene un toque y una adaptación casi perfecta de las reglas de D&D llevadas al mundo de los videojuegos.

Además, las mecánicas se van introduciendo de tal forma que es un título que a pesar de su profundidad están siendo capaces de disfrutar tanto novatos que desconocen las reglas básicas del juego como logra que incluso los veteranos aprendan o descubran nuevas cosas de D&D que siempre han estado ahí pero que quizás desconocía.

Larian tiene todo en cuenta, incluso lo que os parezca más insólito. Por ejemplo, nosotros hemos jugado nuestra campaña principal con un mago especialista en encantamiento y con un trasfondo de charlatán para intentar evitar en la medida de lo posible evitar los combates manipulando el personal, aunque teníamos dudas al empezar la partida de si esta especialización no sería tan extraña que no se hubiera tenido en cuenta o adaptado bien al juego ya que, en muchas ocasiones, este tipo de enfoque suele romperse o no estar bien integrado porque el foco principal suele ser el combate.

Por suerte, no es el caso en Baldur’s Gate 3. Gracias a esta especialización, a las tiradas con ventaja gracias y a los bonificadores de trasfondo pudimos salir indemnes de muchísimas situaciones de lo más peliagudas, manipulando a nuestros enemigos de una forma única para librarnos del combate o provocar todo tipo de situaciones de lo más curiosas.

Eso sí, quizás de entre todas las mecánicas que se incorporan la que aún necesita algo de pulido es la del sigilo. Por ejemplo, en varios momentos usamos el hechizo de invisibilidad e hicimos una acción como robar o interactuar con un objeto provocando que se rompa el hechizo, algo que no debería ocurrir. Además la visión de los enemigos también debería ajustarse un poco más y, aunque no entra dentro del sigilo, las mecánicas propias de un pícaro como desactivar trampas o abrir cerraduras están un poco rotas, siendo muy fácil para Astarion (el pícaro del grupo) hacer estas dos tareas.

También queremos dar una mención especial al gran poder de decisión que tenemos en todo momento y a la libertad para afrontar todas las situaciones. Hablando a nivel interno en la redacción y con otros amigos, no hay ni una sola partida igual de Baldur’s Gate 3, ya sea por afrontar combates de forma diferente como por elegir distintas opciones a lo largo de la misma provocando que cada partida sea única e incluso en las carnes del que os escribe ha vivido dos partidas muy distintas, una con un mago que es con la que he completé el juego y otra con un explorador con el que estoy disfrutando de una segunda vuelta con cosas muy diferentes y nuevas sorpresas que me he encontrado por el camino.

Por último, un aspecto que hace que Baldur’s Gate 3 nos sumerja aún más en una partida de rol es la posibilidad de jugar en modo cooperativo una partida al completo, de principio a fin, pudiendo jugar con cuatro amigos a través de internet o con otro compañero de aventuras en un cooperativo local con pantalla partida que hace que el título sea aún más disfrutable, además de que la posibilidad de formar grupo y emprender o continuar la aventura está muy bien integrada.

Un combate con mucho que ofrecer

Combatir en Baldur’s Gate 3 es toda una delicia. No hay mucho más que añadir a lo que ya os contamos en nuestras impresiones iniciales. Las posibilidades a la hora de hacer frente a los enemigos son prácticamente infinitas tanto por las habilidades o conjuros de nuestros personajes como por el diseño de los escenarios, su orografía o la disposición de muchos elementos que hacen que el abanico sea enorme.

Lo hemos pasado genial durante todos los combates combinando hechizos, creando combos de todo tipo entre sortilegios o ataques físicos, despeñando a nuestros enemigos por las escaleras o arrojándolos a un río de lava, desterrándolos a otra dimensión, haciendo que mueran sepultados por una roca y un largo etcétera de opciones que hace que siempre sea satisfactorio combatir.

De hecho, quitando algún errorcillo aquí y allá el único gran pero que encontramos en el combate es en la inteligencia artificial sobre todo de los aliados que no podemos controlar, y que en ocasiones se comportan de forma de lo más errática, pasando sin mesura por zonas peligrosas o haciendo acciones que no tienen demasiada lógica y que quizás les expongan demasiado durante los combates. De hecho, durante un momento crucial de la partida estos aliados no huyen de un lugar del que deberían de huir para salvar la vida, afectando a una de las misiones que queríamos completar.

Si nos fijamos en la inteligencia artificial enemiga en la mayoría de las ocasiones se comporta bastante bien intentando rodearnos, focalizando el daño donde deben o utilizando elementos del escenario en su beneficio (cuidado con colocaros cerca de un saliente porque os podéis encontrar con un empujón y volando hacia la muerte), aunque en otras ocasiones también han hecho cosas un tanto extrañas, quedándose un poco atascados, atravesando zonas que no era muy aconsejable pisar o teniendo la manía de no usar en ningún momento las puertas, quedándose aislados del combate.

Una barrera imperceptible entre la campaña principal y el contenido… ¿secundario?

En 2023 el debate de las misiones secundarias en los videojuegos está a la orden del día, aunque Larian Studios parece haberlo querido zanjar de lo lindo con Baldur’s Gate 3 que probablemente sea el juego con mejores secundarias que nos hemos encontrado hasta ahora.

