Análisis de Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call (Nintendo 3DS)

Pocas sagas de videojuegos pueden presumir de tener en su haber un legado musical como Final Fantasy. Y con esto no solo nos referimos a sus entregas principales, que suelen ser las más conocidas, sino también a sus múltiples spin-offs, los cuales han mantenido un nivel sonoro envidiable que demuestra lo mucho que siempre se ha cuidado este apartado en cualquier producto que lleve la marca Final Fantasy en su nombre.

Por eso, cuando en el 2012 nos llegó Theatrhythm Final Fantasy para Nintendo 3DS, un juego musical basado en esta veterana saga, no nos pilló demasiado por sorpresa, ya que era algo que tenía que pasar tarde o temprano.

Lo que sí que nos sorprendió fue la inesperada calidad que el título presentaba, con una jugabilidad sencilla pero muy adictiva y muchos toques de rol que le sentaban de fábula y hacían de la experiencia algo bastante satisfactorio y especial.

Tras el éxito de dicho título, ahora Square Enix se ha propuesto lanzar la versión definitiva de esta subserie con Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call, llevando la máxima de "más y mejor" hasta límites insospechados, haciendo de él un imprescindible para todo aquel que disfrutara de la primera parte y para cualquier fan de la saga y los juegos musicales.

Un enorme legado musical

En lo que respecta a su jugabilidad, decir que apenas encontraremos novedades en sus diferentes mecánicas. Por lo tanto, volveremos a tener tres tipos de canciones distintas: de exploración, batalla y evento. Las primeras son temas más o menos calmados en los que iremos recorriendo diferentes escenarios en busca de tesoros, las de combate tienen bastante más ritmo y nos obligarán a derrotar diferentes monstruos, y las composiciones de evento nos mostrarán de fondo un vídeo con múltiples escenas del juego al que pertenezcan.

Cada una de ellas tiene sus propias características y particularidades en la forma en la que van apareciendo las notas. Por ejemplo, en una batalla veremos la pantalla como en un combate por turnos de Final Fantasy y las notas se dirigirán directamente hacia nuestros personajes, mientras que en las de evento un cursor se va moviendo automáticamente hacia las notas que van apareciendo.

Independientemente de esto, lo que no cambia son los tipos de notas. Las rojas nos pedirán que pulsemos una vez la pantalla táctil, las amarillas con una flecha que deslicemos el stylus hacia la dirección que nos indican y las verdes alargadas que las mantengamos presionadas hasta su final (las cuales pueden finalizar también con una flecha). Ahora también se han añadido unas notas brillantes que si las acertamos con Crítico (la mejor puntuación posible) nos permitirán conseguir un cofre con objetos, realizar un gran golpe o esprintar, según el tipo de canción que estemos jugando.

Simple, sencillo, efectivo y muy divertido, aunque quizá nos hubiera gustado alguna novedad más en este sentido para no tener la sensación de estar jugando a exactamente el mismo juego de hace dos años, ya que cuesta mucho quitarse la sensación de estar ante una gigantesca expansión en vez de ante un juego realmente nuevo. Eso sí, se agradece y mucho la inclusión de nuevos tipos de control, como uno basado en botones, otro que combina botones con la pantalla táctil y un último (y algo más complicado) que nos permitirá controlarlo todo con una sola mano. Todos ellos funcionan bastante bien, aunque si estáis acostumbrados a jugar con el stylus quizás os cueste un poco haceros a las nuevas configuraciones.

Los toques de rol escogiendo a nuestro grupo, subiendo a los personajes de nivel y decidiendo sus habilidades también se han mantenido, lo que nos anima a probar distintas configuraciones y a rejugar para mejorar, ya que no todos los héroes son igual de útiles en todas las pantallas. Por ejemplo, para las batallas lo mejor será tener personajes con mucha fuerza e inteligencia para que hagan más daño, mientras que la agilidad será imprescindible en las de exploración, lo que nos permitirá recorrer mayores distancias.

