Análisis de Metroid Prime: Federation Force (Nintendo 3DS)
Seis años después del lanzamiento de Metroid: Other M, la última entrega hasta la fecha de una de las sagas más aclamadas y queridas de la industria del videojuego, seguimos esperando impacientes el anuncio de una nueva aventura protagonizada por Samus Aran, la veterana cazarrecompensas que tantas horas de diversión nos ha dado en el pasado explorando peligrosos planetas y luchando contra letales criaturas espaciales.
Precisamente por culpa de la ausencia de un nuevo juego de la serie principal, resulta fácil entender la enorme decepción que supuso el anuncio de Metroid Prime: Federation Force durante el E3 2015, un spin-off para Nintendo 3DS centrado en la acción cooperativa que parecía carecer de todo aquello que ha hecho grande a esta saga. De hecho, se podría decir que, para los fans, su mayor pecado ha sido no ser el título que tantos años llevábamos pidiendo.
Pero independientemente de las expectativas que tuviésemos y de que sea o no lo que queríamos, un juego al final se mide por su calidad, y con Next Level Games (artífices del fantástico Luigi's Mansion 2) tras su desarrollo, lo cierto es que el título merecía, como mínimo, un voto de confianza. Ahora, con él ya en nuestras manos y tras haberle dedicado un buen número de horas a exprimir sus contenidos, podemos decir que se trata de una aventura muy entretenida para jugar con amigos, aunque lejos de la grandeza habitual de la saga, tal y como os contaremos en las próximas líneas.
Los mekas de Federation Force
Como decimos, estamos ante un juego de acción en primera persona ambientado justo tras los hechos que tuvieron lugar en Metroid Prime 3: Corruption, con la Federación Galáctica intentando buscar una nueva forma de defenderse de los piratas espaciales tras perder los equipos de Phazon que habían desarrollado en la trilogía de Retro Studios.
Esto les lleva a crear una serie de mechas llamados mekas y a formar a un grupo de sus mejores marines para que los piloten y cumplan misiones de alto riesgo.
Como podéis suponer, nosotros seremos uno de esos elegidos, lo que nos llevará a luchar en tres planetas distintos del Sistema Bermuda mientras intentamos desbaratar los nuevos planes que los piratas tienen preparados para acabar con la Federación.
Aunque existe un hilo narrativo que contextualiza correctamente cada misión, lo cierto es que la trama principal resulta extremadamente simple y predecible, por lo que más allá de ambientarse en el universo de Metroid y de su intrigante final secreto no encontraréis ningún atractivo en este apartado.
En cuanto a su jugabilidad, tenemos un título que se desarrolla en misiones que duran una media de diez minutos cada una. Estas son totalmente lineales, y aunque sus escenarios esconden algunos secretos, la exploración está limitadísima y apenas podremos salirnos del camino principal, por lo que nos limitaremos a avanzar cumpliendo los objetivos que nos vayan pidiendo sin mucho más margen de maniobra.
La buena noticia es que están muy bien diseñadas y son variadísimas, ofreciéndonos retos y desafíos muy distintos, lo que ayuda a que estemos ante una aventura muy amena y entretenida. Tan pronto nos tocará resolver algún tipo de puzle que luchar contra hordas de enemigos, escoltar una plataforma bajo una peligrosa tormenta o abatir a un peligroso jefe final, algo que le sienta muy bien a la hora de captar y mantener nuestro interés.
Eso sí, el juego está diseñado para ser disfrutado en cooperativo (cuatro jugadores como máximo), de modo que si tenéis pensado jugar solos os avisamos que el título puede llegar a aburrir bastante, ya que os perderéis sus mecánicas de colaboración (hay momentos totalmente pensados para el juego en equipo, como que un jugador tenga que proteger a sus compañeros mientras están fuera del meka), y con ello, gran parte de su encanto y atractivo. Por suerte, la dificultad está lo suficientemente bien equilibrada como para que podáis superar toda la aventura de forma individual sin mayores problemas.
Sin embargo, no se libra de ciertos problemas que lastran la experiencia más de lo deseable. Entre los más graves destacaríamos sus tiroteos, los cuales por normal general suelen ser bastante aburridos, simples y limitados. Solo dispondremos de un arma principal (y casi siempre la utilizaremos con su disparo cargado) y gracias a la limitadísima munición auxiliar de la que dispondremos tendremos la oportunidad de lanzar disparos eléctricos, de hielo, misiles, botiquines para curarnos a nosotros o a nuestros amigos, minas, señuelos, etcétera, aunque todo esto será algo que usaremos muy pocas veces durante las misiones, ya que escasean más de lo que nos gustaría y casi siempre tendremos que repartírnosla con nuestros compañeros.
Que la variedad de enemigos sea extremadamente baja tampoco ayuda demasiado en hacer más emocionante las secuencias de acción, por lo que al final repetiremos una y otra vez las mismas estrategias, algo que nos parece muy grave considerando el tipo de juego ante el que nos encontramos, donde los tiros están a la orden del día y deberían de ser lo más divertido del conjunto.