Ya no es solo la cantidad de encuentros y cosas que hacer interesantes que hay por el mundo (la "bruja baba yaga, el coleccionista de setas, unos kobolds con unas copas de más y otros muchos ejemplos) sino también cómo las tramas y subtramas o episodios narrativos secundarios se van mezclando con el principal de una forma armónica que hacen que en muchos momentos de la partida no fuésemos conscientes de si estábamos jugando a la campaña, a una trama opcional o a una mezcla de ambas, dando a Baldur’s Gate 3 una coherencia única en este sentido.

Si aún no habéis comenzado vuestra partida a estas alturas o seguís jugando os recomendamos disfrutar de todos y cada uno de los actos a fuego lento, empapándoos de todo lo que Baldur’s Gate 3 tiene que ofreceros sin que os de miedo pararos unos minutos a leer un pequeño relato presente en un libro (hay alguna que otra joyita) o investigar una misteriosa casa de sanación de lo más interesante.

De hecho, no solo es que el contenido opcional de Baldur’s Gate 3 sea muy bueno, sino que da una clase magistral de cómo se deberían integrar las secundarias en cualquier juego de rol (y en realidad de cualquier género) que se precie en pleno 2023 en el que el contenido de relleno que no aporta demasiado y que solo sirve para sumar horas de juego vacías, presente en un montón de títulos, debería de comenzar a ser parte del pasado.

Un acabado audiovisual a la altura de un juego sobresaliente

Vamos a ir cerrando el análisis con el apartado técnico de Baldur’s Gate 3 que está a la altura del resto del juego y que es, directamente, sobresaliente, tanto en el aspecto visual como en el auditivo. Si nos centramos en lo que podemos ver, el nivel de detalle de ciertos objetos, el mimo con el que se han recreado la Puerta de Baldur o todo tipo de escenarios es sencillamente increíble.

A nivel de texturas y efectos cuenta con un muy buen nivel y de hecho el único pero que le encontramos a nivel técnico es el de algunas expresiones faciales que son un tanto extrañas y contrastan un poco con el resto de la experiencia.

Queremos también hacer una mención al gran trabajo de la traducción de los textos que se ha hecho en Baldur’s Gate 3. No tiene que ser fácil adaptar un título tan inmenso y el trabajo del equipo de localización de textos ha sido, sin lugar a dudas, brillante.

Por otro lado, la banda sonora es una de las mejores que hemos escuchado durante los últimos años, con piezas que acompañan muy bien la acción en todo momento y ciertos temas que nos meten aún más adentro de lo que está ocurriendo en la partida. Por otro lado también nos ha gustado mucho el doblaje al inglés, aunque nos hubiera gustado escuchar voces en castellano.

Para finalizar, a nivel de rendimiento ya os contamos que el título iba muy bien en nuestro equipo, con una gráfica NVIDIA GeForce RTX 4080 y un procesador i9-11900K junto a 64 GB de RAM y un SSD, superando los 85 FPS a 1440p y los 70 FPS a 4K con gráficos en Ultra haciendo uso de la tecnología DLSS 2 de NVIDIA en modo calidad.

Además también hemos querido probar el juego en la ASUS ROG Ally para ver si un equipo más modesto podría moverlo y lo cierto es que podemos jugar de forma más que solvente a 1080p, con gráficos en bajo y AMD FSR en modo Rendimiento. Si jugamos con la Ally en Rendimiento a 15 W obtenemos unos 45 FPS y con el modo Turbo a 25 W podemos jugar entre 45 FPS y 60 FPS según la zona.

En cuanto a bugs o errores, lo más destacable son ciertos problemas que hemos encontrado a veces en la cámara y un par de cuelgues abruptos de la partida en 95 horas de juego, por lo que no creemos que haya nada especialmente grave que pueda alterar lo más mínimos una grata experiencia, o al menos nosotros no nos lo hemos encontrado.

Conclusiones

Baldur’s Gate 3 es un título sobresaliente que va a sentar un precedente de cómo se hacen los juegos de rol occidental, un videojuego único y muy especial que da una lección de cómo adaptar con mimo un juego de rol de mesa a un videojuego, una obra única que entrelaza las misiones principales con las secundarias para que no seamos conscientes de cual es cual y una obra que intenta responsabilizarnos al máximo de nuestros actos, dejarnos constancia en todo momento que cada elección o forma de actuar tiene su consecuencia y que ni los destinados a ser los mayores héroes de Faerûn pueden librarse de ser responsables de sus actos.

La obra de Larian es, con mucha diferencia, una de las mejores experiencias del mundo de los videojuegos en años, un título que va a crear una nueva generación de jugadores de rol y que va a devolver la ilusión por este género a muchos a pesar de que también tiene algunos fallos que debe pulir, como la inteligencia artificial de algunos enemigos y, sobre todo, de nuestros aliados (que puede ser algo frustrante) así como ciertas mecánicas de sigilo o algunos fallos narrativos que le restan un poquito, pero que no son casi nada comparados con lo que esta obra sobresaliente tiene que ofrecernos, porque todos somos héroes y los exploradores y los hamsters lo celebran en todas partes.

*Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por ICO Partners.