Además, para añadirle más profundidad a la fórmula se ha incluido un nuevo sistema llamado CollectaCard Crystarium, gracias al cual podremos equipar a nuestros personajes con diferentes cartas (se consiguen en los cofres que obtendremos durante las canciones) que mejoren sus habilidades y características. Lo interesante es que existen multitud de combinaciones que nos permitirán conseguir bonificaciones adicionales, equipándonos, por ejemplo, naipes que sean de un mismo juego o de personajes que tengan relaciones especiales entre ellos.

Pero donde realmente destaca Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call sobre su predecesor es en la ingente cantidad de contenidos que trae consigo, los cuales triplican a los de su primera parte. No en vano estamos hablando de un total de 221 canciones y 60 personajes jugables provenientes de las 14 entregas numeradas de la saga, así como de muchos de sus spin-offs, como Final Fantasy Type-0, Final Fantasy Mystic Quest, Final Fantasy Tactics o Dissidia Final Fantasy. Hasta se han incluido temas de la película Final Fantasy VII: Advent Children.

Como podéis ver, esto ofrece juego para rato y fan service suficiente para contentar a cualquier aficionado de la saga, que se sentirá como en casa y sufriendo constantes ataques de nostalgia al escuchar algunas de las canciones más míticas y legendarias que nos ha dejado la serie. Eso sí, por desgracia no es oro todo lo que reluce, ya que Square Enix ha vuelto a caer en el mismo error que cometió con Theatrhythm Final Fantasy: ofrecernos versiones recortadas de muchos de sus temas.

Y no estamos hablando de pequeños cortes precisamente, sino de canciones que ahora no duran ni la mitad, como "Answers" de Final Fantasy XIV, que de durar siete minutos y medio aquí se nos queda en apenas tres minutos. Esto ocurre con muchas melodías, lo que es una pena, ya que acaba transmitiendo la sensación de que siempre nos dejan a medias, especialmente en aquellas en las que nos recortan nuestras partes favoritas (que no son pocas precisamente).

La selección de temas también tiene algunas decisiones cuestionables, ya que sin ser mala (es difícil no acertar con bandas sonoras como las de esta saga), se deja fuera algunas partituras que no se entiende que no se hayan incluido, como en el caso de Dissidia 012 Final Fantasy, donde se ha prescindido de "God in Fire" en favor de "Lux Concordiae", un tema cortísimo, soso y que no es tan reconocible como el que acabamos de mencionar. Algo parecido nos ha pasado con "Distant Worlds" de Final Fantasy XI, que no está por ningún lado, así como con otras muchas.

También se han hecho algunas elecciones un tanto extrañas a la hora de decidir los tipos de canciones, ya que temas como "Not Alone" de Final Fantasy IX se han convertido en temas de exploración cuando el único momento en el que sonaba en su juego era en una sucesión de combates, mientras que otros tan calmados como "Aerith's Theme" de Final Fantasy VII ahora son melodías de lucha.

De todos modos, con tantísimas canciones que tiene la saga, es normal que muchas de las favoritas de cada uno no se hayan incluido, aunque el hecho de que haya más de 200 también nos garantiza que otras muchas sí que estén, por lo que raro será que no encontréis un buen número de temas que disfrutar a poco que os guste la música de esta serie.

En lo que respecta a los modos de juego, tenemos tres bien distintos. Por un lado tenemos "Selección de música", en el que podremos escoger con total libertad la canción que queremos jugar y su dificultad. Además, cada día nos encontraremos con que varios temas nos darán bonificaciones extras por completarlas a modo de incentivo para que volvamos todos los días y le dediquemos 20 minutos aunque sea.

Por otro lado, las dos grandes novedades las encontraremos en "Versus" y "Quest Medleys". El primero, tal y como su propio nombre indica, nos permitirá enfrentarnos a otros jugadores, ya sea de forma local u online, en unos enfrentamientos musicales de lo más entretenidos, ya que acertando notas iremos rellenando una barra que nos permitirá lanzarle ataques especiales al contrario que provocarán diversos efectos, como que sus notas vayan a toda velocidad, que la cámara haga un zoom que no les permita ver bien lo que ocurre, que el ritmo sea totalmente aleatorio, etcétera.

