Análisis Mario Kart Tour, trata de arrancarlo, Mario (iPhone, Android)
Mario Kart Tour lleva unos días en iOS y Android, convirtiéndose en uno de los videojuegos de mayor éxito con millones de descargas. No era una tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta la competencia que se vive en estos momentos en las tiendas digitales de Google y Apple. Desde hace unos años, cuando Nintendo confirmó que desembarcaría con fuerza en smartphones y tablets, de todos los títulos anunciados y adaptados, Mario Kart siempre ha sido el más deseado.
Se trata de una de las series de videojuegos más vendidas, queridas y emblemáticas, todo un sinónimo de calidad en las consolas de la empresa japonesa y una muestra de hasta qué punto Mario es un personaje icónico. El éxito monetario lo ha precedido -aunque Super Mario Run no llegó a cumplir las altísimas previsiones que depositó Nintendo en él-, y este nuevo alto en el camino parecía recoger todo lo aprendido en estos últimos meses. Sin embargo, y aunque hablamos de un título sólido en su concepción, tenemos una app con muchas luces y sombras que hace todo lo bueno y malo de un videojuego free to play de palo al mismo tiempo.
Un Mario Kart pero con algunos asteriscos
Mario Kart Tour es un Mario Kart con todas las de la ley. Si analizamos fríamente su propuesta, nos encontramos con una serie de elementos y opciones, así como de planteamientos, que nos llevarán de inmediato a las presentaciones, elementos y características habituales de las entregas que hemos disfrutado en Super Nintendo, Nintendo 64, Wii o incluso Nintendo Switch. Personajes como Mario, Toad o Peach están presentes, y tendremos numerosas pistas retro extraídas de las secuelas y ediciones más clásicas, siendo los trazados de la versión de Nintendo 3DS las más constantes. Hablamos de un catálogo de 20 pilotos y 19 vehículos disponibles, que según confirmaron sus responsables, irán aumentando o rotando con el paso de los meses. Una vez arrancamos el título, surgen dos dudas. La primera, es cómo responderá al control. La segunda tiene que ver con los micropagos y su impacto real sobre la jugabilidad.
Acostumbrados a una jugabilidad suave, exacta y muy refinada en la reciente versión Mario Kart 8 Deluxe, el choque cuando nos ponemos a controlar los karts en esta edición para plataformas táctiles es muy grande y diríamos que hasta traumático. Aquí no tenemos un control real o un manejo total sobre el vehículo, ya que debemos arrastrar nuestro dedo de izquierda a derecha para rectificar o forzar los giros que hagamos sobre los trazados. El personaje acelera y se mueve de forma automática, por lo que cuesta muchísimo entender este concepto, sobre todo cuando nos vemos obligado a ir corrigiendo nuestro propio comportamiento en unas carreras que son muy frenéticas y están llenas de accidentes, power-ups y elementos externos, y debemos abordarlo todo desde un punto de vista vertical.
Con el paso de las competiciones, alcanzamos a comprender esta controvertida decisión de diseño, ya que en Mario Kart Tour lo importante no es siempre quedar primero, sino conseguir el mayor número de monedas, realizar las acrobacias más locas o lanzar la cantidad más abultada de power-ups. Si somos inteligentes, podemos obtener un gran número de puntos, y optar a premios más suculentos. Pues sí, como os podéis imaginar, el videojuego está inundado de micropagos y compras in-app, que nos ofrecerán la posibilidad de conseguir nuevos personajes, vehículos o alas deltas. La idea de DeNa y Nintendo ha sido esa desde un principio: ofrecer un videojuego sencillo, directo, al que todo el mundo pueda jugar con una sola mano en cualquier lugar y que además facilite el diseño económico free to play con el que se ha ideado esta edición.
Si admitimos este peaje, si interiorizamos que este juego no es un Mario Kart al uso aunque reúna muchos de sus ingredientes, lo pasaremos bien y disfrutaremos de sus ideas y planteamientos. Es ideal para pequeñas partidas esporádicas, para sesiones cortas o incluso para atracones de varios minutos echando carreras, sobre todo si queremos jugar en las cilindradas más altas.
Contenido, copas y micropagos: una combinación polémica
El mercado de juegos para móviles casi acaba muriendo de éxito. En los últimos tres o cuatro años, el ritmo de lanzamientos ha aumentado, y tiendas como la App Store y Google Play están plagadas de videojuegos como Clash Royal o Brawl Stars, que mueven millones de jugadores y de dólares con sus micropagos. Y es aquí dónde más dolorido se ha encontrado el propio escenario lúdico para smartphones. Son muy pocos los usuarios que han podido aguantar ese ritmo, dejando de lado el jugar en estos dispositivos porque se esperaban de una forma u otra el hachazo en forma de compra in-app que les hiciera perder su dinero si se involucraban un poco más de la cuenta en el éxito de turno. Mario Kart Tour, de primeras, puede parecer uno de estos juegos, y de hecho, el fantasma del muro de pago sobrevuela constantemente la app, pero sin llegar a posarse del todo.