Los jefes finales, uno de los grandes puntos fuertes de la saga principal, también nos han decepcionado muchísimo, con unas mecánicas muy repetitivas y básicas que no aportan demasiada emoción a las batallas contra ellos (por mucha vida que quiten). Este defecto resulta todavía más llamativo al considerar el escaso número de enfrentamientos que tendremos contra ellos. De hecho, cuenta con uno de los jefes más desaprovechados y decepcionantes que recordamos haber visto en años, lo que no es decir poco precisamente.
Para concluir con los aspectos negativos, mencionar que la duración de la historia principal oscila entre las cuatro y cinco horas en el caso de que cumpláis las misiones a buen ritmo y sin tener que repetirlas (si morís, os tocará empezarlas desde el principio). Evidentemente, el título apuesta por la rejugabilidad y si queremos sacarnos el 100% vamos a tener que dedicarle casi el triple de horas.
Esto se debe principalmente a dos factores: por un lado tenemos la existencia de un modo difícil, de forma que, como mínimo, nos tocará pasarnos el juego un par de veces. Por otra parte, con cada misión podremos desbloquear hasta tres medallas. La primera nos la otorgarán por completarla, pero para las otras dos tendremos que alcanzar una determinada cantidad de puntos, los cuales se obtienen eliminando enemigos de formas más o menos creativas (con un disparo en la cabeza, congelándolos y luego haciéndolos explotar, electrocutándolos, etcétera) y al realizar ciertas acciones, como cumplir el objetivo opcional del mapa o completar la misión en poco tiempo.
Las medallas nos recompensarán con diseños para personalizar a nuestro meka y otras ventajas, como ranuras para equiparnos más mejoras o más espacio para la munición auxiliar, por lo que van más allá del simple coleccionable sin valor. Lo malo es que el hecho de rejugar niveles no nos ha parecido demasiado divertido, ya que son siempre iguales y su dificultad solo llega a plantear un reto interesante en su modo difícil. Es un juego divertido y entretenido para jugar con amigos, pero no lo suficiente como para dejarnos con ganas de volverlo a jugar.
Por todo lo dicho podría parecer que Federation Force no nos ha gustado nada, aunque eso no sería cierto. Como hemos dicho hace unos cuantos párrafos, su diseño de niveles juega muy a su favor y consigue que, a pesar de sus defectos, la aventura jugada en cooperativo sea entretenida en todo momento y nos sepa hacer pasar un buen rato frente a nuestra Nintendo 3DS gracias a su gran variedad de situaciones, por mucho que se acabe pronto y los tiroteos no sean gran cosa.
También cabe destacar lo bien que funciona su online (también se puede jugar de forma local), totalmente libre de lag incluso cuando jugamos con gente de otros continentes. Además, crear y buscar partida es un proceso tan rápido como sencillo, y las salas suelen llenarse a gran velocidad. Lo que no entendemos es que Nintendo no haya implementado un sistema para invitar amigos directamente a nuestro grupo, obligándonos a buscar sus partidas para unirnos a ellos.
Gráficamente estamos ante un juego muy sólido y que sabe aprovechar las capacidades de la consola para crear entornos repletos de detalles y elementos, y poner en pantalla una gran cantidad de efectos distintos de gran calidad, destacando especialmente el sistema de iluminación. En cambio, los modelados de los personajes y sus animaciones no están al mismo nivel, y el estilo artístico escogido para hacerlos cabezones tampoco nos ha terminado de convencer. Destacar el buen efecto 3D del que hace gala, por lo que os recomendamos jugar con él activado.
El sonido nos deja una banda sonora de corte ambiental que se adapta perfectamente a lo que vemos en pantalla y que nos deja por el camino algún que otro remix de temas clásicos, como el de los piratas espaciales, aunque en ningún momento llega a resultar en algo realmente memorable. Los efectos son variados, de calidad y muy reconocibles, y el doblaje solo hace acto de presencia cuando usamos los comandos de chat rápido (podemos escoger el idioma de nuestro personaje), por lo que no hay nada que destacar aquí.
Conclusiones
Metroid Prime: Federation Force es un juego que, a pesar de no ser lo que los fans pedían y quedarse muy lejos de la grandeza habitual de la saga a la que pertenece, sabe cómo hacernos pasar un buen rato junto a nuestros amigos gracias a su variada y entretenida campaña. Sin embargo, lo breve que resulta la aventura principal, lo aburrido de sus tiroteos, la poca diversidad de enemigos que hay y lo decepcionantes que llegan a resultar los jefes finales, así como lo insulso que resulta jugar individualmente, acaban por pasarle mucha factura. No es un mal juego, pero a diferencia de la mayoría de aventuras de Samus, esta no será una que recordaremos.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga de la versión final que nos ha ofrecido Nintendo.