De hecho, estos ataques suponen la mayor novedad jugable del juego, por lo que es una pena que no se hayan integrado en el título principal de alguna forma y queden relegados únicamente a este modo. Destacar que Versus no es exclusivamente multijugador, ya que podréis enfrentaros a la IA para ir subiendo puestos en diferentes categorías.

En cuanto a Quest Medleys, este se ha convertido probablemente en nuestro modo favorito, ya que nos propone adentrarnos en un mapa con sus jefes y mazmorras en el que tendremos que ir avanzando escogiendo nuestra ruta a seguir. Estos mapas se generan de forma aleatoria y al terminar uno siempre desbloquearemos otro, por lo que siempre tendremos algo nuevo a lo que jugar.

Destacar que en cada pantalla pueden producirse diferentes eventos, como que haya un minijefe, un punto de control, una llave, etcétera, lo que nos llevará a planificar cuidadosamente nuestra ruta. Para añadirle más dificultad al asunto, no nos curaremos entre niveles, por lo que tendremos que escoger muy bien a nuestro grupo, los objetos que queremos utilizar y las habilidades que queremos llevar para minimizar daños y aguantar lo máximo posible. Este modo resulta perfecto para subir de nivel, ya que la experiencia se irá multiplicando por cada canción que superemos dentro de una misma misión, por lo que las rutas largas se hacen muy atractivas (además de que conseguiremos más recompensas en ellas).

Además de todo esto, tendremos una enorme lista de coleccionables que desbloquear (galerías de arte, de música, de sonidos, cartas y un largo etcétera) y de logros que superar, por lo que a poco que os guste su propuesta, el título os ofrecerá multitud de horas de diversión, especialmente en el caso de que os propongáis completarlo al 100%.

Gráficamente el juego es exactamente igual que su primera parte, con unos personajes chibis que pueden ser o no de nuestro gusto y unos escenarios sencillos pero efectivos y muy reconocibles. De hecho, ahora hay muchísimos más de estos últimos y es todo un gustazo ver cómo han incluido bastantes de ellos solo y únicamente por una partitura concreta. Por poner un ejemplo, hay nueve canciones de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn y prácticamente todas ellas tienen sus propios fondos reproduciendo los escenarios en los que las escuchamos originalmente en este MMORPG.

En cuanto al sonido, poco que deciros que no sepáis ya: una banda sonora con grandes temazos que vuelve a demostrar el fantástico legado musical que nos ha dejado la saga, entre los que nos encontraremos canciones como "The Red Wings", "Clash on the Big Bridge", "Terra's Theme", "Dancing Mad", "Cosmo Canyon", "One-Winged Angel", "Maybe I'm a Lion", "Not Alone", "Something to Protect", "To Zanarkad", "Otherworld", "Ronfaure", "Blinded By Light", "Fallen Angel", o "The Price of Freedom", por mencionar unos pocos ejemplos. Lo único negativo son los recortes mencionados, ya que la calidad del audio es más que buena.

Conclusiones

Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call es un juego muy cuidado, completo y sobre todo: divertido, que al final es lo que más cuenta. Aunque claro, la enorme cantidad de contenidos de la que hace gala, los múltiples homenajes a la saga y su genial banda sonora también ayudan mucho a hacer de esta una experiencia de lo más placentera. Una pena que no se incluyan las versiones completas de sus canciones y que no se haya aprovechado la ocasión para intentar algo más a nivel jugable, aunque viendo lo bien que funcionaba la jugabilidad de su primera parte, tampoco es que sea algo que llegue a importar mucho (aunque no se puede decir lo mismo de los recortes). En definitiva, si tienes una Nintendo 3DS, te gustan los juegos musicales y te consideras fan de esta mágica saga, pocos motivos encontrarás para no hacerte con él.