Sí, las compras están muy presentes. Tenemos el polémico pase de temporada por 5,49 euros mensuales, una tienda de gemas -el sistema monetario superior del título- y una serie de limitaciones en términos de progreso. Pero creednos, pese a que Nintendo y DeNa han diseñado el juego con la idea de intentar sacarnos los cuartos, podrían haber sido mucho más agresivos o intrusivos. En ese aspecto, juegos como Fire Emblem Heroes -un gatcha con todas las de la ley- o incluso Dr. Mario World, parecen más retorcidos en sus planteamientos, si bien esto no quiere decir que este juego sea una muestra más de lo avariciosa que puede llegar a convertirse la empresa de la Gran N en este ecosistema. De hecho, nos ha dolido especialmente que una de las primeras cosas que haga el videojuego sea obligarnos a tirar de una tubería para sacar premios -las tuberías en el juego son las cajas de botín, por así decirlo-. Toda una declaración de intenciones.
Si somos capaces de pasar por alto este tipo de trampas, y nos involucramos lo justo en el juego -dosificándonos para evitar golpearnos una y otra vez con el muro de pago que está presente-, lo cierto es que, como os decíamos más arriba, Mario Kart Tour es muy divertido. Podríamos incluso decir que de todas las apps lanzadas por Nintendo en los últimos meses sea la más entretenida, completa y mejor diseñada. Es una traslación técnica muy ambiciosa, que tiene un apartado gráfico que poco o nada tiene que envidiar a la edición de Nintendo Switch o Wii U, e incorpora muchos guiños a la serie. Jugar por Jungla Dino Dino de la versión de GameCube encantará a más de uno y correr por el Castillo de Bowser siempre es un placer. ¡Y qué decir del emblemático Circuito Mario! Hasta incorpora nuevos trazados que recorren las calles de la Nueva York de Super Mario Odyssey, una idea que nos ha gustado especialmente y que afianza la idea del tour mundial que iremos dando por distintas ciudades y capitales del mundo.
Es un videojuego con el potencial de ser enorme, pues se irá ampliando de forma paulatina, y que además, está diseñado para durar en el tiempo. Mario Kart Tour está dividido en Copas, con una serie de circuitos en ellas. El objetivo no es otro que, además de intentar llegar en los primeros puestos, lograr una serie de requisitos de puntos gracias a las citadas acrobacias, miniturbos, saltos, uso de power-ups o recolección de monedas. Ahora mismo hay un buen número de copas, aunque no todas están disponibles de primeras, y Nintendo las irá soltando en eventos y desafíos especiales cada pocas semanas. En cada copa, además de incluirse tres carreras, tendremos un evento especial de distinta naturaleza, que aportarán algo de variedad al conjunto.
Quizás lo más criticable del conjunto sea lo referente a la progresión y la falta de reto, dos elementos que, de una manera u otra, también están ligados a los micropagos. En el videojuego es fácil llegar a los primeros puestos, es sencillo avanzar, pero tiene una trampa: competiremos contra numerosos bots inspirados en las carreras, diseños y comportamientos de otros jugadores, pero con un nivel de dificultad bastante bajo. Sí, se ha prometido un multijugador, aunque de momento no se sabe cuando llegará con exactitud, por lo que si queréis un reto constante o un desafío mayor -siempre y cuando os hagáis con el control-, quizás lo mejor sea tirar de cilindradas más altas como la de 150cc -la superior solo está disponible sí, como bien os podéis imaginar, pagamos-. En cualquier caso, podemos avanzar muy rápido, consiguiéndolo todo sin apenas esfuerzo, porque el sistema diseñado lo que quiere es que obtengamos más puntuación y experiencia y nos planteemos volver a diario para seguir apostando por mejores coches, paracaídas y similares.
Técnicamente bien optimizado y bonito
Mario Kart Tour es un juego muy, muy bonito. Pese a la decisión de apostar por la verticalidad constante y de restringir hasta un punto muy incómodo el control, el videojuego se ve genial, con modelados muy detallados, circuitos que respetan a los originales y con todos los elementos sonoros que habitualmente se asocian con la saga representados de la forma más respetuosa posible. Nosotros hemos analizado el videojuego en un iPhone 6S y un iPhone X, y la verdad, creemos que está bastante bien optimizado -con tiempos de carga livianos y pocas descargas adicionales-, mucho mejor que otros juegos menos exigentes y más recientes.
Conclusiones finales
Pocas estrellas y algunas sombras en el estreno de Mario Kart en móviles. Hablamos de un título entretenido y divertido, pero que tiene grandes pegas como un control táctil incómodo al que cuesta mucho habituarse y un concepto de micropagos confuso, avaricioso y muy presente, aunque no tan intrusivo como podríamos imaginar en un principio. Si somos capaces de dominar su jugabilidad y hacernos a la idea de la naturaleza free to play, Mario Kart Tour puede entretenernos mucho durante días. Sin embargo, siendo un videojuego con el sello Nintendo, y adaptando una de sus sagas más famosas, esperábamos muchísimo más.
Hemos analizado la versión de iOS descargando el juego de forma gratuita a través de la App Store.